Rajoy y el tabernero rabioso

Supongo que a aquellos que insistieron para llevar al ex presidente Rajoy ante la «vergonzante comisión de investigación parlamentaria de los siete votos» se les habrán quitado las ganas de repetir la operación. La vuelta de Rajoy al Parlamento en calidad de compareciente ha dejado tres damnificados malheridos y presas de sus propias incapacidades.El primero … Continuar leyendo "Rajoy y el tabernero rabioso"

Mar 8, 2025 - 08:43
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Rajoy y el tabernero rabioso

Supongo que a aquellos que insistieron para llevar al ex presidente Rajoy ante la «vergonzante comisión de investigación parlamentaria de los siete votos» se les habrán quitado las ganas de repetir la operación. La vuelta de Rajoy al Parlamento en calidad de compareciente ha dejado tres damnificados malheridos y presas de sus propias incapacidades.

El primero y más llamativo por el troleo al que fue sometido por el ex mandatario no es otro que el tal Rufián, que se creyó iba de merienda a la Moreneta como telonero del beatífico Junqueras. Es tal la chulería que le embarga que ha terminado por convertirse en graciosillo, salvo que su soldada y sus gastos resultan carísimos para los contribuyentes. Rufián es el clásico tipo sin lecturas que ha terminado tras superar con creces sus expectativas de carrera y dinerarias a costa de los españoles, desde luego muy superiores a lo que su talento podría aspirar en la vida civil, por creerse que es de verdad. Sus palabras icónicas por repetidas son: fascismo, ultraderecha, trinkones. Luego, viene Florentino y Feijóo. Y de ahí no sale. Al módico precio de 130.000 euros (más gastos) que le pagan gentes que no llegan ni a los 16.000 euros y se parten el lomo de sol a sol. Él sabe de eso…

Los sonoros sopapos caritativos que le propinó el «político de derechas y de provincias» son el hazmerreír y el elemento de chacota para jolgorio del respetable, tan ávido de divertimento ante el triste panorama patrio que nos alumbra. Primero, estudiar, aprender; luego, sacar pecho. Dice que necesita un enemigo para paliar su «rabia de clase». Elija otros lares para tal menester. En democracia, que lo confunde todo porque sabe de nada, sólo hay adversarios. ¡Donde no hay mata…!

La segunda fue la buena de Belarra, incapaz de sacar a Mariano de su cómodo asiento. Eso sí logró que al final el compareciente se descarallase de risa y, al final, logró hasta que insultara a los gallegos. En fin…

La gran andanada colectiva y la más históricamente decisiva fue directa al corazón de los «indignos» diputados socialistas que asistían perplejos ante el hecho de que un ex presidente que salvó a España del golpe secesionista y consiguió dar la vuelta a la triste y ruinosa herencia de Zapatero, fuera directamente a la yugular. Se notó silencio y acojono entre esas filas.

El columnista tiene para sí que si Rajoy se hubiera conducido de igual guisa en los meses finales de su mandato, cuando la moción de Sánchez&Ábalos por corrupción (¡manda carallo, por corrupción invocada por estos señores!), es muy posible que todo lo increíblemente perverso ocurrido durante los siete años de Sánchez en el poder no hubiera ocurrido.

¡En fin!