Un español en la cumbre mundial de la fertilidad: "La asignatura pendiente es rejuvenecer los ovarios para elevar la eficacia de los tratamientos"
Ginecología y Obstetricia saradomingo Jue, 01/05/2025 - 08:00 Líderes En más de 40 años de profesión, Antonio Pellicer (Gandía, 1955) no sólo ha sido testigo de los principales avances de la Medicina Reproductiva, sino uno de sus principales artífices. "Siempre he querido ayudar a la gente a tener hijos", dice el especialista en Obstetricia y Ginecología y fundador en 1990 del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), la meca mundial de la medicina reproductiva. Era entonces del primer centro médico en España dedicado exclusivamente a la reproducción asistida y, bajo su liderazgo, se ha convertido en un referente internacional con presencia en una quincena de países repartido por todo el globo. "IVIRMA hoy es el mayor grupo del mundo", destaca. "Para que se hagan una idea: tenemos en torno a 200 clínicas y el segundo grupo a nivel mundial tiene 100. Le doblamos".El IVI aumentó sus siglas en 2017 cuando se unió al grupo estadounidense Reproductive Medicine Associates of New Jersey (RMANJ) en febrero de 2017: "Fue un salto cualitativo y cuantitativo, pues la implantación en Europa y EEUU es fundamental". No niega que la fertilidad se haya convertido en un negocio, pero también defiende la labor médica del IVI: "El negocio es consecuencia de la desatención de las autoridades sanitarias de la infertilidad. Hasta 2008 la OMS no reconoció esta condición como una enfermedad".A través de la carrera de Pellicer se puede repasar toda la historia de la Medicina reproductiva, con todos sus avances e hitos, pero él tiene claros los tres fundamentales: "Primero, solucionar la infertilidad masculina inyectando el espermatozoide directamente dentro del óvulo, esto es la fecundación in vitro o inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI)", dice. "Segundo, diagnosticar los embriones que son enfermos y distinguirlos de los sanos; esto es, eliminar problemas serios que se transmitían en familias. Y, en tercer lugar, la erradicación de las complicaciones de los embarazos gemelares. El embarazo múltiple fue una plaga al principio, pero hoy en día prácticamente no existe. Al final lo que se busca son madre e hijo sanos: si no, no hemos hecho nada".Todo este esfuerzo tiene un objetivo: "Poner fin al invierno demográfico que sufrimos". En España, mientras la natalidad ha caído un 24,7% en la última década, el número de mujeres que son madre después de los 40 años ha subido un 8,5%. En 2024 solo nacieron 322.034 bebés y en nuestro país, como en Europa, de cada 100 nacimientos, 12 se deben a técnicas reproductivas. "Esto no ocurre en EEUU, donde solo se dan dos: el nivel de acceso es mucho más restringido por el coste económico", apunta Pellicer, quien advierte del "coste de posponer la edad de reproducción y mantener unos malos hábitos de vida que nos deterioran a nivel biológico".Pregunta.¿Cuáles son los desafíos actuales?Respuesta. Imitar a la naturaleza. Me explico: en la reproducción humana, las parejas tienen cada mes un 20% de posibilidades de concebir un hijo y al cabo de 12 meses, las que no tienen ningún problema están embarazadas en el 93% de los casos. Nuestro grupo tiene una publicación de finales de 2024 en la que tenemos cinco embriones sanos por pareja y con esto conseguimos un 98% de efectividad. ¿Cómo? Hay que implantarlos de forma consecutiva, uno al mes. Si uno no funciona, pues el siguiente probamos otra vez, y así con todos. Hay que insistir. ¿Es eficiente? Sí. ¿Infalible? No. Las técnicas en el laboratorio han avanzado muchísimo.P. ¿Qué asignaturas pendientes le quedan?R. El rejuvenecimiento de los ovarios para elevar la eficiencia de los tratamientos. Esta es mi obsesión y me gustaría dejar el camino trazado para revertir el daño biológico de la edad sobre los óvulos de la mujer. La sociedad ha cambiado y ellas se plantean una maternidad tardía, por encima de los 35 años. La solución ideal es congelarlos antes, pero muchas llegan a las consultas superados los 36.P. ¿Cuánto queda para esto?R. Mucho, al menos cinco o seis años. Hay que probar todo en modelos animales. Después están todos los controles de los comités éticos. Y cada paso está condicionado siempre a que tengamos datos robustos. Si trabajamos en colaboración entre grupos, avanzaremos más rápido.P. ¿Qué sucede con los embriones que sobran?R. La ley contempla tres supuestos: donación, investigación o destrucción con la llegada de la menopausia. En mi opinión, debería apostarse por la adopción de embriones cuando la pareja no tiene más oportunidades. Es más barato que un tratamiento completo y adoptar un niño es un lío burocrático. La infertilidad masculina pasa desapercibida: solo se detecta en el 11% de los casos, La infertilidad puede ser la antesala de un diagnóstico de celiaquía , Embriones de ‘tres padres’: ¿una solución para la infertilidad más desafiante? La Medicina corre por las venas de Pellicer desde niño, pues su padre fue ginecó


En más de 40 años de profesión, Antonio Pellicer (Gandía, 1955) no sólo ha sido testigo de los principales avances de la Medicina Reproductiva, sino uno de sus principales artífices. "Siempre he querido ayudar a la gente a tener hijos", dice el especialista en Obstetricia y Ginecología y fundador en 1990 del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), la meca mundial de la medicina reproductiva. Era entonces del primer centro médico en España dedicado exclusivamente a la reproducción asistida y, bajo su liderazgo, se ha convertido en un referente internacional con presencia en una quincena de países repartido por todo el globo. "IVIRMA hoy es el mayor grupo del mundo", destaca. "Para que se hagan una idea: tenemos en torno a 200 clínicas y el segundo grupo a nivel mundial tiene 100. Le doblamos".
El IVI aumentó sus siglas en 2017 cuando se unió al grupo estadounidense Reproductive Medicine Associates of New Jersey (RMANJ) en febrero de 2017: "Fue un salto cualitativo y cuantitativo, pues la implantación en Europa y EEUU es fundamental". No niega que la fertilidad se haya convertido en un negocio, pero también defiende la labor médica del IVI: "El negocio es consecuencia de la desatención de las autoridades sanitarias de la infertilidad. Hasta 2008 la OMS no reconoció esta condición como una enfermedad".
A través de la carrera de Pellicer se puede repasar toda la historia de la Medicina reproductiva, con todos sus avances e hitos, pero él tiene claros los tres fundamentales: "Primero, solucionar la infertilidad masculina inyectando el espermatozoide directamente dentro del óvulo, esto es la fecundación in vitro o inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI)", dice. "Segundo, diagnosticar los embriones que son enfermos y distinguirlos de los sanos; esto es, eliminar problemas serios que se transmitían en familias. Y, en tercer lugar, la erradicación de las complicaciones de los embarazos gemelares. El embarazo múltiple fue una plaga al principio, pero hoy en día prácticamente no existe. Al final lo que se busca son madre e hijo sanos: si no, no hemos hecho nada".
Todo este esfuerzo tiene un objetivo: "Poner fin al invierno demográfico que sufrimos". En España, mientras la natalidad ha caído un 24,7% en la última década, el número de mujeres que son madre después de los 40 años ha subido un 8,5%. En 2024 solo nacieron 322.034 bebés y en nuestro país, como en Europa, de cada 100 nacimientos, 12 se deben a técnicas reproductivas. "Esto no ocurre en EEUU, donde solo se dan dos: el nivel de acceso es mucho más restringido por el coste económico", apunta Pellicer, quien advierte del "coste de posponer la edad de reproducción y mantener unos malos hábitos de vida que nos deterioran a nivel biológico".
Pregunta.
¿Cuáles son los desafíos actuales?
Respuesta.
Imitar a la naturaleza. Me explico: en la reproducción humana, las parejas tienen cada mes un 20% de posibilidades de concebir un hijo y al cabo de 12 meses, las que no tienen ningún problema están embarazadas en el 93% de los casos. Nuestro grupo tiene una publicación de finales de 2024 en la que tenemos cinco embriones sanos por pareja y con esto conseguimos un 98% de efectividad. ¿Cómo? Hay que implantarlos de forma consecutiva, uno al mes. Si uno no funciona, pues el siguiente probamos otra vez, y así con todos. Hay que insistir. ¿Es eficiente? Sí. ¿Infalible? No. Las técnicas en el laboratorio han avanzado muchísimo.
P.
¿Qué asignaturas pendientes le quedan?
R.
El rejuvenecimiento de los ovarios para elevar la eficiencia de los tratamientos. Esta es mi obsesión y me gustaría dejar el camino trazado para revertir el daño biológico de la edad sobre los óvulos de la mujer. La sociedad ha cambiado y ellas se plantean una maternidad tardía, por encima de los 35 años. La solución ideal es congelarlos antes, pero muchas llegan a las consultas superados los 36.
P.
¿Cuánto queda para esto?
R.
Mucho, al menos cinco o seis años. Hay que probar todo en modelos animales. Después están todos los controles de los comités éticos. Y cada paso está condicionado siempre a que tengamos datos robustos. Si trabajamos en colaboración entre grupos, avanzaremos más rápido.
P.
¿Qué sucede con los embriones que sobran?
R.
La ley contempla tres supuestos: donación, investigación o destrucción con la llegada de la menopausia. En mi opinión, debería apostarse por la adopción de embriones cuando la pareja no tiene más oportunidades. Es más barato que un tratamiento completo y adoptar un niño es un lío burocrático.