Matías, obligado a parar los pies a una soltera por sus insistentes insinuaciones : «Me siento violento»
Yinaris (24) es una modelo y estilista afincada en Sevilla que está acostumbrada a arrasar por donde pasa. «Me veo una persona que sale a la calle y daña matrimonios. Me gusta llamar la atención. Soy muy explosiva», aseguraba al llegar a 'First Dates' este viernes 25 de abril. Como todos los solteros que pasan por el restaurante, la joven colombiana quería encontrar a su media naranja. Pero al conocer a Matías se le metió entre ceja y ceja que ese hombre era el barman del 'dating show'. «Quiero a Matías , verlo a él y sus ojos lindos. Me encanta su pelo, es elegante, sexy», comentaba con tal descaro que Carlos Sobera amagaba con dejarlos solos. «¿Os dejo aquí tranquilamente un rato y luego vuelvo?». «Es una relación de barman y clienta nada más», aclaraba tajante el camarero, cortando de lleno el tonteo de Yaneris. Sin embargo, ella no se dio por aludida e insistía en que el camarero mentía. «Ya hablaremos tú y yo…», tiraba de nuevo la soltero. «Me siento violento ¿Ahora qué hago yo con el señor que ha venido?», apuntaba Sobera. No iba muy desencaminado el presentador, porque la modelo alegremente hubiera rechazado a su cita por Matía s. Sus esfuerzos por conquistarlos, sin embargo, fueron en balde. Así que Yaneris conoció a Yoan (28), un técnico en ciberseguridad de Colombia que se ajustaba al prototipo de hombre «cariñoso detallista y guapo». «Es guapo, muy guapo», apuntaba la soltera al equipo del programa. Yoan también quedaba encantado con la primera impresión de su pretendienta. «¡Qué chica tan sexy! Vamos a ver qué tal es, no tanto su físico, sino también su forma de ser y sus aspiraciones». En la mesa y hablando sobre el amor, Yaneris percibió que «de malote no tiene nada, parece un bebé o un angelito», y ella prefería un tío duro. Después de conocerse, mantuvieron una conversación de sexo con todo lujo de detalles. La colombiana reveló que ha hecho tríos y que mantenido relaciones «en el cine, en el carro, en la calle, en un ascenso…», dejando a soltero anonadado. Yoan relató su fantasía sexual: llegar a un hotel y que lo recibieran dos chicas «así como tú», una vestida de enfermera y otra de colegiala y le preguntaran si podían hacer algo para subir la nota. La soltera se esperaba algo más loco, pues su fantasía es estar con cinco hombres «dos no me aguantan y con cinco, vamos a ver si quedo yo cansada o qué, soy muy caliente». Yoan no daba crédito y acabó dándole la razón a la certeza de ella de que «se que tú no me vas a aguantar, por eso pido cinco». «Quizás lo que dice es verdad, que nadie la aguanta». En el reservado, la pareja jugó a seducirse mutuamente, pero aunque Yoan estaba muy entregado, Yinaris sitió que «eran besitos de novio, no me hizo sentir nada». Mientras tanto, él seguía intentando subir la temperatura tocándole el culo, «está bien duro, tienes muchas horas, está muy trabajado ese trasero». Sin embargo, la colombiana se había obcecado con conquistar a Matías , «no me puedo imaginar a otros hombres», declaraba. Encima, a la hora de pagar la cuenta su cita no la invitaba y ella le restó más puntos todavía por no ser caballeroso. En la decisión final, la soltera no dudaba en darle calabazas a Yoan a pesar de que él sí quería seguir conociéndola. «Me ha faltado que sea más malo, yo quiero un malote», confirmaba, esta vez delante suya. El hombre le aseguraba que quizá se había equivocado juzgándole, «tengo cara de ángel, pero soy un demonio, espero que encuentres a tu malote».
Yinaris (24) es una modelo y estilista afincada en Sevilla que está acostumbrada a arrasar por donde pasa. «Me veo una persona que sale a la calle y daña matrimonios. Me gusta llamar la atención. Soy muy explosiva», aseguraba al llegar a 'First Dates' este viernes 25 de abril. Como todos los solteros que pasan por el restaurante, la joven colombiana quería encontrar a su media naranja. Pero al conocer a Matías se le metió entre ceja y ceja que ese hombre era el barman del 'dating show'. «Quiero a Matías , verlo a él y sus ojos lindos. Me encanta su pelo, es elegante, sexy», comentaba con tal descaro que Carlos Sobera amagaba con dejarlos solos. «¿Os dejo aquí tranquilamente un rato y luego vuelvo?». «Es una relación de barman y clienta nada más», aclaraba tajante el camarero, cortando de lleno el tonteo de Yaneris. Sin embargo, ella no se dio por aludida e insistía en que el camarero mentía. «Ya hablaremos tú y yo…», tiraba de nuevo la soltero. «Me siento violento ¿Ahora qué hago yo con el señor que ha venido?», apuntaba Sobera. No iba muy desencaminado el presentador, porque la modelo alegremente hubiera rechazado a su cita por Matía s. Sus esfuerzos por conquistarlos, sin embargo, fueron en balde. Así que Yaneris conoció a Yoan (28), un técnico en ciberseguridad de Colombia que se ajustaba al prototipo de hombre «cariñoso detallista y guapo». «Es guapo, muy guapo», apuntaba la soltera al equipo del programa. Yoan también quedaba encantado con la primera impresión de su pretendienta. «¡Qué chica tan sexy! Vamos a ver qué tal es, no tanto su físico, sino también su forma de ser y sus aspiraciones». En la mesa y hablando sobre el amor, Yaneris percibió que «de malote no tiene nada, parece un bebé o un angelito», y ella prefería un tío duro. Después de conocerse, mantuvieron una conversación de sexo con todo lujo de detalles. La colombiana reveló que ha hecho tríos y que mantenido relaciones «en el cine, en el carro, en la calle, en un ascenso…», dejando a soltero anonadado. Yoan relató su fantasía sexual: llegar a un hotel y que lo recibieran dos chicas «así como tú», una vestida de enfermera y otra de colegiala y le preguntaran si podían hacer algo para subir la nota. La soltera se esperaba algo más loco, pues su fantasía es estar con cinco hombres «dos no me aguantan y con cinco, vamos a ver si quedo yo cansada o qué, soy muy caliente». Yoan no daba crédito y acabó dándole la razón a la certeza de ella de que «se que tú no me vas a aguantar, por eso pido cinco». «Quizás lo que dice es verdad, que nadie la aguanta». En el reservado, la pareja jugó a seducirse mutuamente, pero aunque Yoan estaba muy entregado, Yinaris sitió que «eran besitos de novio, no me hizo sentir nada». Mientras tanto, él seguía intentando subir la temperatura tocándole el culo, «está bien duro, tienes muchas horas, está muy trabajado ese trasero». Sin embargo, la colombiana se había obcecado con conquistar a Matías , «no me puedo imaginar a otros hombres», declaraba. Encima, a la hora de pagar la cuenta su cita no la invitaba y ella le restó más puntos todavía por no ser caballeroso. En la decisión final, la soltera no dudaba en darle calabazas a Yoan a pesar de que él sí quería seguir conociéndola. «Me ha faltado que sea más malo, yo quiero un malote», confirmaba, esta vez delante suya. El hombre le aseguraba que quizá se había equivocado juzgándole, «tengo cara de ángel, pero soy un demonio, espero que encuentres a tu malote».
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