«Alimentar a las palomas no es un acto de amor»: Valencia lanza un plan urgente para frenar su sobrepoblación

La población de palomas en Valencia ha alcanzado una cifra histórica, con casi 36.000 aves sobrevolando la ciudad —14.000 más que en 2021—, lo que ha llevado al Ayuntamiento a activar una estrategia integral desde la Oficina de Bienestar Animal ante el temor de que «seguirán en aumento si no actuamos». Los principales motivos de este crecimiento sin precedentes, han sido los « palomares improvisados « en edificios abandonados, la alimentación ciudadana y « políticas realizadas en años anteriores , que se centraban únicamente en la colocación de comederos con pienso esterilizante, sin otras medidas complementarias», ha detallado el concejal responsable de la Oficina de Bienestar Animal. En cuanto al plan, la estrategia se ha elaborado a partir de un mapeo realizado junto al personal técnico de la empresa adjudicataria del servicio, Lokímica, para determinar el censo real de población y «detectar las zonas más críticas», ha explicado el concejal Juan Carlos Caballero este martes durante la presentación del plan. Asimismo, para atajar esta problemática, desde el Ayuntamiento de Valencia se llevarán a cabo diferentes líneas estratégicas, que como ya han anticipado, necesitarán de la colaboración ciudadana. En primer lugar, se va a proceder a relocalizar los comederos repartidos por la ciudad con pienso esterilizante y se suprimirán aquellos que han resultado ineficaces. Otra medida contempla el uso de herramientas disuasorias, como la captura controlada o los sistemas sonoros , además del trabajo coordinado con los técnicos municipales de Patrimonio para proteger edificios o estatuas, donde las propias aves instalan «palomares improvisados» en huecos, balcones o fachadas. Ante este obstáculo, desde el Consistorio urgen a los propietarios a que mantengan limpias y revisadas las viviendas sin uso. En este sentido, durante el año 2024, el Ayuntamiento instruyó un centenar de expedientes relacionados con la presencia de palomas en viviendas y recibió un total de 93 quejas relacionadas con ello. En cuanto a los ejemplares capturados, el concejal ha aclarado que «s erán trasladadas a palomares ecológicos; no se sacrifica a ningún animal, salvo que sus condiciones veterinarias así lo determinen», ya que «no se trata de sacrificar a las palomas capturadas, que son necesarias para nuestro hábitat, sino de acabar con ese exceso de población», ha añadido. Por su parte, Caballero ha destacado que « es un error pensar que alimentar a las palomas es un acto de amor, algo positivo, sino todo lo contrario. Los restos de comida atraen a roedores y otras plagas como hormigas y cucarachas, que pueden generar un problema de salud pública. Se genera igualmente un daño importante al patrimonio urbano, porque sus excrementos son corrosivos y provocan un desequilibrio ecológico, ya que un exceso de palomas desplaza a otras especies de aves autóctonas», ha afirmado. Por otra parte, el personal técnico ha alertado de la presencia de «alimentadores» en la zona de Patraix, además del problema del tránsito y depósito de cereales en las instalaciones portuarias, como causa de la concentración masiva de palomas en Poblats Marítims. Como medida preventiva, el Ayuntamiento de Valencia, en colaboración con Lokímica, impartirá charlas en centros educativos y de mayores para atajar el problema de una manera didáctica. La ciudad cuenta con un presupuesto de 220.000 euros para la prestación del servicio de control de palomas por un período de dos años, a través de la citada empresa, que cuenta con más de 40 años de experiencia en la lucha contra plagas urbanas.

May 6, 2025 - 12:52
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«Alimentar a las palomas no es un acto de amor»:  Valencia lanza un plan urgente para frenar su sobrepoblación
La población de palomas en Valencia ha alcanzado una cifra histórica, con casi 36.000 aves sobrevolando la ciudad —14.000 más que en 2021—, lo que ha llevado al Ayuntamiento a activar una estrategia integral desde la Oficina de Bienestar Animal ante el temor de que «seguirán en aumento si no actuamos». Los principales motivos de este crecimiento sin precedentes, han sido los « palomares improvisados « en edificios abandonados, la alimentación ciudadana y « políticas realizadas en años anteriores , que se centraban únicamente en la colocación de comederos con pienso esterilizante, sin otras medidas complementarias», ha detallado el concejal responsable de la Oficina de Bienestar Animal. En cuanto al plan, la estrategia se ha elaborado a partir de un mapeo realizado junto al personal técnico de la empresa adjudicataria del servicio, Lokímica, para determinar el censo real de población y «detectar las zonas más críticas», ha explicado el concejal Juan Carlos Caballero este martes durante la presentación del plan. Asimismo, para atajar esta problemática, desde el Ayuntamiento de Valencia se llevarán a cabo diferentes líneas estratégicas, que como ya han anticipado, necesitarán de la colaboración ciudadana. En primer lugar, se va a proceder a relocalizar los comederos repartidos por la ciudad con pienso esterilizante y se suprimirán aquellos que han resultado ineficaces. Otra medida contempla el uso de herramientas disuasorias, como la captura controlada o los sistemas sonoros , además del trabajo coordinado con los técnicos municipales de Patrimonio para proteger edificios o estatuas, donde las propias aves instalan «palomares improvisados» en huecos, balcones o fachadas. Ante este obstáculo, desde el Consistorio urgen a los propietarios a que mantengan limpias y revisadas las viviendas sin uso. En este sentido, durante el año 2024, el Ayuntamiento instruyó un centenar de expedientes relacionados con la presencia de palomas en viviendas y recibió un total de 93 quejas relacionadas con ello. En cuanto a los ejemplares capturados, el concejal ha aclarado que «s erán trasladadas a palomares ecológicos; no se sacrifica a ningún animal, salvo que sus condiciones veterinarias así lo determinen», ya que «no se trata de sacrificar a las palomas capturadas, que son necesarias para nuestro hábitat, sino de acabar con ese exceso de población», ha añadido. Por su parte, Caballero ha destacado que « es un error pensar que alimentar a las palomas es un acto de amor, algo positivo, sino todo lo contrario. Los restos de comida atraen a roedores y otras plagas como hormigas y cucarachas, que pueden generar un problema de salud pública. Se genera igualmente un daño importante al patrimonio urbano, porque sus excrementos son corrosivos y provocan un desequilibrio ecológico, ya que un exceso de palomas desplaza a otras especies de aves autóctonas», ha afirmado. Por otra parte, el personal técnico ha alertado de la presencia de «alimentadores» en la zona de Patraix, además del problema del tránsito y depósito de cereales en las instalaciones portuarias, como causa de la concentración masiva de palomas en Poblats Marítims. Como medida preventiva, el Ayuntamiento de Valencia, en colaboración con Lokímica, impartirá charlas en centros educativos y de mayores para atajar el problema de una manera didáctica. La ciudad cuenta con un presupuesto de 220.000 euros para la prestación del servicio de control de palomas por un período de dos años, a través de la citada empresa, que cuenta con más de 40 años de experiencia en la lucha contra plagas urbanas.