Un billete de ida y vuelta al parque: la moda de los autobuses caninos
La tendencia apunta al crecimiento debido a la combinación de servicio de cuidadores, ejercicio y socialización.

Un autobús escolar amarillo, varios pasajeros peludos sentados en sus asientos y un conductor sonriente que conoce a cada uno por su nombre. No es el inicio de una película familiar, sino una imagen cada vez más común en ciertas ciudades de Canadá y Estados Unidos. Se trata de los pup buses, o autobuses para perros: vehículos adaptados para recoger a los animales desde sus casas, llevarlos a espacios aptos para el juego y devolverlos al final del día.
Esta nueva modalidad de guardería sobre ruedas ha ganado una popularidad inusitada en redes sociales, donde millones de personas siguen las aventuras de estos aparentemente educados pasajeros. Lo que empezó como una iniciativa puntual en pequeñas localidades de Canadá y Alaska se ha convertido en una tendencia en alza: servicios de transporte y paseo canino que transforman la rutina diaria en una expedición de grupo. Hablamos con dos de las compañías pioneras para conocer desde dentro cómo funciona este fenómeno.
De necesidad a revolución: el origen de la idea
En el caso de Mo Mountain Mutts (658 mil seguidores solo en Instagram), el disparador fue más bien accidental. “La rueda de mi furgoneta se salió en mitad del invierno durante la pandemia”, cuenta el equipo desde Skagway, Alaska. En busca de una alternativa para poder sacar a los perros de su negocio de guardería canina, publicaron un anuncio buscando nuevo vehículo amplio en la página de su comunidad local, y pronto encontraron un pequeño autobús turístico fuera de uso debido a la caída del turismo. “La comunidad fue de gran ayuda. Conseguimos un muy buen trato de venta”, explican. Así comenzó esta aventura sobre ruedas.
Una historia similar vivió Emma Godley, fundadora de Escape to the Country, de Alberta, Canadá (455 mil seguidores en sus redes sociales), quien decidió que los paseos convencionales no eran suficientes para sus clientes caninos. Su servicio se centra en salidas al aire libre en un parque privado, donde los perros pueden disfrutar de un entorno natural, amplio y lleno de estímulos. “No es solo un paseo, es una experiencia enriquecedora”, asegura.
En el caso de Hope Mehlberg, fundadora de K9 Konvoy en Oconto, Wisconsin, lo que comenzó como una forma de despejarse tras el trabajo ha derivado en un negocio a tiempo completo. Hope empezó llevando a pasear a sus propios perros como rutina antiestrés. Cuando se corrió la voz, otros titulares de perros le pidieron que incluyera a sus mascotas. El servicio creció tanto que H. Mehlberg dejó su trabajo, compró un autobús escolar, lo adaptó, y montó su propio parque adaptado para perros en su terreno de tres hectáreas.
¿En qué consiste el servicio?
El concepto es sencillo, pero efectivo: una empresa recoge a los perros en sus hogares por la mañana, los lleva en un autobús habilitado hasta una zona vallada o parque privado, donde juegan y socializan con otros perros durante horas. Luego, se les limpia si hace falta, se les da una chuchería o snack saludable, y se les devuelve a casa. Las rutas están planificadas con detalle, y los autobuses están adaptados con divisores, arneses, ventilación y espacios seguros.
Tanto Mo Mountain Mutts como Escape to the Country combinan transporte personalizado, educación canina, socialización y actividad física en entornos naturales y controlados. Desde Mo Mountain Mutts explican que organizan sus salidas con varios grupos en diferentes horarios del día. Recogen a los perros en sus casas, y antes de subir al autobús, cada uno debe esperar sentado y tranquilo. “Hacemos un entrenamiento básico en los umbrales de las puertas, caminatas con la correa floja y órdenes de ‘sentado’ y ‘quieto’ antes de subir al vehículo”. Una vez todos están dentro y calmados, se organizan rotaciones para que salgan a hacer sus necesidades y solo después comienza el paseo.
Durante dicho paseo, el fundador de Mo Mountain atiende a los perros mientras su pareja se va con el autobús para recoger al siguiente grupo. “Reajustamos nuestros horarios constantemente para adaptarnos al nivel de energía y a las necesidades de cada perro”.
Emma, por su parte, detalla que cada excursión se realiza en un parque cerrado con vegetación naturalizada: “el entorno natural ofrece estímulos que reducen el estrés y mejoran la forma física de los perros”. Las salidas son en grupo, lo que también potencia la confianza y el comportamiento social. “Muchos propietarios nos cuentan que sus perros llegan a casa más tranquilos, equilibrados y felices”.
Ante todo, seguridad
Más allá del entretenimiento, estos servicios dicen tener como prioridad la seguridad de los perros durante todo el recorrido. Tanto Escape to the Country como el equipo de Mo Mountain coinciden en que el secreto del éxito está en la preparación y en la educación. “Los perros deben aprender a caminar en manada, a quedarse quietos hasta que se les dé la orden y a acudir a la llamada”, explica el equipo de Alaska. “Tener perros bien educados y con buenos vínculos entre sí es clave para que todo funcione”.
En Escape to the Country también se toma muy en serio la selección. Antes de subir por primera vez al pup bus, los perros recién llegados pasan un día completo en su centro para que puedan evaluar su comportamiento y asignarles un grupo compatible. “Queremos formar manadas equilibradas. Incluso tenemos un 'monitor de transporte perruno' que vigila que todos se comporten”.
El clima extremo de Canadá también supone un reto. “A veces tenemos que cancelar si hace demasiado frío. Llevamos siempre equipamiento de emergencia, y solo vamos a espacios vallados y seguros”, señala Emma.
¿Y el coste?
Aunque las tarifas varían según la región, la frecuencia y el tipo de servicios ofrecidos, el coste promedio ronda los 20 a 35 euros por día. En ese precio se incluye la recogida, transporte, estancia supervisada en el parque, snacks y limpieza. Algunas empresas ofrecen bonos mensuales, servicios especiales para cachorros o días temáticos, como excursiones a la nieve o celebraciones de cumpleaños caninos.
Hay un enorme potencial internacional
Potencial moda exportable
Por ahora, la mayoría de estos autobuses caninos circulan por zonas de Canadá y el norte de Estados Unidos, especialmente en entornos suburbanos o zonas con acceso limitado a parques para perros.
No obstante, la viralidad en redes sociales ha multiplicado la visibilidad de estos servicios. Cuentas como Mo Mountain Mutts superan el medio millón de seguidores, y sus vídeos acumulan millones de visualizaciones, lo que deriva, inevitablemente, en la siguiente pregunta: ¿hay margen para crecer más allá de Canadá o Estados Unidos?
Emma Godley lo tiene claro: “Hay un enorme potencial internacional. Cada vez más personas buscan cómo ofrecer a sus perros una vida más rica, a pesar, o debido a, sus agendas apretadas”. El secreto, explica, está en adaptar el modelo a la realidad local: desde la cultura canina hasta la normativa de cada ciudad. “Lo que funciona en nuestro entorno rural podría verse distinto en un área urbana o costera. Pero el objetivo final, dar a los perros familiares vidas plenas y felices, es universal”.