Barça y Madrid protagonizaron una espectacular final de la Copa del Rey en un estadio de La Cartuja que vivió un partido pleno de emociones. El Barcelona empezó siendo muy superior pero el Real supo aguantar y darle la vuelta a la tortilla en la segunda parte, incluso poniéndose por delante, neutralizando el fantástico gol de
Pedri con el que el conjunto azulgrana abrió el marcador. Los dos equipos (con la excepción al final de un desnortado
Rüdiger) dignificaron una final que el club blanco y
Florentino Pérez ensuciaron en la previa con una serie de comunicados, plantones y decisiones lamentables, destinados a desestabilizar a los colegiados y decantar las decisiones arbitrales de su lado. Pero el mejor en conjunto fue un Barça fabuloso.
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