Tall el-Hammam, la misteriosa ciudad que pudo ser la Sodoma bíblica, no fue destruida por un meteorito
En septiembre de 2021 la revista ' Scientific Reports ' publicó un artículo de investigadores norteamericanos en el que aseguraban que la antigua ciudad de Tall el-Hammam , en Oriente Medio, fue destruida por la explosión de un cuerpo celeste, posiblemente un meteorito. Desde hace años, Tall el-Hammam, que desapareció de forma misteriosa hace 3.650 años, ha estado en el centro de un intenso debate arqueológico e histórico. Algunos expertos han sugerido que podría tratarse de la ciudad bíblica de Sodoma , mencionada junto con Gomorra en el Antiguo Testamento como lugares destruidos por fuego divino debido a su corrupción. El equipo científico basó sus conclusiones en un estrato geológico de 1,5 metros de espesor, que contenía materiales altamente anómalos: fragmentos de cerámica fundida, ladrillos de barro con burbujas -como si hubieran hervido- y otros materiales parcialmente derretidos. Estas evidencias fueron interpretadas como resultado de temperaturas extremas, superiores a cualquier tecnología conocida de la Edad del Bronce. Los investigadores compararon el supuesto estallido con el evento Tunguska , un suceso real ocurrido en Siberia en 1903 que devastó más de 2.000 km² de bosque. Según los autores, lo sucedido en Tall el-Hammam fue aún más potente. Ahora, después de dos años desde que Springer Nature -empresa que posee 'Scientific Reports'- publicara una nota advirtiendo de que el artículo estaba en revisión por las quejas recibidas por el editor, finalmente la editorial ha tomado la decisión de retractar dicho estudio. Una resolución que ha provocado todo un polvorín en la comunidad científica. Las dudas sobre el trabajo comenzaron al poco de su publicación. Hilos en Twitter y en páginas como PubPeer (sitio web donde los usuarios pueden discutir y revisar investigaciones científicas) denunciaron que el estudio se basaba en datos inverificables, afirmaciones sin evidencia y errores metodológicos graves. Uno de los puntos más polémicos fue el uso de imágenes supuestamente manipuladas mediante técnicas de copy-paste, detectadas por usuarios al comparar zonas duplicadas en las mismas fotografías. Los propios autores admitieron alteraciones en varias decenas de imágenes, aunque justificaron que eliminaron elementos irrelevantes como "cintas métricas o dedos visibles», según escribían los autores en la citada corrección . En una segunda rectificación suscitada a raíz de una crítica por parte del físico Mark Boslough, quien afirmó que los autores habían etiquetado e interpretado datos de un anterior trabajo suyo de forma incorrecta, los autores se defendieron señalando que «ninguno de sus comentarios» era «relevante para la conclusión» del artículo original. »Creo que el patrón de problemas revelado en PubPeer fue abrumador«, señala Boslough al sitio Retractionwatch.com . «Sus pruebas simplemente no respaldaban sus conclusiones, y ocultaron la mayoría de los datos que, según afirmaban, constituían la base de muchos de sus gráficos, mapas e interpretaciones de edad». Boslough ya anticipa al mismo medio que la retractación de este artículo conducirá a un mayor escrutinio de otros trabajos del grupo, como un artículo de 2007 en ' Proceedings of the National Academy of Sciences ' (PNAS) que aporta supuestas pruebas de un impacto extraterrestre hace unos 13.000 años que, según dicen los mismos autores, condujo a la extinción de los mamuts lanudos y la cultura Clovis en América del Norte. «Tiene problemas similares de falta de transparencia, evidencia faltante o inexistente y malentendidos básicos de la física asociada con los impactos y las explosiones en el aire», dice Boslough. Los investigadores del artículo han hecho pública su opinión tras la retractación y afirman que «discrepan rotundamente» con la decisión de la editorial científica. «En un giro de los acontecimientos profundamente decepcionante y francamente repugnante, 'Nature Scientific Reports' ha tomado hoy la decisión de retractarse de uno de los artículos científicos más importantes y leídos de todos los tiempos», escribe en su blog George Howard, otro de los autores del estudio, quien afirma que «tras años de acoso incesante» al editor jefe de la editorial, «finalmente lo han obligado a ceder». «No hay duda de que estos cretinos llorones estarán descorchando champán esta noche, pero su corrupción del proceso científico acabará siendo su perdición», remata, no sin antes apuntar a que está «intensificando los esfuerzos para difundir el conocimiento del fraude científico perpetrado por Sun et al. (2020) contra la Hipótesis del Impacto del Dryas Reciente en la revista Science Advances, que al momento de escribir esto no ha sido retractado y ni siquiera está siendo investigado por los editores». «El tribunal de la opinión pública es mucho más poderoso que un hachador en las sombras que llena el buzón de entrada de un editor corrupto y, con suficiente exposición, confío en que podamos retractarnos también de ese artículo fraudulento», concluye. Pese a
En septiembre de 2021 la revista ' Scientific Reports ' publicó un artículo de investigadores norteamericanos en el que aseguraban que la antigua ciudad de Tall el-Hammam , en Oriente Medio, fue destruida por la explosión de un cuerpo celeste, posiblemente un meteorito. Desde hace años, Tall el-Hammam, que desapareció de forma misteriosa hace 3.650 años, ha estado en el centro de un intenso debate arqueológico e histórico. Algunos expertos han sugerido que podría tratarse de la ciudad bíblica de Sodoma , mencionada junto con Gomorra en el Antiguo Testamento como lugares destruidos por fuego divino debido a su corrupción. El equipo científico basó sus conclusiones en un estrato geológico de 1,5 metros de espesor, que contenía materiales altamente anómalos: fragmentos de cerámica fundida, ladrillos de barro con burbujas -como si hubieran hervido- y otros materiales parcialmente derretidos. Estas evidencias fueron interpretadas como resultado de temperaturas extremas, superiores a cualquier tecnología conocida de la Edad del Bronce. Los investigadores compararon el supuesto estallido con el evento Tunguska , un suceso real ocurrido en Siberia en 1903 que devastó más de 2.000 km² de bosque. Según los autores, lo sucedido en Tall el-Hammam fue aún más potente. Ahora, después de dos años desde que Springer Nature -empresa que posee 'Scientific Reports'- publicara una nota advirtiendo de que el artículo estaba en revisión por las quejas recibidas por el editor, finalmente la editorial ha tomado la decisión de retractar dicho estudio. Una resolución que ha provocado todo un polvorín en la comunidad científica. Las dudas sobre el trabajo comenzaron al poco de su publicación. Hilos en Twitter y en páginas como PubPeer (sitio web donde los usuarios pueden discutir y revisar investigaciones científicas) denunciaron que el estudio se basaba en datos inverificables, afirmaciones sin evidencia y errores metodológicos graves. Uno de los puntos más polémicos fue el uso de imágenes supuestamente manipuladas mediante técnicas de copy-paste, detectadas por usuarios al comparar zonas duplicadas en las mismas fotografías. Los propios autores admitieron alteraciones en varias decenas de imágenes, aunque justificaron que eliminaron elementos irrelevantes como "cintas métricas o dedos visibles», según escribían los autores en la citada corrección . En una segunda rectificación suscitada a raíz de una crítica por parte del físico Mark Boslough, quien afirmó que los autores habían etiquetado e interpretado datos de un anterior trabajo suyo de forma incorrecta, los autores se defendieron señalando que «ninguno de sus comentarios» era «relevante para la conclusión» del artículo original. »Creo que el patrón de problemas revelado en PubPeer fue abrumador«, señala Boslough al sitio Retractionwatch.com . «Sus pruebas simplemente no respaldaban sus conclusiones, y ocultaron la mayoría de los datos que, según afirmaban, constituían la base de muchos de sus gráficos, mapas e interpretaciones de edad». Boslough ya anticipa al mismo medio que la retractación de este artículo conducirá a un mayor escrutinio de otros trabajos del grupo, como un artículo de 2007 en ' Proceedings of the National Academy of Sciences ' (PNAS) que aporta supuestas pruebas de un impacto extraterrestre hace unos 13.000 años que, según dicen los mismos autores, condujo a la extinción de los mamuts lanudos y la cultura Clovis en América del Norte. «Tiene problemas similares de falta de transparencia, evidencia faltante o inexistente y malentendidos básicos de la física asociada con los impactos y las explosiones en el aire», dice Boslough. Los investigadores del artículo han hecho pública su opinión tras la retractación y afirman que «discrepan rotundamente» con la decisión de la editorial científica. «En un giro de los acontecimientos profundamente decepcionante y francamente repugnante, 'Nature Scientific Reports' ha tomado hoy la decisión de retractarse de uno de los artículos científicos más importantes y leídos de todos los tiempos», escribe en su blog George Howard, otro de los autores del estudio, quien afirma que «tras años de acoso incesante» al editor jefe de la editorial, «finalmente lo han obligado a ceder». «No hay duda de que estos cretinos llorones estarán descorchando champán esta noche, pero su corrupción del proceso científico acabará siendo su perdición», remata, no sin antes apuntar a que está «intensificando los esfuerzos para difundir el conocimiento del fraude científico perpetrado por Sun et al. (2020) contra la Hipótesis del Impacto del Dryas Reciente en la revista Science Advances, que al momento de escribir esto no ha sido retractado y ni siquiera está siendo investigado por los editores». «El tribunal de la opinión pública es mucho más poderoso que un hachador en las sombras que llena el buzón de entrada de un editor corrupto y, con suficiente exposición, confío en que podamos retractarnos también de ese artículo fraudulento», concluye. Pese a la retractación del estudio sobre Tall el-Hammam, el misterio en torno a Sodoma y Gomorra continúa. La falta de consenso científico y las tensiones entre arqueología, religión y ciencia siguen alimentando uno de los grandes enigmas de la historia antigua.
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