Muñecas sexuales más realistas: el algoritmo del deseo masculino

La inteligencia artificial se está aplicando a la industria de las 'sex dolls', un avance que suena a fantasía pero revela una crisis global.

Abr 30, 2025 - 11:40
 0
Muñecas sexuales más realistas: el algoritmo del deseo masculino

En El final de todo esto, un libro de Cristina Fallarás, la periodista hablaba de un futuro distópico en el que un grupo de mujeres se organizaban para salvar muñecas sexuales de sus dueños. Una hipotética situación que cada vez se aproxima más a la realidad.

El mercado de sex dolls, muñecas de gran tamaño que imitan mujeres reales y con réplicas de genitales que incluso pueden adquirir una temperatura realista a la corporal, gracias a los avances, no para de crecer, hasta el punto de que en países como Japón es un negocio tan prolífico que cada 30 segundos, se vende una muñeca sexual.

La llegada de la inteligencia artificial va a ser el motivo por el que la expectativa es de aumentar las ventas en un 30%. Una serie de cambios destinados a "mejorar la experiencia de los usuarios con los productos", pero que pasan por hacer muñecas con diferentes personalidades (se podrá escoger y personalizar) e incluso podrán responder o tener memoria a largo plazo.

Aunque las empresas que ya están añadiendo estas mejorías, dicen que las personalidades que más éxito tienen son las sexys, dóciles y complacientes. Claro que no deja de ser significativo que haya quienes prefieran tener a su lado a una compañera con conversaciones limitadas y controladas. Habla por sí solo de la actitud hacia las mujeres.

Una interacción con muchos filtros, ya que seguirán sin poder decir nada malo ni ofensivo. Reactivas sí, pero solo para complacer a su dueño y seguramente con la opción del inglés, ya que Estados Unidos representa la mitad de las exportaciones de muchas empresas de muñecas. Si la guerra arancelaria de Trump acercará el sector a otros modelos de negocio como los que desarrollan en China, es algo que todavía está por ver.

En ciudades como Shanghai, Suzhou o Hefei han surgido locales de 'alquiler' de muñecas sexuales por hora. De 22 a 62 euros ofrecen "experiencia para adultos" a través de estas muñecas compartidas cuyas partes íntimas son desechables y cambiadas para cada cliente. Un sistema que ha producido debate, ya que si bien es ilegal la prostitución en el país, no queda claro si pagar por tener sexo con muñecas debería incluirse.

El eterno debate con las muñecas sexuales siempre suele girar a si son de alguna ayuda de cara a reducir la violencia sexual hacia las mujeres. Sobre ese tema está el estudio del departamento de psicología de Nottingham Trent University, una encuesta a 280 hombres, la mitad con muñecas y la mitad sin en febrero de 2022.

Lo más relevante de los descubrimientos de los investigadores es que los diseños de muñecas ven a las mujeres como inalcanzables, imposibles de conocer, como objetos sexuales y tienen fuertes opiniones sobre el derecho sexual. Sin embargo, también tenían menor propensión a la agresión sexual, estilos de apego inseguros y autoestima sexual más baja.

¿Y si las sex dolls hablaran?

La mayoría de los encuestados hablaron de que la satisfacción sexual era la razón por la que habían optado por adquirir una muñeca. Pero, volviendo al rescate que comentaba Fallarás en su libro, ¿sería realmente necesario porque debemos preocuparnos por ellas o están bien atendidas las muñecas?

Entro a un foro sobre muñecas, uno de los más populares, donde usuarios comparten consejos de reparaciones, arreglos, apaños para que "succione mejor"... En fin, un abanico de cuestiones que van desde "¿Puedo poner más silicona en el culo/en las tetas?", "Cómo pintarle los labios", "¿Consejos para pegar vello púbico y que sea más realista?".

Pero también gritos de ayuda para reparar misteriosas abrasiones, cortes en el cuello o en la espalda y "se cayó su cabeza", "se le rompió la espalda", "se le rompió la soldadura pélvica"... Ese "se" reflexivo que me recuerda, salvando las distancias, a cuando mujeres son "halladas sin vida" o "aparecen muertas", como si estas cosas le sucedieran a las muñecas y las mujeres por sí solas y sin ninguna influencia o participación externa.

El apartado de mantenimiento de una de las webs de muñecas que dicen fabricar "luxury sex dolls", muñecas sexuales de lujo, abordan esto con un tono comprensivo y paternal: "Así que las cosas se pusieron un poco salvajes, te esforzaste demasiado y como resultado, tu compañera de silicona necesita un poco de cariño".

"Si bien la mayoría de las muñecas sexuales (pero ciertamente no todas) están diseñadas para resistir un poco de brusquedad en estos días, pueden ocurrir accidentes", los accidente de muñecas que pierden la cabeza o cuyas vaginas se encuentran completamente distendidas y destrozadas, hasta el punto de que parece haber expulsado un melón -por lo que veo en el foro-, son de los que más se repiten.

Aunque también está el usuario que, bajo la consulta "Pregunta sobre amputación" explica que por su avanzada edad, encuentra problemas al movilizar a su muñeca. "Ya no puedo levantarla. Quiero hacerle una cirugía para quitarle los brazos y la parte media de los muslos. ¿Alguien tiene alguna buena sugerencia? ¿Se necesitan herramientas? ¡Gracias de antemano!".

Me pica la curiosidad de cómo reaccionaría una muñeca 2.0, de las que incluyen sistemas de IA, a esa 'operación de amputación'. Porque, entrenada en la complacencia y en la receptividad, ¿cómo no iba a recibir con placer y predisposición su desmembramiento?

Esto, que lo he llevado muy al extremo por el caso del 'cirujano' de muñecas, abre un abanico de cuestiones que también debemos hacernos. ¿Qué algoritmos habrá detrás? ¿Seguiremos replicando ideas sobre el sexo que ignoran o desprecian el placer femenino? ¿Veremos patrones de respuesta de placer ante lo que humanamente registraríamos como dolor o sufrimiento?

El abuso, la violencia y las relaciones con muñecas que parecen menores de edad (Japón es el mayor consumidor de estos productos, pero en las fronteras australianas se reportaron 31 de estas muñecas sexuales infantiles en los primeros seis meses de 2020) son algunos de los asuntos que deberían preocuparnos de estos supuestos juguetes, pero que tienen un grandísimo potencial de convertirse en adicción.

El problema no es que las muñecas sustituyan las relaciones humanas, es que las muñecas están dando forma a una fantasía inquietante cubriendo la idea de cómo muchos hombres quieren que sean sus parejas: mujeres sexys que no hablan de lo que no quieren escuchar, no tienen voluntad propia, exigencias o dicen "no".

La estimación es que en 2025 este negocio de muñecas realistas o de fantasía, siempre personalizables, moverá 650 millones de dólares. Para 2032 se espera que sea un billón y medio. Eso son millones de compañeras que están programadas para el placer ajeno, diseñadas para ser usadas, rotas y reparadas para ser usadas de nuevo sin ninguna consecuencia por todo el mundo. Lo llamarán avance tecnológico, pero es un retroceso emocional global.