La clave para cambiar un hábito por completo según el doctor Alonso Puig: "Te tienes que identificar con una persona distinta"
Los mensajes sobre los que asentamos nuestros actos son fundamentales para empezar a modificar aquellas cosas que no nos gustan. Un prestigioso médico y conferenciante nos da las claves para lograr ese cambio que parece imposible.

A menudo nos planteamos cuestiones que nos gustaría modificar de nosotros mismos y nuestro devenir, pero no conseguimos materializarlo por más que lo intentamos. Según el doctor, divulgador y escritor español, Mario Alonso Puig, que trabaja para potenciar las capacidades humanas y la gestión del cambio, entre otras aptitudes y actitudes, conseguir el éxito en un cambio de hábito va a depender de que nos identifiquemos con una persona distinta.
Esta afirmación, que puede sonar un poco extraña, lo que pretende trasladarnos es que, para modificar algo que no queremos, primero debemos visualizarlo, y vernos como esa persona que ya no hace eso que nos molesta; se trata de modificar nuestra identidad, en definirnos como realmente queremos vernos.
Esto es lo que debes hacer si te has propuesto cambiar un hábito
Lanzar campanas al vuelo, exteriorizando que queremos cambiar esto o aquello es un ejercicio fácil pero, lamentablemente, poco fructífero en la mayoría de los casos. De nada sirve, según el doctor Puig, decir que queremos cambiar: lo importante es visualizarnos en ese cambio, 'convirtiéndonos' en otra persona.
Mario Alonso Puig insiste en que la clave para afianzar nuevos hábitos, esos que queremos conseguir, es centrarnos en mostrar una nueva identidad. Es decir, no basta con intentar modificar esa conducta, sino transformar realmente la manera en la que nos definimos como persona.
El experto pone un ejemplo: si te has propuesto dejar de fumar, tienes que verte como esa persona saludable que no fuma, proyectarte en esa imagen, para conseguirlo. Si adoptas la identidad de un no fumador que está feliz por ello, será más fácil que no sabotees constantemente tu propósito, y vuelvas a caer en la tentación.
Cambiar un hábito no se consigue sólo modificando conductas
Como explica el doctor, hay algo que hacemos mal cuando nos planteamos nuevos propósitos: "no basta con intentar modificar una conducta, sino que hay que transformar la manera en la que nos estamos definiendo como personas. Las claves son la identidad y la disciplina".
Durante una entrevista de Carlos Herrera a Alonso Puig en Cope, el experto aseguraba que es absolutamente imprescindible para cambiar un hábito "que empecemos a identificarnos con una persona distinta". Pero el médico no se refiere a que busquemos un mentor que nos guíe, o que nos fijemos en alguien a quien admiramos e intentemos imitarle. En absoluto. La idea es "modificar nuestras creencias sobre la propia identidad".
Y añadía: "si yo me identifico como persona que fuma, es tal el apego que tendré a esa imagen que me he creado de mí mismo que lo más probable es que vaya a sabotear todo aquello que vaya en contra de esa imagen. Pensemos que, si no cambiamos la forma en la que nos vemos, ¿cómo conseguiremos cambiar los hábitos que no nos gustan?".
Los mensajes que debemos enviarnos para lograr el cambio
La clave del éxito para conseguir modificar un hábito está en cómo conseguimos vernos lográndolo. "El quid de la cuestión está en identificarnos con la persona que queremos llegar a ser, en definirnos en base a cómo queremos vernos. Se trata de un cambio profundo en nuestra narrativa interna, y se necesita paciencia para lograrlo".
Si queremos conseguir un objetivo, es importante que comencemos a regalarnos mensajes en esa dirección, repitiéndolos constantemente y poniendo en práctica pequeños gestos en la dirección adecuada. La clave del éxito es ir poco a poco hacia la nueva identidad, felicitándonos por ello y animándonos a continuar hasta que el hábito se consolide.
Si empezamos apuntando demasiado alto, y queremos resultados inmediatos, lo más probable es que fracasemos. Por eso, hay que ir progresivamente, fijándonos objetivos alcanzables para ir superando pequeñas metas. No hay que olvidar felicitarnos por los logros, e incluso ir apuntándolos, y reforzar nuestra 'nueva' identidad con mensajes positivos cada vez que consigamos una acción que nos encamina hacia nuestro objetivo final.