Así vivió el gran apagón el Hospital 12 de Octubre: "Hemos subido a un hombre en brazos porque el ascensor no funcionaba"
"Hemos subido a un hombre en brazos a su casa porque el ascensor no funcionaba", Ángela Muñoz, Emergencias Sanitarias

El gran apagón, que inundaba hace apenas 24 horas los barrios y ciudades españolas, dejaron en un aparente stand by toda actividad que requiriera de internet para ejecutarse.
Sin embargo, más allá del caos e incertidumbre inicial, las horas pasaban como cualquier día y los acontecimientos, por supuesto, también.
El hospital madrileño 12 de octubre seguía atendiendo las citas y pruebas programadas dentro de la "normalidad" que le permitían. Sara Del Olmo, responsable de comunicación del hospital, explica a 20minutos que "gracias a los grupos electrógenos con los que cuenta el hospital, la actividad del mismo pudo continuar sin incidencias".
A pesar de ello, tanto los pacientes que estaban hospitalizados, como aquellos que acudían al centro por una prueba médica, se vieron afectados por algunos atrasos al caerse el sistema a cero.
Como cuenta Alejandra, una mujer que vino desde Ponferrada (León) para una prueba de cardiología con su bebé recién nacido: "Ha sido un poco caótico porque todo el hospital se ha quedado sin luz y han dejado de funcionar todas las máquinas de las citas". A pesar de las horas de coche que le quedaban por delante por el colapso que había en las carreteras de la capital, reconoció sentirse afortunada por haber podido hacer la prueba sin inconvenientes.
Otra paciente, sin embargo, no corrió la misma suerte. Después de más de una hora tumbada en una camilla esperando a terminar la prueba de rayos para la que estaba citada, decidió volver a casa y regresar otro día porque nadie sabía decirle cuánto iba a alargarse la situación.
El hospital por dentro cada vez estaba más tranquilo, sin embargo, salir al exterior se convertía en un caos: gente apelotonada en las paradas de autobús, largas esperas para pedir un taxi, el metro y el cercanías cerrados y carreteras bloqueadas.
Ante esta surrealista panorámica, Mónica y Ángela, trabajadoras de Emergencias Sanitarias, nos transmitían su preocupación al no poder estar en contacto con la emisora para recibir las directrices de los servicios y domicilios a los que tenían que acudir.
Para contactar con quienes veníamos a recoger teníamos que chillar desde la calle porque los telefonillos no funcionaban
"Circular por Madrid es un caos al no haber semáforos, cuando llegamos al domicilio no podemos llamar al telefonillo y tenemos que gritar desde abajo para establecer comunicación con ellos", explica Mónica.
Ángela cuenta cómo ante la falta de electricidad han tenido que subir a un hombre en silla de ruedas en brazos para dejarle en su casa: "Le hemos trasladado del hospital a su casa, pero como no funcionaba el ascensor le hemos tenido que alzar en brazos".