Murió “Pepe” Mujica, el guerrillero que llegó a presidente de Uruguay y se convirtió en un símbolo de la izquierda

Estuvo activo en política hasta el final; su salud se había deteriorado en las últimas semanas

May 13, 2025 - 23:28
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Murió “Pepe” Mujica, el guerrillero que llegó a presidente de Uruguay y se convirtió en un símbolo de la izquierda

MONTEVIDEO.- Cerró los ojos y puso punto final a un periplo que lo convirtió casi en leyenda. “Soy consciente de que pertenezco a una generación que se está yendo, al adiós. La lucha continúa y tiene que sobrevivir”, había dicho José “Pepe” Mujica en uno de sus últimos actos políticos y en referencia a su legado. Leyenda de la política uruguaya, el expresidente murió hoy a los 89 tras una batalla contra un cáncer de esófago.

Hace justo 53 años que había creído que se le acababa la vida. Había sido detenido por cuarta vez y en aquella ocasión para ir a prisión durante larga década. Iba en bicicleta con una subametralladora israelí Uzi con 30 balas en el cargador, colgada en la espalda, y un bolso viejo en el que llevaba una granada, pan, botella de vino y una longaniza.

“La putísima madre que lo parió”, dijo “Ulpiano”, apodo guerrillero de Mujica, cuando creyó que era su final.

Pero no era el final; estuvo preso de 1972 a 1985, volvió a la calle para hacer política y subirse a los colectivos con unos carteles de “hombre sandwiche” con consignas políticas pintadas, y seguir de largo hasta llegar a ser uno de los presidentes más populares del Uruguay.El expresidente uruguayo José Mujica en su finca en Rincón del Cerro

Inspirado en el comunismo de Mao, empujado por la ola revolucionaria que Cuba contagiaba en América Latina, “Pepe” Mujica se integró a la guerrilla del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T), estuvo en decenas de operaciones, fue detenido, cumplió la pena y volvió a la acción, lo detuvieron de nuevo y se fugó, lo volvieron a detener y se escapó otra vez, lo volvieron a detener y luego vino el golpe de Estado de 1973 que inició una extensa dictadura. Salió en libertad en 1985, cuando volvió la democracia, y enseguida volvió al MLN-T pero para hacer política, iniciando un camino que lo llevó a la presidencia en las elecciones de 2009.El expresidente uruguayo José Mujica junto al presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva en su finca en Rincón del Cerro, Montevideo, el 25 de enero de 2023

Lo que no había logrado por las armas, lo lograba en las urnas.

De haber arriesgado la vida en operativos guerrilleros, de haber escapado por la red de cloacas, entre excrementos y ratas, a los honores de Jefe de Estado frente a líderes de un mundo globalizado.

Mujica se convirtió en una personalidad mundial como referente dibujado en libros escolares de países asiáticos, para graficar defensa del ambiente o de valores humanos, de la austeridad y la valorización de la vida simple.Junto a Angela Merkel en 2013

Fue un rockstar con el que bandas de música, actores de Hollywood, jóvenes populares y mucha gente, quería fotografiarse a su lado.

Hizo política casi hasta el último día. En agosto pasado, cerca del fin de plazo para presentar listas a las elecciones nacionales, Mujica y su esposa Lucía Topolansky anunciaron una última jugada política, tan inesperada como sorpresiva, cuando incorporaron como segunda candidata al Senado a la principal figura de la televisión uruguaya, la periodista y conductora de noticiero Blanca Rodríguez.

Mujica murió siendo el líder político de mayor popularidad, en un ranking que lo tuvo al frente junto al presidente Luis Lacalle Pou.Junto al entonces presidente Lacalle Pou en el Congreso

“Difícil que el chancho chifle” respondía años atrás, ante las primeras preguntas sobre una posible postulación presidencial.

Sus raíces

Descendiente de vascos por parte de padre y de piamonteses por vía materna, fue uno de los uruguayos en los que confluye sangre de emigrantes de España y de Italia, raíces fundamentales de la conformación de la población de este país.Fotografía fechada el 14 de marzo de 1985 muestra a líderes históricos del MLN y ex rehenes en una conferencia de prensa

El origen se rastrea a 1679 cuando en Guipúzcoa se casaron Francisco Mujica y Magdalena Arregui, cuyo bisnieto cruzó el océano hasta el Río de la Plata y llegó a Montevideo en 1842 cuando el Uruguay estaba en guerra. Los Mujica siguieron hasta José Cruz quien se casó con Eudoxia Terra, familiar de un presidente y dictador de Uruguay en los años 30: de ese hogar nació Demetrio Mujica, que tuvo un campo a unos 100 kilómetros de la capital, y se casó con Lucy Cordano. Ellos fueron los padres de “Pepe” Mujica Cordano.

Lucy provenía de una familia italiana que tenía campo en Colonia Estrella, cerca de Carmelo para la producción de uva.

De la familia de la madre, “Pepe” tendría influencia nacionalista y peronista (en Carmelo escuchaban radios porteñas).Jorge Zabalza, Helios Sarthou, Jose Mujica y Marcos Abelenda - Congreso del MPP en Montevideo, 1998

José cursó primaria en la Escuela Nº 150 del barrio Paso de la Arena y cuando llegó a presidente tuvo la sorpresa de un ex compañerito de clase de aquella época, Dilermando Do Reis Silveira, que conservaba un poema escrito por Mujica en tiempos escolares: “Seré todo o no seré/mas es mi lema luchar/para ingresar en las filas/de los que saben triunfar: y colmar la aspiración/de mi patria y mi mamá”.

En 1944 murió Demetrio: José tenía ocho años y su hermana Eudosia, apenas dos.

Lucy Cordano fue ayudada por vecinos japoneses que se dedicaban a las flores, y se dedicó a eso para mantener el hogar.

Radicalización

José Mujica salió del barrio para sus estudios secundarios en el Instituto Francisco Bauzá, y el bachillerato lo hizo en el Instituto Alfredo Vázquez Acevedo (IAVA), donde se inclinó por Derecho.José Mujica y el papa Francisco se entrevistaron en el Vaticano

Ahí comenzó a militar en la “Agrupación Reforma Universitaria” (ARU), de tendencia anarquista.

Mujica incursionaba en el ciclismo y pasó a representar al Club Ciclista Universal de Canelones, mientras también vendía flores en suburbios de Montevideo

Luego de un pasaje por la agrupación política de su madre, dentro del Partido Nacional, Mujica se integró a Unión Popular, un frente creado por el Partido Socialista, y fue en la lista a diputados, como primer suplente del octavo titular.

Luego se integró al maoísta Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) creado por escindidos de la Unión de la Juventud Comunista (UJC) y de ahí pasó al grupo guerrillero que hizo la primera operación de robo de armas en 1963.

Capturas y fugas

En un intento de asalto a una empresa textil, Mujica fue detenido por primera vez mientras procuraba fugarse en una moto.

Para preservar lo que estaban gestando, los guerrilleros no quisieron revelar a la Policía el objetivo de esa acción y dijeron que habían robado para beneficio propio. “Yo caí como chorro común y estuve preso ocho meses en [la cárcel de] Miguelete por intento de rapiña”, contó Mujica.

En libertad, se integró formalmente al MLN-T con el nombre de guerra “Facundo”.José Mujica

Sus primeras acciones fueron atentados con bombas a medios de prensa de Jorge Batlle: diario “Acción” y “CX 10 Radio Ariel” y luego participó en el secuestro del presidente de la empresa energética estatal.

Pasó un tiempo escondido en Punta del Este, en los tiempos que esa guerrilla asaltó el casino de San Rafael.

Luego participó en el intento de copamiento de toda una ciudad, lo que fracasó y terminó con varios muertos. Estuvo en un robo de armas y fue detenido, ahora sí en calidad de guerrillero.

Una bala le perforó el páncreas; dado de alta quedó recluido en la Cárcel de Punta Carretas, donde ahora está el shopping.

El 6 de setiembre de 1971, se fugó junto a más de 100 tupamaros por un túnel que salió a la casa de una vecina.

Un mes y medio después fue recapturado pero el 12 de abril de 1972 volvió a fugarse través de la enfermería de la Cárcel y cambió su apodo por el de “Ulpiano”.

Utilizando la red de cloacas, logró escapar de las Fuerzas Conjuntas y formó pareja con Lucía Topolansky, por poco tiempo porque ambos fueron capturados definitivamente.

Liberación

El 10 de marzo de 1985, a los 50 años, Mujica fue beneficiado por la Ley Nº 15.737 de amnistía para presos políticos y de beneficio especial a exguerrilleros.Mujica en 1986, en un acto de los tupamaros

Se fue a vivir a la casa de su madre y luego con Lucía, su compañera de ruta, los que fueron activos en la reconversión del MLN-T en sector político, que pidió ingreso al Frente Amplio.

En noviembre de 1994 fue elegido diputado por Montevideo por la lista 609 y comenzó a ganar espacio en la opinión pública hasta convertirse en un personaje protagónico.

En febrero de 2005 asumió como senador y por cuestiones de reglamento debió tomarse juramento constitucional con su compinche de los setenta, el ideólogo del MLN-T, Eleuterio Fernández Huidobro.

“La vida tiene estas zancadillas, y hemos pasado una vida y el juego es éste; ni el mayor novelista pudo haber pensado estas cosas. Compañero del alma de todas las horas: tómeme juramento”, le dijo Mujica a Eleuterio.

Luego de hacerlo, el veterano tupamaro le respondió “Felicitaciones, mi querido hermano”

Dos semanas después fue ministro de Ganadería y en 2008 desafió al presidente Tabaré Vázquez que quería imponer a su ministro de Economía, Danilo Astori como sucesor, y dijo: “yo quiero ser presidente”.

La presidencia

Ganó las elecciones de 2009 ante Luis Lacalle Herrera y gobernó en un período de bonanza económica.Mujica, sin corbata, tras recibir la banda presidencial y el aplauso de Tabaré Vázquez, en la Plaza Independencia

El 1º de marzo de 2010, su esposa Lucía Topolansy en carácter de primera senadora del país, le tomó juramento presidencial en una sesión parlamentaria histórica y muy emotiva. Aquella pareja que había escapado de policías y militares por una red de cloacas y que interrumpieron su relación por la cárcel (apenas se comunicaron una vez por una carta), estaban juntos ahí, Topolansky presidiendo el Senado y tomando juramento a “Pepe” como presidente de la República.

Luego vino su fama mundial y su trabajo en formar una nueva generación de dirigentes políticos, así como tender puentes con adversarios y sentirse parte del “club de los ex presidentes”, con el colorado Julio María Sanguinetti y el blanco nacionalista Luis Lacalle Herrera.Julio Sanguinetti abraza a Jose Mujica en el Congreso de Uruguay en 2015

Aquel empecinado revolucionario llegó a la Casa Blanca en mayo de 2014 y le dijo al presidente norteamericano Barack Obama: “Dentro de la humildad de mi pequeño Uruguay, mi pueblo está en medio de una zona enormemente fértil, con agua. Venimos a buscar conocimiento e investigación en el campo de las ciencias biológicas, particularmente agrarias, que necesitan investigación local porque nuestro continente tiene que producir comida para el mundo”.Mujica y Obama en la Casa Blanca

Y agregó: “Tenemos que llevar profesores americanos [estadounidenses], aunque sea para que estén un tiempo. Pero tenemos que arreglar las cosas de seguridad social para que puedan seguir cobrando sus derechos sociales acá. La sabiduría hay que ir a buscarla donde está”.

Mujica había cambiado mucho con el tiempo, pero mantenía sus rasgos típicos de hombre político caudillo y seductor. Admitía aquella transformación personal, del que quiso dar vuelta a un país y se conformaba con hacer algunos cambios.

“Pertenezco a una generación que quiso cambiar el mundo, fui aplastado, derrotado, pulverizado, pero sigo soñando que vale la pena luchar para que la gente pueda vivir un poco mejor y con un mayor sentido de la igualdad”, dijo Mujica.El mítico Volkswagen Fusca de Mujica, una de las marcas registradas del dirigente que hizo de la austeridad un símbolo de su vida pública

Y también habló de la necesidad de buscar entendimiento y no caer en resentimientos: “En mi jardín hace décadas que no cultivo el odio. El odio termina estupidizando, porque nos hace perder objetividad ante las cosas, el odio es ciego como el amor, pero el amor es creador, y el odio nos destruye”.

Con varios problemas de salud pero mostrando una capacidad de resiliencia asombrosa, habló varias veces de lo que sería su final: “Yo estoy cansado, pero esto no para hasta el día que me lleven en un cajón”. Y ese día llegó hoy.