“Crisis total”: adelantaron sorpresivamente el final de la cosecha de té

Según los productores, este fenómeno ocurrió por la suba de los costos y dificultades para competir

Abr 28, 2025 - 07:35
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“Crisis total”: adelantaron sorpresivamente el final de la cosecha de té

Tras la eliminación del cepo cambiario, exportadores de té advirtieron sobre una profunda crisis que atraviesa el sector debido a los altos costos productivos que hacen inviable la actividad: pierden entre $50 y $60 por dólar. Aluden una alta carga impositiva, precios elevados en la energía eléctrica y una caída en las ventas internacionales, que están volviendo desfavorable la ecuación. Si bien hasta hace un tiempo el tipo de cambio acompañaba, el valor que reciben hoy por cada dólar no cubre los gastos productivos y dicen que con un tipo de cambio a $1450 podrían tener margen de maniobra. Esperan que la guerra comercial entre Estados Unidos y China, permita mejorar el precio que reciben por kilo de té exportado.

Para contener el impacto, la industria decidió anticipar 45 días toda la zafra que termina normalmente en mayo. A esto se le suma la caída en las ventas y el bajo consumo [5% de la producción] a nivel nacional, por ende, advierten que están sin margen para recortar costos. Se duplicaron, además, los valores de la logística por el traslado de la mercadería desde Misiones al Puerto de Buenos Aires para su salida al exterior.

Enrique Urrutia, productor industrial de Oberá, señaló que con el dólar blend tuvieron una actualización que sirvió por un par de meses, contra todos los insumos que tienen que son energía, flete, combustible y los valores del jornal. La ecuación ya no es la misma y la nueva banda del dólar que fluctúa entre $1000 y $1400 los vino a “perjudicar”. Por kilo de brote verde, algunos secaderos pagan al productor en promedio $75, cuando hoy tendría que estar en $130.La industria decidió anticipar 45 días toda la zafra que termina normalmente en mayo

Los exportadores tenían hasta diciembre del 2023 un dólar agro de $500 y cuando asumió Milei, llevó el dólar alrededor de $800 por la composición del dólar blend que salía del mix del mayorista 80% y el CCL 20%. “Nosotros veníamos de una situación de costos que nos venían aumentando”, precisó Urrutia. Desde el cambio de Gobierno pasaron de cobrar $500 a cobrar $1050 por el diferencial cambiario.

“Nos actualizaron el dólar [por el blend], que nos sirvió por un par de meses, contra todos los otros insumos, pero tuvimos un aumento mucho mayor a lo que cobramos. Si lo comparamos con los precios de exportación nos aumentó mucho más el costo. Y al bajar el dólar no tenemos margen”, señaló. Para contener la suba de los costos con respecto de los valores, resaltó, los productores tuvieron que parar la zafra antes. En su caso, pararon el 10 de abril, es decir, 45 días antes de la fecha de finalización prevista.

“Tenemos trabajadores cíclicos: finalizamos antes porque no teníamos mercados para esos productos. Si nosotros pudiéramos ser más competitivos en dólares, podríamos vender a los otros países. Paramos las inversiones y nos ajustamos en cosas que queríamos seguir haciendo: queríamos hacer mejoras y renovación de camiones y cosechadoras. No se pudieron hacer”, planteó.

La Argentina exporta a Estados Unidos, Chile, Polonia, Alemania, Inglaterra y Perú, entre otros países del mundo. Los valores de exportación varían entre US$1,70 por kilo y US$0,70, según los productos. Los envíos se hacen a granel. Para contener el impacto bajaron los costos a la espera de lo que sucederá con los aranceles de Estados Unidos y la aplicación con el resto de los países con los que compiten en ese mercado. Los precios internacionales por el té están entre US$1,70 por kilo y US$0,70, según los productos

“Los compradores de Estados Unidos ya hicieron las compras de lo que necesitan: hacen un stock un par de meses antes por cualquier cambio de reglas de juego”, amplió. Estados Unidos importa para el uso de saquitos de té y el típico ice tea.

Cristian Klingbeil, quien presta el servicio de manejo completo de teales, resaltó: “Competimos con países muy grandes productores de té, que nos superan ampliamente. Además, los costos en esos países son incomparables con los nuestros. A pesar de que competimos y perdemos con países que cosechan los brotes de té a mano, mientras nosotros lo hacemos de manera mecanizada, no logramos ser competitivos. Es difícil de explicar porque no tiene lógica ni resiste un análisis económico. Somos extremadamente costosos, a pesar de contar con una cosecha tecnificada”.

Incluso, esos países del mundo visitan la Argentina para ver el sistema de cosecha mecanizada por el nivel de avance tecnológico. “Con márgenes de ganancia extremadamente bajos, ya no hay lugar para ajustar ni reducir más”, precisó. La sequía de las zafras anteriores, plagas y dificultades para fertilizar impactaron en la producción

La eliminación del cepo no resultó beneficiosa en el sector. “El dólar blend ofrecía un mejor rendimiento que el sistema actual, ya que se pierde entre 50 y 60 pesos por dólar exportado. Por lo tanto, la situación es aún más desfavorable. Si bien algunos sectores pueden verse beneficiados, claramente no es nuestro caso. La situación es crítica y compleja. Venimos de años difíciles y ahora estamos peor”, observó.

Este año enfrentaron un clima complejo: sequía, plagas y dificultades para fertilizar por tratarse de un año adverso. Esto provocó una caída del 40% en el volumen de producción de brotes de té.

Yonathan Klimiuk, uno de los exportadores del país, observó que esta situación no la habían atravesado desde los años 90.Eso trae como consecuencia de que no pudimos recibir a todos los productores. Se está generando un daño económico que no se había tenido”, sostuvo. Recordó que la Argentina representa el 4% de la producción mundial del té.

Esto que nos pasa a nosotros le pasa a muchas economías del país. Por los costos se finalizó la zafra 45 días antes, pero eso trae muchas consecuencias en toda la cadena. Esto se repite en economías como la yerba: estamos atravesando una crisis total”, precisó. El 70% de la producción del té negro argentino va para EE. UU, que representan 50 millones de kilos. Alrededor de 25 millones de kilos van al resto de los países.