Una discusión por pedir una barra de pan en catalán en una panadería acaba en los juzgados

La defensa de la clienta espera que la querella por amenazas y acoso se archive porque "no tiene recorrido penal".

Abr 3, 2025 - 18:50
 0
Una discusión por pedir una barra de pan en catalán en una panadería acaba en los juzgados

Una discusión entre una clienta y la propietaria de una panadería de l'Estartit (Baix Empordà) por pedir una barra de pan en catalán ha acabado en los juzgados. Los hechos se produjeron el 22 de junio del año pasado, cuando la mujer fue al establecimiento y pidió a la dependienta que le sirviera una barra de pan. Según explica la demandada, la trabajadora le exigió que se lo dijera en castellano, pero ella se negó. Esto hizo intervenir a la propietaria, que acabó interponiendo una querella por acoso contra la clienta, porque en días posteriores volvió a la panadería a recriminarle la actitud. Además, también la ha demandado por un delito de amenazas a raíz de algunas publicaciones en las redes sociales, que la demandada asegura que no ha hecho.

Este jueves en los juzgados de la Bisbal d'Empordà se han vuelto a encontrar la propietaria de una panadería de l'Estartit y la que, hasta hace medio año, era una clienta habitual. El motivo es la querella que ha presentado la responsable del negocio contra la mujer por acoso y amenazas, a raíz de una disputa por haber pedido una barra de pan en catalán y que la dependienta primero y la propietaria después, le pidieran que lo hiciera en castellano. La clienta, sin embargo, se negó, y la discusión subió de tono, todo delante de varios testigos que estaban esperando en la panadería.

Según ha dicho el abogado de la demandada, Arnau Muntadas, la mujer volvió en días posteriores a la panadería para pedirle explicaciones a la propietaria por su actitud. Fue en la tercera visita en la que reclamó un folio de reclamaciones para poder relatar lo que había pasado y poner la queja pertinente. Este, explica Muntadas, es el argumento que esgrime la acusación para poner una querella penal por acoso. El letrado considera que el hecho de haber ido a pedir explicaciones "en ningún caso" puede suponer un delito y recuerda que hace meses que su clienta no habla con la demandante.

Pero la demanda no se queda aquí, sino que también se amplía a un delito de amenazas por algunas publicaciones que aparecieron en las redes sociales. Unas publicaciones que la defensa asegura que no hizo la mujer y pide que se investigue quién fue el responsable.

Por todo ello, Muntadas considera que "no hay recorrido penal" y pide que se archive la causa. "La víctima ha relatado la discusión a raíz de poder hablar en catalán y ya está. Entendemos que un acoso tiene que ser algo reiterado y con intensidad y las amenazas en ningún momento se han podido probar", señala el abogado.

En la vista que se ha hecho este jueves en la Bisbal se han citado las dos partes, pero solo ha declarado la demandante como testigo. En cuanto a la demandada, se ha acogido al derecho a no declarar, según ha explicado el abogado. El motivo, señala Muntadas, es que primero quiere que lo hagan los testigos que aquel mismo día estaban en la panadería y en los días posteriores en los que su clienta volvió a recriminar la actitud de la propietaria.

"No se han practicado todas las pruebas, una vez se haya hecho nuestra clienta no tiene ningún problema en hacerlo", ha remarcado el abogado, que avisa que una vez se haya acabado todo el procedimiento, "se reservan las acciones legales que consideren pertinentes".