Brigitte Bardot se confiesa a los 90 años: "No me queda nadie"

La veterana actriz se ha sincerado sobre la pérdida de sus seres queridos.

Mar 31, 2025 - 13:23
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Brigitte Bardot se confiesa a los 90 años: "No me queda nadie"

Ni la filósofa Simone de Beauvoir pudo resistirse a escribir un ensayo sobre ella, analizando su atractivo, su "forma de entender la libertad", la mujer moderna que, de alguna forma, se canalizaba a través de ella en el imaginario colectivo. Brigitte Bardot, o únicamente BB, simbolizaba la emancipación femenina, tanto a nivel de seducción o de sexualidad como de convicciones sociales, para el mundo pero, sobre todo, para quienes la rodeaban. Sin embargo, de aquellos nombres ya quedan muy pocos que le hagan compañía más allá de sus recuerdos.

Ahora, a sus 90 años —nació en París a finales de septiembre de 1934—, la musa francesa ha concedido una entrevista desde su retiro voluntario en Saint-Tropez, donde lleva residiendo alrededor de 60 años, en la que ha repasado, precisamente, el inexorable paso del tiempo y la soledad con la que convive desde hace mucho tiempo. Ha sido este pasado fin de semana a la cadena de televisión BFM, y en la que no ha podido ni ha querido ocultar una enorme tristeza a la hora de hablar de muchos de sus seres queridos.

"¡Ay, ay! La vida hoy en día hace que la muerte pueda parecer algo extraordinario", ha reflexionado la legendaria estrella gala, que dejó de aparecer en películas a partir de 1973, consciente de que está llegando a los coletazos finales de la suya propia. "Yo tengo una especie de ordenador en la cabeza y, de cuando en cuando, mi mente se aleja de mí para tomar un poco de aire fresco. Y entonces pienso en toda esa gente que amé. Aquellos a quienes he amado y que ya no están", ha reconocido.

"Además", ha añadido, "no me queda nadie. Se han ido todos". Y es que la intérprete sintió un enorme mazazo el 18 de agosto de 2024, cuando comenzó su duelo por el fallecimiento de Alain Delon. "Pierdo un amigo, un alter ego, un cómplice", dijo entonces sobre él, algo a lo que ha añadido ahora un poso de nostalgia porque entiende que la herida de la muerte de los otros que nos marcaron tanto —máxime si se trata además de dos leyendas del cine que también crearon un estilo en el mundo de la moda y la belleza— tarda en cicatrizar.

"Jamás se supera la muerte de un amigo. Estaba muy, muy triste. Le echo muchísimo de menos. Fue lo más hermoso que me pasó en Francia. Teníamos una enorme amistad y, sobre todo, nos sentíamos en la misma onda, aunque de forma amistosa", ha declarado Bardot, que ha querido de nuevo puntualizar que a pesar de todos los rumores sobre romances que siempre les persiguieron, entre ellos no hubo nada más: "Solo rodamos dos malas películas juntos. Así que, cinematográficamente, no fue gran cosa. Pero en términos de amistad sí".

De hecho, algo que les unió bastante, y que ella recalcó cuando murió Delon, fue su defensa de los derechos de los animales. Por eso ha querido recordar que, recientemente, ha sufrido otra pérdida que le ha llevado, incluso, a dejar de conducir su coche, un antiguo Renault 4. Se trata de uno de sus perros, ET. "Él era mi compañero", ha explicado la intérprete, "y como siempre que conducía lo tenía a él a mi lado, he dejado de hacerlo porque acababa sintiendo que estaba completamente sola en el coche".

Brigitte ha aprovechado el altavoz, de hecho, para volver a lanzar una nueva soflama contra una práctica que aborrece: la caza con perros. "Francia es uno de los últimos países de Europa en los que todavía se practica esta monstruosidad. Por eso nunca voy a poder ser feliz. ¿Cómo esperan que sea feliz con estos animales que son asesinados, masacrados, degollados y utilizados como conejillos de indias?", ha incidido.

Aun así, la intérprete de El desprecio sabe que ha tenido tiempo más que suficiente para conocerse, por eso ha destacado: "¡Yo es que tengo mucha suerte porque soy de temperamento fogoso! Así que es difícil que me venga abajo". Y por se permite bromear sobre Y Dios creó a la mujer, de la que en 2026 se cumplirán 70 años de su estreno, y afirmó que no solo que nunca pensó que gracias a esa película "alcanzaría la popularidad", sino que tiene permitido desde entonces tenerse en alta estima. "¡Francia no ha tenido nada grande desde mí!", ha añadido con un puto de ironía.

Por último, Bardot ha reflexionado: "No pienso mucho en la muerte, pero es cierto que me ha acompañado toda la vida". Y es algo que entronca con su deseo para cuando fallezca, el cual ya reveló hace un año: nada de cementerios, sino descansar para siempre en La Madrague, su refugio costero, con una pequeña cruz de madera y un epitafio simple: nombre y fecha de nacimiento y muerte. "Nada más, como ya hice con mis perros, mis gatos, mis caballos, mis ovejas, a quienes me uniré", dijo entonces. Y lo mantiene