Pensábamos que el color rojo en una galaxia nos indicaba que estaba muerta. Hay quien cree que nos equivocamos
Una forma sencilla y útil de saber si una galaxia es antigua o si por el contrario está repleta de nuevas formaciones estelares está en su color. La regla es sencilla: las galaxias más rojizas suelen ser más antiguas; las más azuladas, jóvenes. Jóvenes y rojas. Ahora un investigador de la Universidad de Missouri ha planteado una tercera vía, la posible existencia de galaxias de colores rojizos pero aún vivas, es decir, en pleno proceso de formación de nuevas estrellas. Entre otras implicaciones, esto podría significar que nuestro universo forma aún más estrellas de lo que creíamos. Rojas o azules. Las galaxias suelen ser categorizadas según el color de sus estrellas. Las estrellas azules suelen brillar con más fuerza durante menos tiempo, por lo que cuando los tonos azules predominan sabemos que nuevas estrellas se están aún formando. Las estrellas con tonos más cálidos resisten más por lo que cuando una galaxia muere, es decir, cuando deja de crear nuevas estrellas, estas estrellas más rojizas son lo que queda. Sin embargo hay algo que se nos escapa en esta hipótesis. Según explica Charles Steinhardt, autor del nuevo estudio, este modelo plantea ciertas inconsistencias, por ejemplo en los ratios entre masas estelares y masas de agujeros negros, y entre en las funciones de masa inicial de galaxias rojas y azules. En Xataka Hace años detectamos una extraña señal en el centro de la galaxia. Ahora tenemos una teoría: un nuevo tipo de materia oscura ¿Y si no están muertas? En un artículo publicado en la revista The Astrophysical Journal, Steinhardt plantea la existencia de una categoría diferente, galaxias rojas y jóvenes. La clave estaría en el hecho de que en estas galaxias, las estrellas formadas serían de menor masa y que por ello, también las más jóvenes brillarían con tonos rojizos. “Las galaxias formantes de estrellas rojas producen principalmente estrellas de poca masa, lo que las haría parecer rojas pese a los permanentes nacimientos de estrellas”, explica en una nota de prensa Steinhardt. Nacimiento y fusión. Una de las claves en esta hipótesis está en las galaxias post-estallido (post-starburst). Las galaxias pueden pasar de ser jóvenes productoras de estrellas a galaxias sin vida de dos formas. La primera, a través de una evolución lenta y natural; la segunda, tras un estallido de estrellas (starburst). Cuando dos galaxias colisionan, la materia de ambas se junta, acelerando el proceso de acumulación que da lugar a nuevas estrellas. Esto hace que la galaxia pase por una etapa de rápida formación de estrellas, una etapa que deja a la galaxia sin combustible. En su hipótesis, Steinhardt plantea la posibilidad, la de que algunas de estas galaxias hayan estado formando estrellas rojas y de pequeño tamaño desde el principio, y no ser el resultado de un estallido. Esta posibilidad implicaría, explica, tener que reclasificar algunas de las galaxias que conocemos. Más estrellas. La nueva hipótesis postula que las galaxias rojas siguen creando nuevas estrellas lo que a su vez implica que nuestro universo produce aún más estrellas de las que las que creíamos. “La existencia de estas galaxias puede significar que el universo ha formado una cantidad de estrellas significativamente mayor de lo antes estimado”, defiende Steinhardt. Las galaxias son formaciones complejas y es posible que aún desconozcamos detalles importantes sobre ellas. Detalles como los pormenores de sus ciclos de vida, añade el investigador. En Xataka | El James Webb ha encontrado una galaxia de cuando el universo tenía 330 millones de años. Esconde todo un enigma Imagen | ESA/Hubble & NASA, J. Kalirai, A. Milone - La noticia Pensábamos que el color rojo en una galaxia nos indicaba que estaba muerta. Hay quien cree que nos equivocamos fue publicada originalmente en Xataka por Pablo Martínez-Juarez .

Una forma sencilla y útil de saber si una galaxia es antigua o si por el contrario está repleta de nuevas formaciones estelares está en su color. La regla es sencilla: las galaxias más rojizas suelen ser más antiguas; las más azuladas, jóvenes.
Jóvenes y rojas. Ahora un investigador de la Universidad de Missouri ha planteado una tercera vía, la posible existencia de galaxias de colores rojizos pero aún vivas, es decir, en pleno proceso de formación de nuevas estrellas. Entre otras implicaciones, esto podría significar que nuestro universo forma aún más estrellas de lo que creíamos.
Rojas o azules. Las galaxias suelen ser categorizadas según el color de sus estrellas. Las estrellas azules suelen brillar con más fuerza durante menos tiempo, por lo que cuando los tonos azules predominan sabemos que nuevas estrellas se están aún formando. Las estrellas con tonos más cálidos resisten más por lo que cuando una galaxia muere, es decir, cuando deja de crear nuevas estrellas, estas estrellas más rojizas son lo que queda.
Sin embargo hay algo que se nos escapa en esta hipótesis. Según explica Charles Steinhardt, autor del nuevo estudio, este modelo plantea ciertas inconsistencias, por ejemplo en los ratios entre masas estelares y masas de agujeros negros, y entre en las funciones de masa inicial de galaxias rojas y azules.
¿Y si no están muertas? En un artículo publicado en la revista The Astrophysical Journal, Steinhardt plantea la existencia de una categoría diferente, galaxias rojas y jóvenes. La clave estaría en el hecho de que en estas galaxias, las estrellas formadas serían de menor masa y que por ello, también las más jóvenes brillarían con tonos rojizos.
“Las galaxias formantes de estrellas rojas producen principalmente estrellas de poca masa, lo que las haría parecer rojas pese a los permanentes nacimientos de estrellas”, explica en una nota de prensa Steinhardt.
Nacimiento y fusión. Una de las claves en esta hipótesis está en las galaxias post-estallido (post-starburst). Las galaxias pueden pasar de ser jóvenes productoras de estrellas a galaxias sin vida de dos formas. La primera, a través de una evolución lenta y natural; la segunda, tras un estallido de estrellas (starburst).
Cuando dos galaxias colisionan, la materia de ambas se junta, acelerando el proceso de acumulación que da lugar a nuevas estrellas. Esto hace que la galaxia pase por una etapa de rápida formación de estrellas, una etapa que deja a la galaxia sin combustible.
En su hipótesis, Steinhardt plantea la posibilidad, la de que algunas de estas galaxias hayan estado formando estrellas rojas y de pequeño tamaño desde el principio, y no ser el resultado de un estallido. Esta posibilidad implicaría, explica, tener que reclasificar algunas de las galaxias que conocemos.
Más estrellas. La nueva hipótesis postula que las galaxias rojas siguen creando nuevas estrellas lo que a su vez implica que nuestro universo produce aún más estrellas de las que las que creíamos. “La existencia de estas galaxias puede significar que el universo ha formado una cantidad de estrellas significativamente mayor de lo antes estimado”, defiende Steinhardt.
Las galaxias son formaciones complejas y es posible que aún desconozcamos detalles importantes sobre ellas. Detalles como los pormenores de sus ciclos de vida, añade el investigador.
Imagen | ESA/Hubble & NASA, J. Kalirai, A. Milone
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La noticia
Pensábamos que el color rojo en una galaxia nos indicaba que estaba muerta. Hay quien cree que nos equivocamos
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Pablo Martínez-Juarez
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