Toledo recupera un proyecto de 2022 para evitar inundaciones de Azarquiel al arroyo de la Rosa por tres millones de euros

La Junta de Gobierno local del Ayuntamiento de Toledo ha autorizado el inicio del expediente para la redacción del proyecto y construcción de la obra de recuperación y reducción del riesgo de inundación de la ribera del Tajo en la zona oeste de la ciudad, entre la zona del puente de Azarquiel y pasada la desembocadura del arroyo de la Rosa. Un proyecto subvencionado a través de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, financiado con fondos europeos Next Generation y que cuenta con un presupuesto base de licitación de 3.002.676 euros, según informó el Consistorio en rueda de prensa. Se trata de un proyecto presentado hace ya tres años , en 2022, por el anterior equipo de gobierno y del que el estudio de arquitectura 'Romero Vallejo' realizó una memoria para la renaturalización, urbana y fluvial de este tramo del río Tajo a su paso por la ciudad de Toledo. Fue uno de los 37 proyectos seleccionados en todo el país dentro de la convocatoria de la Fundación Biodiversidad y la Dirección General del Agua destinada a la mejora de ecosistemas fluviales y reducción del riesgo de inundaciones, en el marco del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea-NextGenerationEU. Según la memoria del proyecto presentado en su día en el Ayuntamiento, «la zona oeste del río Tajo a su paso por la ciudad de Toledo, se encuentra a día de hoy, en un mal estado de conservación ecológica. Siendo una de las zonas más utilizadas por la población para su ocio y esparcimiento dentro de la ciudad, para el desarrollo de este proyecto se plantea la ejecución de tres grandes actuaciones en dicho área con el fin de renaturalizar este espacio urbano fluvial y disminuir el riesgo de inundación, incrementando de este modo la resilencia y la biodiversidad de este ecosistema«. El proyecto fue presentado hace tres años por el Ayuntamiento de Toledo y fue evaluado y seleccionado entre numerosas propuestas por un comité formado por una presidencia y cuatro vocales. La intervención debería haber comenzado en 2023 y completarse antes del 31 de diciembre de 2025. El ámbito de actuación abarcaba una superficie de más de 91.000 metros cuadrados repartidos entre la zona de Safont, Huerta del Rey y la desembocadura del arroyo de la Rosa, enclaves con alta probabilidad de inundación, según el estudio. Los trabajos se estructuraban en tres líneas de intervención que combinan restauración ambiental y refuerzo de la resiliencia ante fenómenos extremos. La primera línea se centraba en la conservación del sistema ripario y del bosque de ribera para la recuperación de la vegetación autóctona, la mejora del suelo, el aumento de la cobertura vegetal y la creación de hábitats favorables para fauna silvestre, especialmente aves limícolas y pescadoras, algunas de ellas amenazadas, así como mamíferos y reptiles. El segundo eje del proyecto estaba dedicado a la lucha contra la erosión, con intervenciones entre el camino natural GR-113 y los terrenos agrícolas colindantes. El objetivo es estabilizar el suelo, recuperar estructura y frenar procesos que deterioran el cauce y su entorno. Y la tercera actuación consistía en crear una nueva masa de frondosas entre ese camino y los campos de cultivo. La convocatoria a la que se acogió el Ayuntamiento forma parte de un programa nacional dotado con 75 millones de euros para toda España, con una cuantía máxima de cuatro millones por proyecto . Está dirigida a municipios y entidades locales con el fin de fomentar la restauración de cauces fluviales y la mitigación del riesgo de inundaciones mediante la aplicación de soluciones basadas en el funcionamiento natural de los ecosistemas. La Fundación Biodiversidad, que canaliza esta financiación, fue creada en 1998 como instrumento del Ministerio para la Transición Ecológica. Su misión es preservar la biodiversidad en todo el territorio nacional, y en los últimos años ha desempeñado un papel clave en la implementación de proyectos financiados con fondos europeos.

Abr 25, 2025 - 09:30
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Toledo recupera un proyecto de 2022 para evitar inundaciones de Azarquiel al arroyo de la Rosa por tres millones de euros
La Junta de Gobierno local del Ayuntamiento de Toledo ha autorizado el inicio del expediente para la redacción del proyecto y construcción de la obra de recuperación y reducción del riesgo de inundación de la ribera del Tajo en la zona oeste de la ciudad, entre la zona del puente de Azarquiel y pasada la desembocadura del arroyo de la Rosa. Un proyecto subvencionado a través de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, financiado con fondos europeos Next Generation y que cuenta con un presupuesto base de licitación de 3.002.676 euros, según informó el Consistorio en rueda de prensa. Se trata de un proyecto presentado hace ya tres años , en 2022, por el anterior equipo de gobierno y del que el estudio de arquitectura 'Romero Vallejo' realizó una memoria para la renaturalización, urbana y fluvial de este tramo del río Tajo a su paso por la ciudad de Toledo. Fue uno de los 37 proyectos seleccionados en todo el país dentro de la convocatoria de la Fundación Biodiversidad y la Dirección General del Agua destinada a la mejora de ecosistemas fluviales y reducción del riesgo de inundaciones, en el marco del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea-NextGenerationEU. Según la memoria del proyecto presentado en su día en el Ayuntamiento, «la zona oeste del río Tajo a su paso por la ciudad de Toledo, se encuentra a día de hoy, en un mal estado de conservación ecológica. Siendo una de las zonas más utilizadas por la población para su ocio y esparcimiento dentro de la ciudad, para el desarrollo de este proyecto se plantea la ejecución de tres grandes actuaciones en dicho área con el fin de renaturalizar este espacio urbano fluvial y disminuir el riesgo de inundación, incrementando de este modo la resilencia y la biodiversidad de este ecosistema«. El proyecto fue presentado hace tres años por el Ayuntamiento de Toledo y fue evaluado y seleccionado entre numerosas propuestas por un comité formado por una presidencia y cuatro vocales. La intervención debería haber comenzado en 2023 y completarse antes del 31 de diciembre de 2025. El ámbito de actuación abarcaba una superficie de más de 91.000 metros cuadrados repartidos entre la zona de Safont, Huerta del Rey y la desembocadura del arroyo de la Rosa, enclaves con alta probabilidad de inundación, según el estudio. Los trabajos se estructuraban en tres líneas de intervención que combinan restauración ambiental y refuerzo de la resiliencia ante fenómenos extremos. La primera línea se centraba en la conservación del sistema ripario y del bosque de ribera para la recuperación de la vegetación autóctona, la mejora del suelo, el aumento de la cobertura vegetal y la creación de hábitats favorables para fauna silvestre, especialmente aves limícolas y pescadoras, algunas de ellas amenazadas, así como mamíferos y reptiles. El segundo eje del proyecto estaba dedicado a la lucha contra la erosión, con intervenciones entre el camino natural GR-113 y los terrenos agrícolas colindantes. El objetivo es estabilizar el suelo, recuperar estructura y frenar procesos que deterioran el cauce y su entorno. Y la tercera actuación consistía en crear una nueva masa de frondosas entre ese camino y los campos de cultivo. La convocatoria a la que se acogió el Ayuntamiento forma parte de un programa nacional dotado con 75 millones de euros para toda España, con una cuantía máxima de cuatro millones por proyecto . Está dirigida a municipios y entidades locales con el fin de fomentar la restauración de cauces fluviales y la mitigación del riesgo de inundaciones mediante la aplicación de soluciones basadas en el funcionamiento natural de los ecosistemas. La Fundación Biodiversidad, que canaliza esta financiación, fue creada en 1998 como instrumento del Ministerio para la Transición Ecológica. Su misión es preservar la biodiversidad en todo el territorio nacional, y en los últimos años ha desempeñado un papel clave en la implementación de proyectos financiados con fondos europeos.