Adrian Belew, líder de BEAT: cómo revivió a King Crimson, la “bendición” de Fripp y la “escuela” Zappa que compartió con Steve Vai

El cantante y guitarrista habla del show que este viernes dará en el Movistar Arena junto a Tony Levin, Danny Carey y Vai

Abr 29, 2025 - 23:16
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Adrian Belew, líder de BEAT: cómo revivió a King Crimson, la “bendición” de Fripp y la “escuela” Zappa que compartió con Steve Vai

BEAT es la nueva banda formada por el guitarrista Adrian Belew (Franz Zappa, David Bowie, Talking Heads), el bajista Tony Levin (Peter Gabriel, John Lennon), el guitarrista Steve Vai (Zappa, David Lee Roth, Whitesnake) y Danny Carey, actual baterista de Tool. Los cuatro músicos se unieron en una gira centrada en el repertorio de King Crimson de los años 80, la revolucionaria etapa en la que Belew y Levin formaron parte del mítico grupo de rock progresivo inglés donde grabaron los discos Discipline (1981), Beat (1982) y Three Of A Perfect Pair (1984).

El grupo cuenta con el beneplácito del guitarrista y miembro fundador de King Crimson, Robert Fripp, quien les sugirió que usaran el nombre BEAT. En un comunicado, afirmó: “Este es un proyecto que apoyo y aliento plenamente”. Este viernes 2 de mayo se presentan por primera vez juntos en el Movistar Arena.

Lejos de ser una suerte de banda tributo premium o de un mero ejercicio de nostalgia, los cuatro virtuosos (dos de ellos creadores y partícipes de la banda original) ofrecen un repertorio y un show donde las siempre vigentes creaciones musicales del esencial grupo liderado por Fripp (tamizadas por la propia genialidad de cada instrumentista) cobran una nueva y poderosa musicalidad, sin perder su esencia. Levin, Vai, Belew y Carey

–Tocaste en Argentina muchas veces, pero dos de ellas fueron muy especiales. Una fue el último concierto de la gira “Sound and Vision”, con David Bowie, en 1990, y luego el primer concierto de los reformados King Crimson como trío doble, en 1994. ¿Qué recuerdos tenés de esos shows?

–Bueno, me quedé en Argentina durante un mes entero mientras escribíamos y creábamos el disco THRAK con el trío doble. Así que siento que viví allí porque, ya sabés, tuve un mes entero para disfrutar de la cultura, la comida, la gente. Me encantó estar allí. Realmente me lo pasé muy bien con David Bowie. Pero con él fue solo un concierto. Siempre he tenido muy buenos sentimientos sobre la gente de Argentina. Los fans allí son muy apasionados por la música. Así que estaré feliz de volver. He esperado mucho tiempo para volver, por supuesto, en parte por la crisis de Covid. Pero ahora que tengo esta banda, se nos ha permitido volver de nuevo.

–¿Qué opinás del legado de esos tres discos que estás revisando ahora?

–Siento que estos tres discos fueron una marca de agua, especialmente para las personas creativas que escucharon esos discos y se dieron cuenta de que había algo más que se podía hacer musicalmente, algo que nunca se había hecho antes, y ese era el tipo de música que habíamos inventado en ese momento. Son discos atemporales, se mantienen vigentes hoy. Esas canciones podrían haber sido escritas hace dos meses. Todavía suenan frescas, nuevas. Y, después de que el último King Crimson estuvo de gira durante, creo que tal vez siete años sin tocar ese material, sentí que realmente era hora de volver a arrojar luz sobre ese repertorio, o podría quedar en el olvido. Lo Llamé a Robert Fripp para ver si estaría interesado en tocar al menos algunos shows para el 40° aniversario en 2021. Lo llamé dos años antes de la fecha, en 2019. Él se negó y me dijo que ya estaba demasiado ocupado con otras cosas, pero me dio su bendición para que yo lo intente. Tony Levin, Adrian Belew, Steve Vai y Danny Carey en el Brown Theatre Louisville, Kentucky, el 10 de diciembre pasado

–¿Cómo se te ocurrió armar este combo?

–Yo apuntaba a tener una banda que fuera tan buena como la de los ochenta, así que comencé desde lo más alto. Dije: “bueno, ¿quién podría ocupar el puesto de Robert en la banda? Y recordé que había leído un artículo hace años de Steve Vai, donde decía que le encantaban esos tres discos y que le encantaba especialmente lo que Robert Fripp había tocado en ellos. Entonces pensé que si Vai quería, podríamos hacerlo realidad.

–Pero el proyecto debió esperar un par de años...

–Lo llamé y estaba muy, muy emocionado; le encantó la idea. Lo siguiente que sucedió fue el Covid y pasaron dos años más o menos para que volviera a hablar con él. Dijo que estaba más emocionado que nunca, pero que tenía que terminar las fechas que había planeado antes de la pandemia. Fueron 18 meses de gira. Así que tuve que esperar otros 18 meses. Y luego, durante todo ese tiempo, mientras pensaba en cómo hacer esta gran banda, había realmente otras dos personas que pensé que serían perfectas para los puestos: Danny Carey y Tony Levin. Tony estaba de gira con Peter Gabriel, así que tuve que esperar hasta que terminara. Y luego, la última persona que se acercó fue Danny Carey. Fui a un concierto de Tool en Nashville, donde vivo y le propuse que se sumara y le encantó la idea.

–Ya habías tocado con él...

–Conozco a Danny desde hace mucho tiempo. Tocó en dos de mis discos en solitario con Les Claypool. Desde la primera vez que lo conocí hace años, me dijo que King Crimson de los 80 cambió su vida y fue realmente responsable de la dirección que tomó Tool. Finalmente me dijo que Bill Bruford cambió toda su forma de pensar sobre la batería después de escucharlo tocar, y con los años incluso coleccionó algunos de los instrumentos que usó Bruford.

–Con respecto a Steve Vai, ¿tenés una conexión especial con él por el hecho de que los dos tocaron con Frank Zappa?

–Sólo nos habíamos visto brevemente un par de veces, no el tiempo suficiente para establecer una verdadera amistad. Pero ahora que estamos juntos en la banda, Steve y yo hablamos de la influencia de Frank. Muchas veces contamos historias sobre lo genial que fue trabajar con él, y una de las cosas en las que ambos estuvimos de acuerdo es que entrar en una banda con Frank era como ir a la escuela. Te enseñaba todo, no solo conceptos musicales y no solo las notas que tocabas, sino todo lo relacionado con ser un músico profesional de clase mundial. Grabar, iniciar tu propio negocio, cómo hacer giras por el mundo. Cómo hacer una película. Todas esas cosas las aprendí de Frank en el primer y único año que pude trabajar con él. Si te graduaste en la escuela de Frank Zappa podés hacer cualquier cosa.

–Es como les ocurría a los músicos de jazz que pasaron por formaciones de Miles Davis...

–Tal cual. Zappa fue el Miles Davis del rock. Adrian Belew el pasado 9 de noviembre en San Diego, California

–Con respecto al repertorio, ¿cómo eligen las canciones?

–Al principio me tocó a mí elegir todo el material e incluso hacer un repertorio. Luego me puse de acuerdo con los otros miembros sobre las canciones que íbamos a tocar, obviamente las canciones de King Crimson de ese período. Hay 16 canciones en esos tres discos, elegí las 14 que sentí que realmente me gustaría cantar y que podía cantar mejor. No quería hacer “The Howler”, y realmente no quería hacer “Two Hands”. Elegí las 14 mejores porque conozco muy bien el ritmo de todas estas canciones. Y la verdad es que, para hacer el concierto de dos horas, solo podés tocar unas 20 canciones. Quería dejar espacio en la lista para poner los temas instrumentales, que también son una parte muy importante del equilibrio musical de King Crimson. Y Steve dijo que le gustaría tocar una canción del anterior King Crimson, y esa canción es “Red”. Así que esa fue su elección.

–Muy apropiado rescate...

–Y yo estuve de acuerdo. Es una pieza musical muy poderosa, y creo que la forma en que Steve y yo tocamos la guitarra es realmente maravillosa. Tiene mucho poder. Danny es un gran baterista para ella. También elegí “The Sheltering Sky”, que creo que es una pieza increíble y que ha cobrado vida propia. Esa es una de las piezas que siento que Steve Vai y yo hemos hecho nuestra. Especialmente Steve, él brilla con una gran luz en esa canción. La otra fue “Industry”. Y una que destacó a Tony en la banda de los 80: “Sartori in Tangier”.

–En su momento King Crimson no llegó a tocar mucho material de “Three of a Perfect Pair” en vivo. Debe ser muy emocionante hacerlo ahora, ¿no?

–Mucho, sí. Cuando empezamos a hacer “Three of a Perfect Pair”, la banda estaba casi al final de su tiempo, habíamos dicho que tocaríamos durante tres años. Tres giras mundiales, tres discos. Pero cuando llegamos a “Three of a Perfect Pair” nos estábamos quedando sin ideas, sin energía y sin tiempo. Entonces, la gira de ese disco fue corta, así que algunas de las canciones que tocamos y hacemos del álbum no se tocaron mucho. Ahora van a escuchar “Model Man” o “Man With An Open Heart” o “Dig Me”, que sonaron muy poco en su momento.

–¿Discipline sigue siendo tu disco favorito de la trilogía?

–Cuando volvía a escuchar este material después de 40 años, también aprecié mucho más los otros dos discos. Me gustan los tres, todos tienen sus momentos destacados, así que es difícil decir que uno es mejor que el otro. Es una cuestión de gustos. Pero a mí siempre me gustó Discipline, porque es cuando la banda estaba fresca, se estaba uniendo, tenía ideas completamente nuevas.

–¿Qué guitarras estás usando en las giras de “Beat”?

–En primer lugar, rediseñé mi configuración de guitarra. Ahora es la mitad de las cosas modernas que he usado durante, no sé, los últimos ocho años. La otra mitad es todo el equipo vintage que usé en ese entonces. Tengo mi amplificador de coro de jazz original, mi sintetizador GR 300 original, algunos de los pedales originales de allí. Y estoy usando la guitarra que había armado casi al final del disco Beat, que se llama Twang Bar King por el nombre de mi disco solista. Es la única guitarra que tengo que todavía se puede integrar con el equipo antiguo. Y sentí que era muy importante tocar esos sonidos. Tengo dos sistemas de guitarra diferentes. Para las cosas antiguas uso la guitarra Twang Bar King y para las cosas modernas, el resto de todo lo que puedo tocar sin pasar por un sintetizador, uso la Parker Fly.