Qué tipos de sillas de ruedas existen y cómo elegir la más adecuada: "Debe ser un proceso individualizado"
Terapeutas ocupaciones del CEAPAT explican cómo elegir la silla de ruedas más adecuada para cada usuario.

En España, según datos de Cocemfe (Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica), unas 550.000 personas usan productos o tecnologías de apoyo a la movilidad, muchos de ellos, sillas de ruedas. Sin embargo, no todas sillas valen para todas las personas con movilidad reducida. De hecho, además de la patología que provoque la movilidad reducida o del grado de esta, hay muchas cosas a tener en cuenta a la hora elegir la mejor silla de ruedas, ya sea la edad, la actividad que realice esta persona o las características de la persona que le asiste, si es el caso.
Para aproximarnos a los distintos tipos de sillas existentes en el mercado y cuál es el adecuado en cada caso, consultamos a expertos del CEAPAT, (Centro de Referencia Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas), que si algo quisieron dejar claro es que "no existe un tipo de silla de ruedas universal", ni siquiera cuando se trata de la misma enfermedad o patología.
¿Cuántos tipos de sillas de ruedas existen?
Modelos e incluso marcas de sillas de ruedas, hay muchísimas en el mercado, pero, en general, existen grandes grupos que tienen que estar diseñadas para responder a distintas necesidades, según marca la norma UNE-EN ISO 9999. Productos de apoyo. Clasificación y terminología, "es la que usamos en el Catálogo del Ceapat y es una clasificación funcional, y establece dos grandes grupos: Sillas de ruedas manuales y Sillas de ruedas motorizadas, explican.
Estos dos grupos se dividen en subcategorías según la forma de conducción o propulsión. Así, según esta norma, encontramos sillas de ruedas de manuales (con opciones de cambios de postura: basculación, elevación de reposapiés, reclinación de respaldo, bipedestación…), sillas de ruedas manuales controladas por el usuario o Sillas de ruedas manuales controladas por asistente, y sillas de ruedas motorizadas (con opciones de cambios de postura: basculación, elevación de reposapiés, reclinación de respaldo, elevación de asiento, bipedestación…), sillas de ruedas de propulsión eléctrica y dirección manual, sillas de ruedas de propulsión eléctrica manejadas por el usuario o sillas de ruedas de propulsión eléctrica manejadas por un asistente.
¿Existe un tipo de silla de ruedas recomendada para cada usuario? Sí, la que facilite su participación en la sociedad
Como aclaran desde CEAPAT, no es suficiente con decir que un determinado tipo de silla sirve, por ejemplo, para una persona con una lesión medular u otro para personas que tienen una enfermedad neuromuscular. Por eso insisten en que "no existe un tipo de silla de ruedas universal para cada enfermedad o lesión. La selección de una silla de ruedas debe ser un proceso individualizado, basado en una evaluación integral del usuario, de sus necesidades presentes y futuras, su entorno y sus objetivos de movilidad e independencia".
Nos ponen algunos ejemplos:
• Una persona puede tener una lesión medular y además un problema cardíaco o respiratorio que le impida la propulsión de una silla de ruedas manual. Si además se desplaza en un entorno con grandes pendientes, es necesaria una silla motorizada o un motor que se añade a la silla de ruedas manual.
• Si es un asistente quien empuja la silla, hay que considerar si éste tiene la fuerza y resistencia suficientes para hacerlo en el recorrido y entorno habitual. Puede ser necesario un motor auxiliar o una silla motorizada.
• En enfermedades degenerativas, es recomendable optar por una silla con opciones de cambios de postura, y si la silla es motorizada, además debería disponer de una electrónica avanzada para poder utilizar mandos alternativos de conducción y control de las funciones de ésta. Se podría incluso, con el propio mando de la silla controlar otros dispositivos, como un ordenador o el teléfono inteligente.
• En el caso de los niños, la selección es más compleja, ya que se encuentran en fase de crecimiento y desarrollo psicomotor. La silla debe fomentar su autonomía, exploración del entorno y aprendizaje y disponer de opciones de ajuste para ir adaptándose a los cambios.
La silla más adecuada será, por tanto, aquella se adapte a las necesidades de cada usuario y estará destinada a fomentar la máxima autonomía y participación del usuario en la sociedad, "tal como se define en la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la participación se refiere al "involucramiento del sujeto en situaciones vitales".
Por lo tanto, la selección de una silla de ruedas debe centrarse en promover la participación activa de la persona en sus actividades cotidianas, asegurando que la opción elegida se adapte a sus capacidades funcionales y facilite su integración en los diversos entornos en los que se desenvuelve. Esta participación incluye la vida comunitaria y social".
Los accesorios, casi tan importantes como las ruedas
Una silla de ruedas tiene dos partes: el chasis, o estructura que permite el desplazamiento, y el soporte corporal, que son las piezas en las que se apoya el cuerpo (asiento, respaldo, reposabrazos…), "la elección y el ajuste adecuado de ambos componentes es esencial para garantizar un desplazamiento eficiente, la comodidad del usuario y la facilidad de manejo por parte del asistente".
Además de todo ello, en ocasiones puede ser necesario usar otro tipo de accesorios especiales, como reposacabezas, reposapiés elevables o cojines posturales, "son necesarios en casos donde el soporte postural 'de serie' no proporciona la comodidad y estabilidad suficiente y/o hay que prevenir la aparición de complicaciones, como las ulceras por presión.
Un usuario: varias sillas
¿Verdad que no nos ponemos el mismo calzado cuando vamos a una boda, salimos a hacer deporte o caminar por el campo? Pues con las sillas de ruedas pasa lo mismo. Así, aunque un usuario tenga una silla 'estándar' que utilice a diario para desplazarse, por ejemplo, de casa al trabajo o salir a dar una vuelta, quizás sea deportista y necesite otra adaptada al deporte que practique o una plegable cuando desplaza en coche.
Por eso, en algunos casos, un mismo usuario podría requerir más de una silla de ruedas en función de sus actividades y entornos. Desde CEAPAT ponen algunos ejemplos:
• Viajes: Una persona puede tener una silla principal funcional y ergonómica que no es plegable o resulta voluminosa para ciertos entornos. En estos casos, puede optar por una segunda silla más ligera y compacta para viajes o desplazamientos específicos.
• Uso deportivo o recreativo: Para la práctica de deportes adaptados, algunos usuarios pueden requerir sillas especializadas con diseños aerodinámicos y materiales ultraligeros.
• Entornos laborales o escolares: Dependiendo del entorno donde se desenvuelve el usuario, podría requerir una silla con características específicas para su desempeño diario.
• Transporte y vehículos adaptados: Muchas sillas de ruedas presentan dificultades para ser transportadas en vehículos debido a su peso y tamaño. Además, la adaptación de un coche para el transporte de ciertas sillas puede resultar costosa, lo que hace necesario disponer de una segunda silla más compacta y fácil de manipular para estos casos.
• Silla de repuesto: Algunos usuarios cuentan con una silla adicional, porque si su silla principal se avería, podrían quedar inmovilizados en casa, sin posibilidad de desplazarse o realizar sus actividades diarias.
¿Quiénes intervienen -o deberían- en la elección de una silla de ruedas?
La elección de una silla de ruedas es un proceso complejo que requiere evaluar múltiples factores. El usuario, en cualquier caso, debe ser el protagonista de esta decisión, ya que conoce mejor que nadie sus necesidades, preferencias y estilo de vida. Además, también es fundamental la opinión de las personas que forman parte de su día a día, como familiares, asistentes, docentes o el personal de la residencia en la que vive, si este es el caso.
El asesoramiento debe ser realizado por "profesionales especializados en rehabilitación (médico rehabilitador, fisioterapeuta o terapeuta ocupacional), y el ajuste debe ser llevado a cabo por un técnico ortopédico especializado en sillas de ruedas. El trabajo interdisciplinar de estos profesionales es clave para asegurar que la silla seleccionada se adapte correctamente a las necesidades del usuario", insisten los terapeutas ocupacionales.
Además, la persona encargada de la valoración o prescripción debería proporcionar "un informe detallado con las especificaciones, medidas y accesorios recomendados para la silla de ruedas. Este documento servirá como una guía clara para todos los involucrados y garantizará que se respeten los requisitos técnicos y ergonómicos necesarios".
Las sillas que vienen…
En los últimos años, tanto las sillas de ruedas manuales como las motorizadas han experimentado importantes avances tecnológicos que mejoran la autonomía y calidad de vida de los usuarios. Hay cada vez más posibilidades de personalización para adecuarse a las capacidades y necesidades de la persona.
En el caso de las sillas de ruedas manuales, desde CEAPAT adelantan que "se están desarrollando estructuras y materiales cada vez más ligeros y resistentes, lo que facilita su manejo sin comprometer la durabilidad. También han surgido sistemas de asistencia eléctrica para la propulsión, que permiten reducir el esfuerzo físico del usuario sin perder la funcionalidad de una silla manual. Incorporar un motor a este tipo de sillas amplía las posibilidades de movilidad en diferentes entornos y minimiza la sobrecarga fisiológica, como el gasto energético y el aumento de la frecuencia cardíaca asociados a la propulsión manual.
Por otro lado, las sillas de ruedas electrónicas han evolucionado hasta el punto de que personas con fuerza limitada o mínima pueden desplazarse de forma autónoma, cambiar de postura y manejar dispositivos electrónicos del entorno, como ordenadores, teléfonos y otros aparatos, incluso sin necesidad de utilizar las manos.
Sin embargo, todavía hay mucho margen de mejora, y para el futuro, desde CEAPAT, se plantean varios retos: "reducir el peso de las sillas motorizadas sin comprometer su funcionalidad y autonomía, la posibilidad de detección de obstáculos al conducir la silla de ruedas si el usuario no puede detectarlos con seguridad".
Como avances que están al caer, "los desarrollos en interfaces cerebro-máquina, inteligencia artificial y sistemas de control cada vez más intuitivos y sencillos, que ya se están utilizando en otros dispositivos de uso masivo, abrirán nuevas oportunidades para los usuarios con movilidad reducida"
Podeis encontrar información adicional sobre sillas de ruedas en los siguiente enlaces y vídeos:
Blog del Ceapat: https://blogceapat.imserso.es/productos-apoyo/sillas-de-ruedas
Catálogo de productos de apoyo del Ceapat, Sillas de ruedas.
Vídeos del canal de YouTube del Ceapat.