Los farmacéuticos expresan sus dudas por la nueva ley: "Pone en riesgo el abastecimiento de medicamentos"
Los farmacéuticos valoran positivamente algunas medidas, pero instan a cambios para que sean efectivas.

Tanto los farmacéuticos como la industria del medicamento han reaccionado a la aprobación del anteproyecto de ley de medicamentos y productos sanitarios por el Gobierno este martes. En un comunicado, el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos ha manifestado en una nota de prensa su preocupación por el nuevo sistema de precios seleccionados.
Los colegios farmacéuticos argumentan que la nueva ley establece un nuevo modelo de selección de medicamentos por el que se elegirá cada seis meses el medicamento o medicamentos más baratos de cada tipo (agrupación homogénea) y deben ser dispensados. De esta forma, explican, "si a un paciente le prescribieran un medicamento que no es el seleccionado, el farmacéutico debería sustituirlo por el seleccionado o el paciente tendría abonar la diferencia de precio".
Esta situación daría pie, según esgrimen los colegiados, a que se reduzca "la adherencia a los tratamientos e incrementaría el riesgo de errores y problemas asociados al uso de los medicamentos, al modificarse con frecuencia el fármaco dispensado".
"Los farmacéuticos estaríamos viendo ampliada nuestra capacidad para sustituir medicamentos, pero no queremos hacerlo por un mero motivo económico sino por razones sanitarias. Este nuevo sistema nos pone en el compromiso de sustituir constantemente el medicamento y eso en personas vulnerables y polimedicados representa un problema gravísimo, por las confusiones que puede generar al paciente", explica Jesús Aguilar, presidente del Consejo General, en el comunicado.
Posibles pérdidas de empleo y cierres de farmacias
Los colegios farmacéuticos esgrimen, además, que el nuevo sistema, "al limitar los fármacos seleccionados, reduciría drásticamente las opciones y la disponibilidad de medicamentos en la farmacia, y generaría problemas de suministro que dificultarían la continuidad de los tratamientos". Según valoran, esto podría tener efectos negativos, provocando pérdidas de empleo y reducción del número de farmacias, que se verían directamente afectadas por la norma, lo que repercutiría en su calidad asistencial.
Aunque el Consejo valora positivamente "la introducción de medidas de desarrollo profesional del farmacéutico" -como, por ejemplo, que se otorgue la posibilidad al farmacéutico de actuar sobre medicamentos de primera prescripción o su participación en la coordinación de zonas básicas de salud-, los colegiados afirman que solo se podrán aprovechar estos beneficios "si se garantiza la vez la sostenibilidad, accesibilidad y viabilidad del conjunto de la red de farmacias comunitarias, que con este anteproyecto de ley se pone en riesgo.
La industria farmacéutica pide que se cambie la norma
Por su parte, Farmaindustria y numerosas asociaciones de la industria farmacéutica han asegurado en un comunicado que la regulación de precios de los medicamentos fuera de patente "pone en riesgo el abastecimiento de medicamentos y el tejido industrial farmacéutico en España". En su comunicado, las agrupaciones afirman que esta propuesta generará una "tendencia automática" a minimizar precios de medicamentos fuera de patente, lo que "hará inviable la continuación de muchas líneas de producción de medicamentos en España e intensificará los actuales problemas de suministro de medicamentos, en un mercado ya muy tensionado en España y en Europa".
Para estas asociaciones, esta medida no encaja en la Estrategia de la Industria Farmacéutica 2024-28 y es, sin embargo, "transcendental" para el tejido industrial farmacéutico español. "Necesitamos verdaderamente un modelo alternativo que sustituya el sistema de precios seleccionados que se regula en el Anteproyecto de Ley", apuntan. Piden que se tomen decisiones claras y que, en cualquier texto normativo, se refleje el carácter estratégico del sector. "En un momento donde la autonomía estratégica del país cobra especial relevancia, debemos afianzar la competitividad de las compañías grandes y pequeñas que constituyen nuestro ecosistema biosanitario y farmacéutico y son un pilar fundamental para la salud y el futuro de todos", indican. Por ello, solicitan que se modifique el anteproyecto de una ley que consideran vertebradora para el sector.
El texto ha sido suscrito, además de por Farmaindustria, asociaciones del sector como la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (AESEG), la Asociación Española de Laboratorios de medicamentos huérfanos y ultrahuérfanos (AELMHU), la Asociación Española de Fabricantes de Productos de Química Fina (AFAQUIM), la Asociación para el Autocuidado de la Salud (ANEFP) y la Asociación Española de Medicamentos Biosimilares (BIOSIM).