Ofensiva socialista contra TV3

El PSC quiere tomar el control de una TV3 que sigue en manos de radicales separatistas. Viendo algunos de los programas de la cadena de la Generalitat, parece como si el procés estuviera en su momento álgido, cuando Salvador Illa está vendiendo la moto de que la confrontación social acabó gracias a él y que … Continuar leyendo "Ofensiva socialista contra TV3"

May 7, 2025 - 19:24
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Ofensiva socialista contra TV3

El PSC quiere tomar el control de una TV3 que sigue en manos de radicales separatistas. Viendo algunos de los programas de la cadena de la Generalitat, parece como si el procés estuviera en su momento álgido, cuando Salvador Illa está vendiendo la moto de que la confrontación social acabó gracias a él y que Cataluña ha entrado en una nueva etapa de paz y prosperidad.

Ese mantra del PSC casa muy mal con el «puta España» que algunos de los humoristas de TV3 se empeñan en usar cada dos por tres. Esa mentira de Salvador Illa de que Cataluña ha dado un giro gracias a su gestión se desmiente día a día cuando desde los programas elaborados por productoras como la de Toni Soler se insiste en una España casposa, unos socialistas apaciguadores y unos separatistas siempre deseosos de revivir viejas glorias. De ahí que desde hace unas semanas veamos opiniones e informaciones de fuentes cercanas al PSC que cargan contra Toni Soler; contra humoristas cercanos a la CUP como Jair Domínguez, Joel Díaz o Modgi y contra los sectores más asilvestrados del separatismo en TV3.

Cuando Pere Aragonés gobernaba el PSC dio un golpe encima de la mesa pidiendo la cabeza de los ideólogos de un late show de TV3 por sus continuos ataques a los dirigentes socialistas. Y cuando Illa llegó a la Generalitat desde el gobierno autonómico dieron varios toques – vía CAC y mediante declaraciones públicas – contra el soviet de los humoristas separatistas que copan los contenidos cómicos en los medios de la Generalitat, y que los socialistas aún no se han atrevido a depurar.

El PSC ha iniciado ahora una ofensiva descarnada – mejor dicho, todo lo descarnada que puede ser una ofensiva dirigida por Illa – porque los socialistas no tienen el control absoluto de la política catalana y quieren asegurarse que TV3 no se les vuelva en su contra. Temen que la televisión de la Generalitat – el medio de comunicación más influyente en Cataluña – les cree problemas cuando tengan alguna crisis política de gravedad. Por esta razón algunas terminales mediáticas socialistas venden que gracias a Salvador Illa ha vuelto la normalidad institucional a Cataluña, pero que parte de TV3 se opone creando mal rollo lanzando mensajes que no recogen en absoluto lo que representa la mayoría de la sociedad catalana.

En esto el PSC tiene razón: TV3 no representa en absoluto a la mayoría de la sociedad catalana. De hecho, los dirigentes y los periodistas de esta televisión nunca lo han querido. Siempre fue una televisión nacionalista que quería extender el nacionalismo entre la mayoría de catalanes no nacionalistas. Durante el procés TV3 se dedicó a insultar cada día a más de la mitad de los catalanes, que no apoyaban el independentismo. Y el PSC no fue especialmente activo para detener eso. Ahora que gobiernan Cataluña no quieren una TV3 que sea un servicio público y que represente a la gran mayoría de los catalanes. Solo quieren controlarla para sus fines partidistas.

En las próximas semanas verán como personajes habituales en TV3, que hasta ahora eran prácticamente impunes, van a comenzar a recibir estopa por parte de medios y comunicadores que hasta ahora les dejaban tranquilos. El PSC ha abierto la veda y esto acabará con unas cuantas cabezas cortadas y con las productoras audiovisuales cediendo para poder seguir manteniendo el chiringuito y seguir cobrando de la Generalitat las generosas cantidades que la Generalitat les aporta. Por supuesto, en la nueva TV3 socialista se seguirá defendiendo el monolingüismo en catalán en la sociedad catalana, se elogiará la labor de Òmnium Cultural o Plataforma per la Llengua y se apoyarán los esfuerzos de los sindicatos del régimen para implantar un clima de exclusión lingüística de la lengua castellana. Pero eso al PSC no le molesta siempre que desaparezca el «puta España» de la pantalla – demasiado ruido para el gusto de Illa – y, sobre todo, no se cuestione la labor de los consellers socialistas.