Así es la 'inmobiliaria' del Vaticano: cómo invierte y cuánto aporta al Papa

La Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), el ente de la Santa Sede que gestiona sus inmuebles, administra más de 5.000 unidades inmobiliarias en Italia y otros países como Francia o Suiza.

May 10, 2025 - 07:21
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Así es la 'inmobiliaria' del Vaticano: cómo invierte y cuánto aporta al Papa

El nuevo pontífice León XIV, el primero nacido en Estados Unidos, tendrá que poner en orden las finanzas vaticanas y, sobre todo, continuar la labor iniciada al final del pontificado de Benedicto XVI para aumentar la transparencia e incorporar las mejores prácticas internacionales a la gestión económica del día a día en la Santa Sede. Un camino en el que Francisco dio pasos muy relevantes como la publicación anual de los estados financieros de organismos tan relevantes como el Instituto para las Obras de Religión (IOR), el Óbolo de San Pedro y la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA). Este último organismo se encarga de la administración y gestión del mobiliario e inmuebles del Vaticano y de aquellos entes que le han encomendado su patrimonio. Los recursos obtenidos se destinan a facilitar que la Curia Roma cumpla con su misión junto al Papa "para el bien y al servicio de las Iglesias particulares", según la web del Vaticano.

En el último balance presentado por APSA, correspondiente a 2023 y del que se hizo eco Vatican News, contribuyó a este fin con 37,9 millones de euros (en 2022 fueron hasta 32,27 millones) frente a un resultado positivo global de 45,9 millones Los restantes 7,9 millones de euros engrosaron su patrimonio. El organismo gestiona principalmente bienes inmuebles (especialmente arrendamientos), pero también activos financieros bajo los criterios de la Doctrina Social de la Iglesia. El mismo documento especificaba que el ente vaticano gestionaba tanto dentro de Italia como en el extranjero más de 5.000 unidades inmobiliarias, bien de forma directa o a través de otras sociedades de su propiedad. Solo en suelo italiano, desde la Administración daban la cifra de 4.249 unidades inmobiliarias, de las que el 92% se situaban en la provincia de Roma. Más exactamente en zonas colindantes con la Santa Sede, la mayoría en distritos céntricos de la Ciudad Eterna.

La Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), que dirige el patrimonio vaticano, gestiona más de 5.000 unidades inmobiliarias tanto en Italia como en el extranjero (Londres, París, Ginebra y Lausana)

Alquileres 'gratuitos' e inversiones no especulativas

Fuera de Península Itálica, informaba la APSA, poseía unas 1.200 unidades inmobiliarias en ciudades europeas como Londres (Reino Unido), París (Francia), Ginebra y Lausana (Suiza). En concreto, se calcula que un superávit de 35 millones de euros en el área inmobiliaria, frente a unos ingresos de explotación de 73,6 millones de euros. En este sentido, desde el ente se señalaba que solo el 19,2% de sus inmuebles se arrendaban en el mercado libre mientras que otro 10,4% se hacía a través de alquileres subvencionados. El restante 70,4% de los inmuebles se alquilaban de forma gratuita.

Respecto a la gestión de activos financieros o valores, la misma arrojó un balance positivo de 27,6 millones de euros para este departamento vaticano. Según el comunicado aparecido en Vatican News, la gestión de estos activos se realizó "persiguiendo fines no especulativos, de bajo riesgo y de probado impacto social, según la Doctrina Social de la Iglesia". En concreto, el organismo invirtió sus fondos en títulos de renta fija y en cotizadas internacionales. Además de proporcionar asesoramiento técnico a los dicasterios ('ministerios') de la Curia Romana para diversificar inversiones y disminuir el riesgo. Por ejemplo, subrayaban en la información difudida por Vatican News, que durante 2023 debido a la incertidumbre económica se apostó por limitar la exposición a los mercados de acciones, así como por un vencimiento de unos 4 años para las obligaciones buscando un alto grado de liquidez.

Desde la APSA subrayan que los activos financieros que administra, área que arrojó un balance positivo de 27,6 millones de euros en 2023, se han gestionado "persiguiendo fines no especulativos, de bajo riesgo y de probado impacto social, según la Doctrina Social de la Iglesia".

Un ecónomo salesiano al mando

La Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) tiene como presidente al salesiano Giordano Piccinotti (Manerbio, 1975) desde el 2 de octubre de 2023. Piccinotti es también el arzobispo de la Diócesis de Gradisca (Italia) desde enero del año siguiente y ha sido ecónomo de diferentes casas salesianas entre 2007 y 2015, así como ecónomo inspectoral entre 2011 y 2017. Además de ocupar diferentes cargos en fundaciones relacionadas con el creador de la Orden Salesiana Don Bosco en Suiza e Italia, así como tesorero de la ONG 'Volontariato Internazionale per lo Sviluppo'. Piccinotti es auxiliado por un consejo formado por cardenales, obispos, presbíteros y laicos, que le ayudan a diseñar las orientaciones estratégicas de este organismo y evaluar los resultados. Además cuenta con el asesoramiento profesional de expertos independientes. A nivel interno se divide en tres áreas: gestión inmobiliaria, asuntos financieros y servicios.

Banco vaticano: alquiler para colectivos vulnerables

El Instituto para las Obras de Religión (IOR), más conocido como el banco vaticano, tiene también su propia inmobiliaria. En concreto, según el 'Informe Anual' más reciente (también del ejercicio de 2023), la entidad tiene una filial dedicada a la inversión inmobiliaria denominada SGIR cuya actividad se desarrolla en suelo italiano y tiene su sede en la misma ciudad de Roma. Los activos inmobiliarios que gestiona, según el IOR, provienen de donaciones o herencias de instituciones y particulares. Unas propiedades que se destinan, en parte, a ayudar a asociaciones y otras instituciones católicas, a través de arrendamientos subsidiados. Otro importante uso es para el alojamiento de colectivos en situación de riesgo de exclusión social como refugiados, inmigrantes, enfermos mentales o personas con graves problemas financieros, quienes deban atender la larga hospitalización de un familiar, entre otras casuísticas.

El patrimonio de SGIR, la filial inmobiliaria del Instituto para las Obras de Religión (IOR), alcanzaba los 26,9 millones de euros a cierre de 2023. Los arrendamientos generaron unas ganancias de 73.000 euros en aquel ejercicio

Un patrimonio que alcanzaba los 26,9 millones de euros a cierre de 2023. Una cantidad muy similar a la del año anterior (26 millones) y que incluye 12,4 millones para el denominado 'Reserva Fiscal de Revaluación'. En cualquier caso, desde el Instituto, subrayan que "el portfolio de propiedades están localizadas en Italia y provienen de herencias o donaciones de instituciones y particulares". Además, en la entidad destacan que la actividad de la SGIR no les genera a ningún beneficio directo y que le han dado a filial total libertad. En esta línea, sí destacan que los arrendamientos de estas propiedades generaron unas rendimientos durante el mencionado ejercicio 73.000 euros (en 2022 fueron 62.000 euros).