Pablo Iglesias se enfrenta a una multa de 4.501 euros por exceso de aforo en la Taberna Garibaldi
La Taberna Garibaldi, el bar que Pablo Iglesias, fundador de Podemos, abrió en el madrileño barrio de Lavapiés, vuelve a dar que hablar, y no por sus cañas o su menú. El Ayuntamiento de Madrid ha iniciado un expediente sancionador contra el local por un exceso de aforo grave: localizaron 55 personas en su interior, diez más de las 45 permitidas. Así lo confirmó ayer por la mañana el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, desde el estadio de Vallehermoso: «Pablo Iglesias no está al margen de la ley, tiene que cumplir las normas como todo hijo de vecino y, por tanto, si la Taberna Garibaldi tenía 55 personas cuando tiene un aforo permitido de 45 pues, como cualquier establecimiento que incumpla la normativa, va a ser sancionado». La multa propuesta por este comportamiento es de 4.501 euros. Tal y como ha podido saber este diario, la Garibaldi tiene también abierto un requerimiento para subsanar elementos no ajustados a la licencia, concretamente se localizaron dos elementos de reproducción sonora: un amplificador y dos altavoces conectados a un ordenador. Fuentes de Policía Municipal detallaron a Efe que han realizado ocho inspecciones en este negocio en el último año, dos de ellas de oficio, programadas previamente, y el resto por demanda vecinal. En una de esas inspecciones, acometida el pasado mes de enero, se registró exceso de aforo. «Dado que Iglesias está haciendo el 'crowdfunding' este ridículo a ver si tiene 15 segunditos de gloria que no tiene últimamente que con dinero pague la multa al Ayuntamiento, que además tendrá pronto pago», ironizó el primer edil. El que fuera vicepresidente del Gobierno publicó de hecho hace menos de un mes un vídeo para conseguir financiación mediante micromecenazgo y trasladar el negocio a un local más grande. «Buscamos un local más amplio para poder acoger más iniciativas culturales y actos políticos. Y todo gracias a Martínez (el facha) Almeida», anunciaba el negocio en redes sociales. A cambio, ofrecía a sus seguidores premios que iban desde un agradecimiento por correo electrónico hasta un vídeo cantando en función de las aportaciones de sus seguidores. Casi mil personas, anunciaba el bar en redes, habían participado ya en esta campaña de búsqueda de fondos. «La revolución era pasar la gorra» , le espetó Almeida en X. El origen de este encontronazo entre el alcalde y exlíder de los morados está en la puesta de largo del último libro de Iglesias, 'Enemigos íntimos'. A principios de abril, el exlíder de los 'morados' acusaba al alcalde de promover la «censura política» contra él al denegarle el permiso para utilizar el Centro Cultural El Pozo del Tío Raimundo. Martínez-Almeida invitaba entonces a Iglesias a que lo presentara «en la taberna Garibaldi», algo que finalmente hizo. Incluso más sonada que esta fue la presentación de 'Algo habremos hecho', de Irene Montero, exministra de Igualdad y pareja del líder de Podemos, que se celebró en enero también en la Garibaldi.
La Taberna Garibaldi, el bar que Pablo Iglesias, fundador de Podemos, abrió en el madrileño barrio de Lavapiés, vuelve a dar que hablar, y no por sus cañas o su menú. El Ayuntamiento de Madrid ha iniciado un expediente sancionador contra el local por un exceso de aforo grave: localizaron 55 personas en su interior, diez más de las 45 permitidas. Así lo confirmó ayer por la mañana el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, desde el estadio de Vallehermoso: «Pablo Iglesias no está al margen de la ley, tiene que cumplir las normas como todo hijo de vecino y, por tanto, si la Taberna Garibaldi tenía 55 personas cuando tiene un aforo permitido de 45 pues, como cualquier establecimiento que incumpla la normativa, va a ser sancionado». La multa propuesta por este comportamiento es de 4.501 euros. Tal y como ha podido saber este diario, la Garibaldi tiene también abierto un requerimiento para subsanar elementos no ajustados a la licencia, concretamente se localizaron dos elementos de reproducción sonora: un amplificador y dos altavoces conectados a un ordenador. Fuentes de Policía Municipal detallaron a Efe que han realizado ocho inspecciones en este negocio en el último año, dos de ellas de oficio, programadas previamente, y el resto por demanda vecinal. En una de esas inspecciones, acometida el pasado mes de enero, se registró exceso de aforo. «Dado que Iglesias está haciendo el 'crowdfunding' este ridículo a ver si tiene 15 segunditos de gloria que no tiene últimamente que con dinero pague la multa al Ayuntamiento, que además tendrá pronto pago», ironizó el primer edil. El que fuera vicepresidente del Gobierno publicó de hecho hace menos de un mes un vídeo para conseguir financiación mediante micromecenazgo y trasladar el negocio a un local más grande. «Buscamos un local más amplio para poder acoger más iniciativas culturales y actos políticos. Y todo gracias a Martínez (el facha) Almeida», anunciaba el negocio en redes sociales. A cambio, ofrecía a sus seguidores premios que iban desde un agradecimiento por correo electrónico hasta un vídeo cantando en función de las aportaciones de sus seguidores. Casi mil personas, anunciaba el bar en redes, habían participado ya en esta campaña de búsqueda de fondos. «La revolución era pasar la gorra» , le espetó Almeida en X. El origen de este encontronazo entre el alcalde y exlíder de los morados está en la puesta de largo del último libro de Iglesias, 'Enemigos íntimos'. A principios de abril, el exlíder de los 'morados' acusaba al alcalde de promover la «censura política» contra él al denegarle el permiso para utilizar el Centro Cultural El Pozo del Tío Raimundo. Martínez-Almeida invitaba entonces a Iglesias a que lo presentara «en la taberna Garibaldi», algo que finalmente hizo. Incluso más sonada que esta fue la presentación de 'Algo habremos hecho', de Irene Montero, exministra de Igualdad y pareja del líder de Podemos, que se celebró en enero también en la Garibaldi.
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