La última vez que asistí al TAC de una imagen fue al de la Pastora de Santa Marina en la Cruz Roja de Capuchinos. El entorno estremecía: profesionales de la radiología alrededor de los aparatos y de la máquina en la que entraba la talla como lo hacemos los mortales. Lo más sobrecogedor fue cuando la misma máquina le decía a la Pastora: «Respire. No respire.» Verás si la máquina se lo dice a la Macarena la sorpresa que se va a llevar. Poesía aparte, es una gran noticia para el mundo de las Artes y de la Historia que se someta a una prueba de este tipo a una de las dolorosas más importantes de la cristiandad. Sobre la...
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