Trato justo

Nos hemos acostumbrado a una administración tan lenta y elefántica que cualquier mejora de simplificación y contra la burocracia nos parece imposible de cumplir. Adriano en esto es inflexible. La Administración debe cumplir como mínimo lo mismo que le exige al ciudadano: «A una administración pública hay que exigirle, como mínimo, la misma eficacia que demuestra Hacienda en el control de los bienes de los que llama sujetos pasivos. Eso sí que es eficacia probada. Cualquier administración debería resolver los asuntos en plazo con la rigurosidad que aplica los recargos en caso de impago. Lo que no es de recibo es que la Administración no aplique de oficio una compensación por demora cuando tarda en abonarte años una subvención que te corresponde. Así que bienvenido el compromiso municipal de aprobar licencias en tres meses, pero que sea más ambicioso. Al menos, que el Ayuntamiento se obligue a pagar un lucro cesante en caso de incumplimiento. Entonces nos estaremos acercando a un justo trato al contribuyente».