No hay compra ética de armas. ¿Por qué Israel no y Marruecos sí?

España incumple cualquier baremo ético en lo que respecta al comercio de armas con países que vulneran los DDHH de manera sistemática. Israel ahora es inaceptable. Lo entiendo y comparto. ¿Pero por qué Arabia Saudí es aceptable? ¿Lo es Marruecos? ¿Lo es Turquía? ¿Lo es la India? ¿Lo es Brunei? ¿Lo es Egipto? La cancelación del contrato de compra de balas a una empresa de Israel para la Guardia Civil ha puesto sobre la mesa un debate al que es imposible resistir impoluto perteneciendo a un gobierno y por lo tanto a la gestión de un Estado que tiene la necesidad de comprar y autorizar la venta de armamento a terceros países. No existe la compra ética de armas, ni es posible apelar a la moral en este tema. Es algo que hay que obviar si se quiere participar en ese juego y es preceptivo entender la hipocresía del debate para no caer en la trampa del cinismo y a partir de ahí hacer un análisis realista de los discursos moralistas y que pretenden apelar a la verdad y la pureza.  El argumento de que es inaceptable comprar armamento a un país como Israel que está perpetrando un genocidio contra el pueblo palestino lo comparto, de hecho comparto que es inaceptable participar en forma alguna a través del comercio con países que incumplen los derechos humanos. Pero eso obligaría a una reestructuración integral de la contratación del Estado que es prácticamente imposible de llevar a cabo en un sistema globalizado en el que España está integrado y es socio y aliado de países que incumplen de manera sistemática esos derechos humanos sin que se pongan en el radar. La única manera ética de actuar es renunciar a las armas y no es ese un horizonte posible en un mundo convulso.  España incumple cualquier baremo ético en lo que respecta al comercio de armas con países que vulneran los DDHH de manera sistemática. Solo hay que fijarse en las estadísticas semestrales que se publican sobre material de defensa y de doble uso y atender a las restricciones que la JIMDUU (Junta interministerial de material de defensa y de doble uso) pone a ciertos países para no exportarles algún material o armamento y a qué países se autoriza sin atender a los mismos criterios por los que a otros se le niega. Sirva de ejemplo la negación del permiso para autorizar la venta de material antidisturbios a Cuba por el potencial incumplimiento de los derechos humanos en la represión de la disidencia y la autorización de venta de ese mismo material a Marruecos ignorando la represión sistemática del pueblo saharaui y la disidencia interna en el reino alauí. Da miedo ver en las estadísticas de España cómo se exportan “grilletes de cadena” a Marruecos. Se entiende cuando ese material se usa en la valla de Melilla para reprimir inmigrantes y hacernos el trabajo sucio, pero queda raro hablar de ética y derechos humanos.  No hay papel que aguante el concepto de ética y respeto a los derechos humanos cuando estamos hablando de exportación de armamento. La única manera ética de comprar armas a terceros países es no hacerlo; una vez aceptado este planteamiento cabe valorar cuál es el baremo o la línea roja que estamos dispuestos a sobrepasar. Israel ahora es inaceptable. Lo entiendo y comparto. ¿Pero por qué Arabia Saudí es aceptable? ¿Lo es Marruecos? ¿Lo es Turquía? ¿Lo es la India? ¿Lo es Brunei? ¿Lo es Egipto? ¿Eritrea? ¿Etiopía? Si atendemos a las estadísticas del último semestre de 2024, que son las últimas publicadas, el concepto de la ética no puede sostenerse en ningún modo sin necesidad de acudir a Israel.  El sultanato de Brunéi tiene en su legislación la lapidación hasta la muerte de las personas homosexuales y de los adúlteros. Pero eso no fue impedimento para en el primer semestre exportar material de defensa por valor de 75 millones de euros. Entiendo que es algo a lo que no le presta demasiada atención pero eso no implica que no sea igualmente indecente mantener acuerdos comerciales en defensa con quien mata a pedradas a los homosexuales.  Arabia Saudí es el país fuera de la OTAN con el que España mantiene una relación más fluida e intensa en la venta de armamento. Lidera todos los rankings de exportación de material de defensa y de doble uso. La ética, como en el resto de casos, no es uno de los preceptos establecidos en los pliegos de condiciones. No vamos a narrar nuevamente el cumplimiento de los DDHH de un país que descuartizó a un periodista en la embajada de Arabia Saudí en Estambul ni el uso que dará al armamento en su guerra con Yemen. No es preciso redundar en lo conocido.  En el mismo semestre se envió material de defensa para las Fuerzas Armadas de Burkina Faso que se encuentra inmersa en una guerra cruenta desde el año 2015 contra la insurgencia islamista y que según denuncias de Amnistía Internacional está inmersa en multitud de violaciones de derechos humanos tales como asesinatos a disidentes y desapariciones forzadas de activistas de derechos humanos

Abr 27, 2025 - 05:39
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No hay compra ética de armas. ¿Por qué Israel no y Marruecos sí?

No hay compra ética de armas. ¿Por qué Israel no y Marruecos sí?

España incumple cualquier baremo ético en lo que respecta al comercio de armas con países que vulneran los DDHH de manera sistemática. Israel ahora es inaceptable. Lo entiendo y comparto. ¿Pero por qué Arabia Saudí es aceptable? ¿Lo es Marruecos? ¿Lo es Turquía? ¿Lo es la India? ¿Lo es Brunei? ¿Lo es Egipto?

La cancelación del contrato de compra de balas a una empresa de Israel para la Guardia Civil ha puesto sobre la mesa un debate al que es imposible resistir impoluto perteneciendo a un gobierno y por lo tanto a la gestión de un Estado que tiene la necesidad de comprar y autorizar la venta de armamento a terceros países. No existe la compra ética de armas, ni es posible apelar a la moral en este tema. Es algo que hay que obviar si se quiere participar en ese juego y es preceptivo entender la hipocresía del debate para no caer en la trampa del cinismo y a partir de ahí hacer un análisis realista de los discursos moralistas y que pretenden apelar a la verdad y la pureza. 

El argumento de que es inaceptable comprar armamento a un país como Israel que está perpetrando un genocidio contra el pueblo palestino lo comparto, de hecho comparto que es inaceptable participar en forma alguna a través del comercio con países que incumplen los derechos humanos. Pero eso obligaría a una reestructuración integral de la contratación del Estado que es prácticamente imposible de llevar a cabo en un sistema globalizado en el que España está integrado y es socio y aliado de países que incumplen de manera sistemática esos derechos humanos sin que se pongan en el radar. La única manera ética de actuar es renunciar a las armas y no es ese un horizonte posible en un mundo convulso. 

España incumple cualquier baremo ético en lo que respecta al comercio de armas con países que vulneran los DDHH de manera sistemática. Solo hay que fijarse en las estadísticas semestrales que se publican sobre material de defensa y de doble uso y atender a las restricciones que la JIMDUU (Junta interministerial de material de defensa y de doble uso) pone a ciertos países para no exportarles algún material o armamento y a qué países se autoriza sin atender a los mismos criterios por los que a otros se le niega. Sirva de ejemplo la negación del permiso para autorizar la venta de material antidisturbios a Cuba por el potencial incumplimiento de los derechos humanos en la represión de la disidencia y la autorización de venta de ese mismo material a Marruecos ignorando la represión sistemática del pueblo saharaui y la disidencia interna en el reino alauí. Da miedo ver en las estadísticas de España cómo se exportan “grilletes de cadena” a Marruecos. Se entiende cuando ese material se usa en la valla de Melilla para reprimir inmigrantes y hacernos el trabajo sucio, pero queda raro hablar de ética y derechos humanos. 

No hay papel que aguante el concepto de ética y respeto a los derechos humanos cuando estamos hablando de exportación de armamento. La única manera ética de comprar armas a terceros países es no hacerlo; una vez aceptado este planteamiento cabe valorar cuál es el baremo o la línea roja que estamos dispuestos a sobrepasar. Israel ahora es inaceptable. Lo entiendo y comparto. ¿Pero por qué Arabia Saudí es aceptable? ¿Lo es Marruecos? ¿Lo es Turquía? ¿Lo es la India? ¿Lo es Brunei? ¿Lo es Egipto? ¿Eritrea? ¿Etiopía? Si atendemos a las estadísticas del último semestre de 2024, que son las últimas publicadas, el concepto de la ética no puede sostenerse en ningún modo sin necesidad de acudir a Israel. 

El sultanato de Brunéi tiene en su legislación la lapidación hasta la muerte de las personas homosexuales y de los adúlteros. Pero eso no fue impedimento para en el primer semestre exportar material de defensa por valor de 75 millones de euros. Entiendo que es algo a lo que no le presta demasiada atención pero eso no implica que no sea igualmente indecente mantener acuerdos comerciales en defensa con quien mata a pedradas a los homosexuales. 

Arabia Saudí es el país fuera de la OTAN con el que España mantiene una relación más fluida e intensa en la venta de armamento. Lidera todos los rankings de exportación de material de defensa y de doble uso. La ética, como en el resto de casos, no es uno de los preceptos establecidos en los pliegos de condiciones. No vamos a narrar nuevamente el cumplimiento de los DDHH de un país que descuartizó a un periodista en la embajada de Arabia Saudí en Estambul ni el uso que dará al armamento en su guerra con Yemen. No es preciso redundar en lo conocido. 

En el mismo semestre se envió material de defensa para las Fuerzas Armadas de Burkina Faso que se encuentra inmersa en una guerra cruenta desde el año 2015 contra la insurgencia islamista y que según denuncias de Amnistía Internacional está inmersa en multitud de violaciones de derechos humanos tales como asesinatos a disidentes y desapariciones forzadas de activistas de derechos humanos. Eso no fue impedimento ético para enviar armamento por valor de un millón de euros en los primeros meses del año pasado. No aparece la ética en el pliego de condiciones. Aunque es posible que tras la llegada al poder de Ibrahima Traoré, que se declara marxista y panafricanista, y ha establecido nuevos vínculos con Rusia sea pronto considerado poco ético mandarle armas.

En el primer semestre con todos estos ejemplos que no han impedido la exportación solo ha habido una denegación de permiso para exportaciones. Un cargamento de pistolas para Cuba. Que parece ser que es el único país del mundo donde se cometen violaciones de derechos humanos. También se ha denegado la exportación de una escopeta de caza para Venezuela, una escopeta Perazzi del calibre 12 indicada para el tiro al plato y el tiro al pichón. No es broma. Es la ética, ya saben, no tiene nada que ver con la política. 

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