Sargadelos notifica el despido de varios empleados de la fábrica de Cervo
La compañía va a suprimir puestos de trabajo sometidos a una exposición de polvo de sílice.

Sargadelos ha comunicado el despido de varios empleados de la fábrica de la localidad lucense de Cervo por "causas objetivas", según La Voz de Galicia y fuentes próximas a la compañía consultadas por Europa Press. Sobre dicha empresa pesa un expediente laboral abierto por la Inspección de Trabajo por deficiencias en materia de seguridad.
Según el medio gallego citado, la emblemática firma de cerámica gallega se ha visto obligada a modificar su departamento de producción y reducir su actividad. Por ello, se van a suprimir puestos de trabajo que someta a los empleados a una exposición de polvo de sílice. Este fue uno de los motivo por el que Inspección de Trabajo abrió un expediente. Dos trabajadoras desarrollaron silicosis.
Incapaz de cumplir la normativa
El expediente de Trabajo, que detectó hasta 36 incidencias, fue el que provocó una reacción por parte del dueño de Sargadelos, Segismundo García, en forma de pulso. El propietario se ve "incapaz" de cumplir con "toda la normativa" para garantizar la salud de sus empleados e instar a la autoridad laboral a que sea ella la que "clausure" la planta.
El empresario, Segismundo García, administrador único de Sargadelos, tiene seis meses desde el momento de la notificación para cumplir con los requerimientos, si bien el plazo será a contar desde el momento en que tenga permiso del departamento de Patrimonio de la Xunta para aquellas actuaciones que afecten al edificio, declarado como bien de interés cultural (BIC).
El cierre de cuatro días
A comienzos de mes, García mantuvo cerradas las instalaciones para la plantilla de producción durante cuatro días, jornadas que los empleados pasaron a las puertas de la factoría. Aseguraba que lo hacía para preservar su salud y ante la mencionada "incapacidad" para aplicar la normativa en materia de seguridad laboral.
Dicha situación terminó con un acuerdo con la Xunta —con el conselleiro de Emprego, José González— que implicaba la realización de un estudio sobre mejoras, si bien no se precisaron fechas ni actuaciones concretas, ni si habrá alguna partida para la compañía.
Durante el tiempo que duró el cierre —el dueño de la empresa no inició ningún expediente de regulación ni inició los trámites para cerrar el negocio—, Segismundo García planteó a la plantilla de producción firmar un documento según el cual accedía a la planta bajo su responsabilidad o adelantar parte de sus vacaciones. Una parte reducida aceptó una u otra alternativa, y la mayoría permaneció fuera.
Finalmente, la normalidad volvió a la fábrica, en la que este viernes ha sido notificado más de un despido. La factoría carece de representación sindical, tras años de conflictividad, despidos y acusaciones a Segismundo García de "persecución sindical". Sin embargo, los responsables de CCOO, UGT y CIG asesoran a los trabajadores desde que estalló el conflicto.