Amor Elefante: “La amistad atraviesa todas nuestras canciones”
Después de algunos años de silencio, Amor Elefante regresó con un disco que celebra el reencuentro y la energía compartida. Amigas, el quinto álbum de su carrera, marca un nuevo capítulo para la banda argentina formada por Rocío Bernardiner, Rocío “Roki” Fernández, Inés Copertino y Lucila Pivetta, con canciones que reflejan su esencia más luminosa y [...] Ver más noticias en Indie Hoy.


Después de algunos años de silencio, Amor Elefante regresó con un disco que celebra el reencuentro y la energía compartida. Amigas, el quinto álbum de su carrera, marca un nuevo capítulo para la banda argentina formada por Rocío Bernardiner, Rocío “Roki” Fernández, Inés Copertino y Lucila Pivetta, con canciones que reflejan su esencia más luminosa y vital.
“Yo siento que ese receso, ese parar completamente, hizo que la energía se condensara en silencio —cuenta Rocío, cantante y guitarrista del grupo, en conversación con Indie Hoy—. Cuando se manifestó, salió con mucha fuerza… y con mucha alegría también. Fue relajado, divertido, todo lo contrario a algo serio”.
Ese entusiasmo se reflejó tanto en el sonido del disco como en su proceso mismo de creación. Las canciones de Amigas son ecos del modo en que se reencontraron como banda. “Fue un proceso de verdad, en el que no nos presionamos —cuenta Inés, cantante y tecladista—. Veníamos de intentar grabar y que todo se trabara por distintos motivos. En un momento decidimos hacer una pausa. Y cuando volvimos, apareció una dinámica nueva que nos entusiasmó. Fue muy fluido, muy espontáneo. Creo que eso quedó reflejado en el sonido”.
En esa vuelta también se dio un cambio importante: la llegada de Lucila como bajista. La conexión ya venía de antes: Inés ya había tocado con ella en Susi Pireli —el dúo que comparte con Paula Trama—, y en un intento por expandir ese proyecto a formato banda empezaron a compartir más música. Más tarde, Lucila coincidió con Roki y también hubo química.
“Lucila es amiga, está cerca, siempre hubo onda… nos dieron ganas de sumarla, de probar con una sonoridad nueva y diferente —sintetiza Inés—. Ya venimos tocando hace mucho y nos conocemos mucho. La incorporación de una persona con otro universo genera nuevas dinámicas, nuevos movimientos”. Rocío completa la escena desde otro lado: “Lu ya venía tocando bajo y bata en otros proyectos, entonces con Inés ya tenían ese tándem rearmado. Siempre estaba esa intención de que estaría re bueno tocar juntas. Hicimos cuatro o cinco ensayos y ya fuimos a grabar el disco. Fue un arrojo, se armó así”.
El título del disco no fue una decisión tan espontánea. O sí, pero después de muchas vueltas. Para Rocío, la amistad atraviesa el disco, aunque no haya sido un concepto inicial. “Componemos todas, y eso genera una multiplicidad de narradoras —cuenta—. Las temáticas varían, pero la amistad está presente en todas las canciones. Por ejemplo, en ‘Foto de una coreografía‘, que es una canción de la noche y de seducción, también están implícitas las amigas. Porque vos salís, vas al boliche con tus amigas y el mensaje final de esa canción es re de la amistad, aunque no sea el centro”.
El nombre llegó al final, cuando el disco ya estaba prácticamente terminado. “Ahí es cuando decís: bueno, ¿qué cara tiene esto? —dice Inés—. Y si no le ves la cara, no podés ponerle un nombre”. La elección fue tan colectiva como todo en la banda, y por lo mismo, también tuvo sus idas y vueltas. “Decidimos todo grupalmente —afirma Rocío—. Entonces es tipo: ‘a mí tanto no me gusta’, ‘bueno, pero a mí sí’. Mostrábamos el disco a colegas, a amigas músicas y les decíamos el título, pero no estábamos tan seguras. Creo que la tapa nos terminó de dar esa certeza”.
En la imagen se ve a una mujer mayor, en medio de una fiesta, sosteniendo un ramo de flores y con los ojos llenos de lágrimas. “Se llamaba Noni y era la abuela de Ludmila Rosenberg, la diseñadora de la tapa —cuenta Inés—. Ella también hizo la de Billetes falsos, y nos conocimos en ese momento. Cuando le propusimos hacer la de este disco, le mostramos el material, le hablamos del título, que todavía no teníamos del todo decidido, y nos mandó algunas cosas que venía trabajando. Ella hace fotografía analógica e intervenida, y de repente nos dijo que tenía una foto que le había sacado a su abuela en un cumpleaños sorpresa cuando cumplió 70. Apenas la vimos, fue un flechazo. Era esa”.
La imagen, cargada de emoción, terminó con todas las dudas que tenían con respecto al título. “El nombre Amigas nos parecía medio liviano, como que podía quedar muy teen, tipo Impulse —recuerda Rocío—. Pero cuando apareció la tapa se resignificó todo. De pronto ese nombre tomaba otra profundidad, hablaba de lo que realmente queríamos decir. Fue como que ahí cerró”.
Al interior de Amor Elefante, decisiones como el nombre del disco o la elección de una imagen no son tan distintas al modo en que componen. Hay un diálogo constante, la banda es un espacio en donde todas sus integrantes tienen voz. “El otro día en chiste le dije a Ine: Amor Elefante no corta alas, y creo que eso nos define bastante —dice Rocío entre risas—. Hay mucho lugar para que todas se expresen, y desde el primer día que las conocí sentí que nos apoyamos un montón entre nosotras. Nunca pasó que alguien le bajara el pulgar a una canción de otra. Nunca”.
Así como en Amor Elefante conviven sensibilidades distintas, también hay múltiples formas de hacer una canción. “Hoy tenemos cinco discos, y hay tantos modos de componer como temas grabados —señala Rocío—. A veces alguien llega con una idea súper chiquita y la trabajamos entre todas. Otras veces, una ya viene con la canción muy armada desde su casa. Todas producimos, todas grabamos. También pasa que directamente hacemos una canción entre las tres, como ‘Bordes’, que salió hace un tiempo. La letra, los acordes, todo fue en conjunto”.
Cuando hay que desmembrar el álbum en sus distintas partes, Inés opta por hablar de “La vuelta”: “Esa canción es re vieja. Yo no la quería grabar. Es más, este es el disco en el que canto casi por primera vez. Siempre cantaron las chicas. En Oriente había cantado una, ‘Disimulando’, pero en general a mí me cuesta mucho ese rol. La voz no es un instrumento que sienta que domino, entonces me cuesta animarme”.
Amor Elefante tocaron en vivo “La vuelta” hace años, pero después la cajonearon. “La grabé en mi compu, en mi casa. Después la mostré, la tocamos un par de veces, pero nunca la terminábamos de producir”, cuenta Inés. Finalmente, durante la grabación del disco, decidieron darle espacio. “Fuimos al estudio y la dejamos abierta para ver qué pasaba. Las guitarras marcaron la sonoridad final, y Juan, que grabó el disco, también propuso una dirección más ochentosa, medio dream pop, con libertad total. Me imaginaba ese sonido y me encanta cómo quedó”. Rocío interrumpe con una afirmación: “¡Tiene algo muy Cocteau Twins!”.
Después está “Universal Hit”, una canción que trajo Roki con una maqueta bastante cerrada. Pero en este caso, el proceso fue a la inversa: “Decidimos no respetarla en absoluto”, dice Rocío con humor. Inés coincide: “La tocamos como venía y estaba bien, pero sentíamos que no encajaba del todo con el resto. Parecía de un disco anterior, le faltaba algo más jugado”. Lo que siguió fue pura banda en acción. “Nos pusimos a tocarla en la sala, a probar moods… no tuvimos tanto tiempo, pero logramos armar una energía re linda, medio noventera, con algo de No Doubt. Fue un trabajo colectivo re fuerte”, cuenta Rocío.
Y en medio de ese proceso creativo compartido, también hubo espacio para el juego y la improvisación. “A veces pasan cosas que arrancan como una broma y terminan quedándose —dice Inés—. Estás tocando, decís algo en chiste, y de repente eso se transforma en parte de la canción. A mí me encanta cuando sucede, porque no todo tiene que ser tan serio. Es lindo dejarse llevar, mezclar cosas que en teoría no van juntas. Como traer algo de un género y cruzarlo con otro. Eso me encanta”.
Así, entre abuelas que celebran, chistes que se vuelven melodías y canciones que renacen después de años guardadas, Amigas se convirtió en mucho más que un disco: es el resultado de una confianza tejida a lo largo del tiempo, y del deseo compartido de seguir creando juntas.
A la hora de mirar hacia atrás, Billetes falsos sigue siendo un disco muy querido para Rocío. “El otro día lo puse y me encontré con detalles que ya ni me acordaba. En “El Guinness”, por ejemplo, hay unos coritos que nadie hace en vivo, y pensé: esto lo tenemos que retomar. Esas cositas se nos fueron perdiendo con el tiempo, pero están buenísimas”.
Publicado en 2019, Billetes falsos tiene algo más denso, más trabajado, que lo distingue del resto de su discografía. “Es un disco pesado con momentos muy intensos, aunque también tiene partes más luminosas —señala Rocío—.Lo pensamos como una novela, una especie de ruptura amorosa narrada en capítulos. Por ahí no todo el mundo lo interpreta así, pero nosotras lo concebimos de esa manera, y creo que logramos lo que queríamos”.
Inés coincide en ese carácter más cargado: “Es más barroco. Tiene muchos detalles, muchas capas. Grabamos muchísimos instrumentos, hay percusión por todos lados, y una postproducción enorme. Fue como meterle mano a cada rincón del sonido”. “Sí, tiene mucha más producción —suma Rocío—. Hay más atención en los pliegues, en lo minucioso. En cambio, Amigas es más directo, es más la banda tocando tal cual. Pero eso también es lo que me gusta de este nuevo disco: quedó como queríamos que quedara”.
Ahora que se preparan para volver al escenario con un show esta semana en Buenos Aires, esa diferencia entre un disco y otro también se traslada a la forma en que piensan el show. “Estamos re manijas —dice Rocío con una sonrisa—. Ine llega justo de viaje, así que va a tener algo de adrenalina, todo medio al límite. Creo que eso le va a aportar algo especial”.
Inés lo pone en palabras así: “Va a ser igual de arrojado que cuando nos metimos al estudio. Ahí también llegamos con lo justo, con las canciones armadas más o menos, y dijimos ‘vemos qué pasa’. Y ahora es un poco eso. Tiene esa adrenalina contenida, porque a veces te pasás semanas ensayando y planeando todo, y eso está buenísimo, claro, pero también es lindo este otro costado más espontáneo”.
No es que todo se deja al azar. Están preparando una lista sólida, repasando temas de todas las épocas. “Estuvimos ensayando y nos divertimos un montón —cuenta Inés—. Estamos muy contentas con cómo suenan las canciones, con el sonido que le encontramos. Y aunque haya pocos ensayos, eso también le da algo fresco, algo real”. Así como Amigas apuesta por una sonoridad más cruda y directa, el vivo también buscará lo mismo: un encuentro genuino, sin disfraces. Como si la banda dijera: esto somos, así sonamos, y así nos queremos mostrar.
Amor Elefante se presenta el jueves 24 de abril a las 20 h en La Tangente (Honduras 5317, CABA). Entradas disponibles a través de la web del lugar, con un 20% de descuento para socios de la Comunidad Indie Hoy.
Escuchá Amigas en plataformas (Spotify, Tidal, Apple Music).
Ver más noticias en Indie Hoy.