¿Qué tan malo puede ser usar bloqueador expirado? Este error puede costarte la piel
Puede parecer inofensivo: encuentras una botella de bloqueador solar de quién sabe cuánto tiempo y decides usarla. Pero cuidado. Usar bloqueador solar expirado no solo es ineficaz, también puede dejarte vulnerable a quemaduras, envejecimiento prematuro… e incluso cáncer de piel. Cada año, millones de personas confían en el protector solar para resguardarse de los rayos […]

Puede parecer inofensivo: encuentras una botella de bloqueador solar de quién sabe cuánto tiempo y decides usarla. Pero cuidado. Usar bloqueador solar expirado no solo es ineficaz, también puede dejarte vulnerable a quemaduras, envejecimiento prematuro… e incluso cáncer de piel.
Cada año, millones de personas confían en el protector solar para resguardarse de los rayos UV, pero pocos revisan la fecha de caducidad en la botella. Y aunque a simple vista parezca que el producto está “bien”, sus ingredientes activos podrían estar degradados y perder su efectividad sin previo aviso.
¿Cuánto dura un bloqueador solar?
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos exige que los protectores solares conserven su potencia durante al menos tres años desde su fabricación. Eso significa que, si no ha vencido y ha sido almacenado correctamente, podrías reutilizar tu bloqueador sin problema durante algunos veranos.
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Sin embargo, hay un gran “pero”. Si no ves una fecha de caducidad impresa, deberías anotar con marcador la fecha en que lo compraste y desecharlo al cumplir tres años. Y si el empaque dice claramente que está vencido, tíralo; punto.
El enemigo invisible: calor, luz y tiempo
Los ingredientes activos como oxibenzona y homosalato en los protectores químicos, o el óxido de zinc en los físicos, pueden descomponerse al estar expuestos a temperaturas elevadas o luz solar directa. Dejar el bloqueador dentro del coche, la playa o la mochila del gimnasio puede acelerar este proceso. El resultado: una fórmula inestable que ya no te protege… aunque la textura y el aroma parezcan normales.
Algunas señales de advertencia
- Cambio de color o consistencia
- Olor rancio o diferente
- Separación del contenido
- Envase dañado o deformado
Si notas alguna de estas señales, no te arriesgues. Tu piel no debería ser el campo de prueba de una fórmula degradada.
¿Qué pasa si usas protector solar expirado?
Una falsa sensación de protección. Y eso puede ser más peligroso que no usar nada. El protector vencido puede dejarte vulnerable a los rayos UVA y UVB, lo cual aumenta tu riesgo de:
- Quemaduras solares dolorosas
- Daño celular profundo
- Fotoenvejecimiento (manchas, arrugas, pérdida de elasticidad)
- Y lo más grave: cáncer de piel
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Además, el FPS (Factor de Protección Solar) solo protege por dos horas después de la aplicación, incluso si está en buen estado. Por eso los dermatólogos insisten en reaplicar constantemente, sobre todo si estás sudando o después de nadar.
¿Y si no tengo otra opción?
Digamos que estás en la cima de una montaña, en la playa más remota o atrapado en un viaje y tu único protector está vencido hace poco. En ese caso, los expertos sugieren que un bloqueador físico con óxido de zinc o dióxido de titanio podría darte algo de defensa. Pero solo si no huele raro, no cambió de color ni textura, y no pasó más de seis meses desde su fecha de vencimiento. No es lo ideal, pero entre eso y nada, es preferible una protección mínima.
La solución real: úsalo bien y úsalo todo
Los dermatólogos coinciden en algo claro: si te dura más de un año, probablemente no estás usando suficiente.
De acuerdo con la FDA, para proteger adecuadamente cara y cuerpo, necesitas al menos 30 ml (una onza o el equivalente a un caballito tequilero) por aplicación. Un frasco de 120 ml solo alcanzaría para unas cuatro aplicaciones completas. Así que no temas vaciar esa botella, porque la protección no está en tenerla… sino en usarla.
No dejes tu piel al azar. El protector solar caducado no es un juego, es un riesgo silencioso. La próxima vez que vayas a untarte “ese bloqueador viejo que sobró de hace unos años”, piensa dos veces. Tu piel, tu salud… y tu futuro, te lo agradecerán.