China responde a EE.UU. y eleva los aranceles al 125% en plena visita de Pedro Sánchez a Pekín
China responde a Estados Unidos y eleva los aranceles al 125% , modificando la tarifa previamente impuesta del 84%, según ha avanzado la agencia Reuters. En línea con las recientes declaraciones realizadas por los portavoces de los Ministerios de Comercio, He Yongqian, y de Exteriores, Lin Jian, de ayer jueves sobre la posición de China en la guerra comercial: apertura al diálogo, pero luchando hasta el final si el presidente norteamericano sigue dañando los intereses de la nación que lidera Xi Jinping; el gigante asiático ha decidido mantener el pulso con firmeza, anunciando la entrada en vigor este sábado 12 de abril de la tarifa adicional del 41% sobre las importaciones norteamericanas. La guerra comercial desatada desde Washington contra el resto de economías del mundo se encuentra en una especie de 'stand by' ante la pausa arancelaria -en la tarifa variable de los aranceles 'recíprocos'- proclamada por Trump el pasado 9 de abril, salvo para la segunda mayor economía del mundo donde el pulso contra Washington escala al mismo ritmo que los incrementos arancelarios entre ambos países lo hacen. Esta vez el protagonista ha sido la nación que lidera Xi Jinping al implementar un aumento tarifario que asciende al 125% sobre las mercancías estadounidenses. Un tira y afloja entre las dos economías más grandes del mundo que se da en plena visita de nuestro presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a Pekín . En medio del caos, el presidente de la República Popular de China, Xi Jinping, ha indicado que si Washington sigue subiendo los gravámenes a los productos procedentes del gigante asiático, Pekín no responderá , puesto que no creen que con el excesivo nivel arancelario actual exista aceptación alguna en el mercado para las mercancías estadounidenses exportadas a China. Tal y como manifestó ayer He, esta guerra comercial no se saldará con vencedores ni perdedores, y desde China apuestan por el "fracaso" norteamericano. En este sentido, el Ministerio de Finanzas chino ha denunciado que "la imposición de aranceles anormalmente altos por parte de Estados Unidos a China viola gravemente las normas económicas y comerciales internacionales , las leyes económicas fundamentales y el sentido común, y constituye una práctica totalmente unilateral de intimidación y coerción", en alusión al arancel que asciende al 145%. Xi enfatiza continuamente la necesidad de salvaguardar la equidad y justicia no solo los derechos e intereses legítimos de su país, sino de la comunidad internacional. Indica que las reglas del comercio internacional y el sistema multilateral que actualmente conocemos están siendo amedrentadas por la mayor economía del mundo en favor de sus propios intereses. Para asegurar que estos permanecen inviolables China llama a Europa a colaborar para que ambos países cumplan con "sus responsabilidades internacionales" y resistan conjuntamente "las prácticas intimidatorias unilaterales" de Estados Unidos.
China responde a Estados Unidos y eleva los aranceles al 125% , modificando la tarifa previamente impuesta del 84%, según ha avanzado la agencia Reuters. En línea con las recientes declaraciones realizadas por los portavoces de los Ministerios de Comercio, He Yongqian, y de Exteriores, Lin Jian, de ayer jueves sobre la posición de China en la guerra comercial: apertura al diálogo, pero luchando hasta el final si el presidente norteamericano sigue dañando los intereses de la nación que lidera Xi Jinping; el gigante asiático ha decidido mantener el pulso con firmeza, anunciando la entrada en vigor este sábado 12 de abril de la tarifa adicional del 41% sobre las importaciones norteamericanas. La guerra comercial desatada desde Washington contra el resto de economías del mundo se encuentra en una especie de 'stand by' ante la pausa arancelaria -en la tarifa variable de los aranceles 'recíprocos'- proclamada por Trump el pasado 9 de abril, salvo para la segunda mayor economía del mundo donde el pulso contra Washington escala al mismo ritmo que los incrementos arancelarios entre ambos países lo hacen. Esta vez el protagonista ha sido la nación que lidera Xi Jinping al implementar un aumento tarifario que asciende al 125% sobre las mercancías estadounidenses. Un tira y afloja entre las dos economías más grandes del mundo que se da en plena visita de nuestro presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a Pekín . En medio del caos, el presidente de la República Popular de China, Xi Jinping, ha indicado que si Washington sigue subiendo los gravámenes a los productos procedentes del gigante asiático, Pekín no responderá , puesto que no creen que con el excesivo nivel arancelario actual exista aceptación alguna en el mercado para las mercancías estadounidenses exportadas a China. Tal y como manifestó ayer He, esta guerra comercial no se saldará con vencedores ni perdedores, y desde China apuestan por el "fracaso" norteamericano. En este sentido, el Ministerio de Finanzas chino ha denunciado que "la imposición de aranceles anormalmente altos por parte de Estados Unidos a China viola gravemente las normas económicas y comerciales internacionales , las leyes económicas fundamentales y el sentido común, y constituye una práctica totalmente unilateral de intimidación y coerción", en alusión al arancel que asciende al 145%. Xi enfatiza continuamente la necesidad de salvaguardar la equidad y justicia no solo los derechos e intereses legítimos de su país, sino de la comunidad internacional. Indica que las reglas del comercio internacional y el sistema multilateral que actualmente conocemos están siendo amedrentadas por la mayor economía del mundo en favor de sus propios intereses. Para asegurar que estos permanecen inviolables China llama a Europa a colaborar para que ambos países cumplan con "sus responsabilidades internacionales" y resistan conjuntamente "las prácticas intimidatorias unilaterales" de Estados Unidos.
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