Metro de Madrid baraja lanzar el transporte de mercancías en sus trenes el año que viene
La empresa pública estudia la viabilidad de Última Milla con una perspectiva integral tras las pruebas de 2024.

Metro de Madrid está llevando a cabo una tarea de consultoría estratégica para estudiar la viabilidad de Última Milla, el proyecto para transportar mercancías que probó durante unas semanas a finales de 2024 en las líneas 12 (Metrosur) y 3. La compañía está analizando aspectos técnicos, logísticos, operativos, regulatorios, de seguridad y económicos para determinar las condiciones que se tendrían que dar para incorporar la distribución de paquetes a su línea de negocio, algo que podría suceder el próximo año si este estudio ofrece un resultado satisfactorio.
Así lo explicó el consejero delegado de Metro, Ignacio Vázquez Casavilla, en la Comisión de Transportes de la Asamblea a instancias del diputado socialista Rafael Martínez, quien se interesó por el punto en el que se encontraba la iniciativa tras la fase piloto. En su respuesta, el directivo de la compañía metropolitana reconoció que confían en que el estudio estratégico, que durará "meses" por lo que será muy minucioso, arroje condiciones de viabilidad para un proyecto que consideró "pionero" y "muy interesante".
De ser así, el siguiente paso sería establecer de acuerdos con empresas logísticas o realizar una oferta de servicios para que las firmas interesadas puedan postularse. Vázquez, en todo caso, explicitó que la voluntad de Metro en este tema es ir "paso a paso" y teniendo "muy claro" que lo primero para Metro es el transporte de viajeros.
El interés de la Comunidad de Madrid por incorporar a Metro al sector del transporte de mercancías, lo que le reportaría ingresos empresariales extra aún por determinar, es algo que ya deslizó a finales de febrero la propia Isabel Díaz Ayuso, cuando en la presentación de la Agencia Logística de la región se refirió al proyecto Última Milla y subrayó que la voluntad del Ejecutivo era "seguir explorándolo" porque los resultados de la fase de prueba han sido satisfactorios.
De acuerdo con los datos facilitados por Ignacio Vázquez, la fase piloto en la L12 duró un mes y se logró transportar una media de 700 paquetes diarios en un tren específico que recorrió varias estaciones de la línea entre las 19.00 y las 20.00 horas. En el caso de la L3, se usó el primer tren de la mañana -que circula desde las cocheras de Villaverde en sentido centro de la capital con el servicio aún cerrado a los viajeros- durante un mes y medio para trasladar una media de 300 bultos diarios. En ambos casos, los tiempos de carga se situaron "por debajo" de los preestablecidos y no se registraron incidencias ni en los traslados ni para los viajeros.
"Son muchísimos más los paquetes que podrían trasladarse", aseguró el consejero delegado de Metro de Madrid, que ciñó la fase piloto a cargas testimoniales para comprobar "la mecánica" del proyecto que, según agregó, tuvo un coste "muy ponderado" para la empresa pública porque esencialmente involucró a los maquinistas de los trenes. El traslado de las jaulas con paquetes en las estaciones, así como la carga y descarga de los convoyes, fue ejecutado por personal de las empresas GLS y CityLog, que fueron las elegidas para la fase de prueba.
Última Milla es una iniciativa que comenzó a barajarse en los despachos de Metro de Madrid en 2019 con los ambiciosos objetivos de reducir los atascos y las emisiones de gases contaminantes quitando furgonetas de reparto de la circulación. El proyecto se enmarca en un consorcio europeo denominado For-Freight en el que se sientan organizaciones relacionadas con el transporte y el sector logístico procedentes de siete países. De hecho, la concepción de la iniciativa se ha sufragado en parte con fondos europeos y esta semana la capital acogerá una reunión con la presencia de diferentes operadores y representantes de países, según avanzó el consejero delegado de Metro en la Asamblea.