Los 66 millones de olivos de Jaén: historia y secretos de la capital mundial del aceite de oliva

Visitar este municipio, en la colorida provincia de Andalucía, es recorrer su patrimonio cultural y sumarse al boom del oleoturismo.

May 13, 2025 - 06:04
 0
Los 66 millones de olivos de Jaén: historia y secretos de la capital mundial del aceite de oliva
Los tradicionales molinos que aún adornan los paisajes.

“Andaluces de Jaén / aceituneros altivos, / decidme en el alma: ¿quién, / quién levantó los olivos? / No los levantó la nada, ni el dinero, ni el señor…”, comienza diciendo el apasionado poema de Miguel Hernández y es como un himno de esta andaluza comarca pintada con 66 millones de árboles, la mayor superficie de este cultivo del mundo y catalogada -no existe un título oficial- como la capital del oro verde del planeta. Encima, tienen premios como el mejor aceite de oliva virgen extra (AOVE) del país.

Valga la digresión, aunque Hernández es una figura ilustre local nació en Alicante; pero como se casó con la jaenesa Josefina Manresa, tuvo con ella sus dos hijos, vivió aquí durante la Guerra Civil, dirigió el periódico de Frente del Sur y vieron la luz muchos de sus poemas emblemáticos, bien se merece una alta consideración y los homenajes.Los frutos de 66 millones de árboles en el mar de olivos.Catedral de la Asunción de la Virgen.

Rumbo a Jaén desde Madrid, es una paz transitar la bien llamada Autovía del Olivar. Está flanqueada de suaves colinas con prolijas hileras de plantíos y cada tanto se ve alguna de las legendarias siluetas de chapa de los Toros de Osborne o blancos molinos viejos o los modernos destinados a aprovechar la energía eólica. Entre mediados de octubre y hasta diciembre las aceitunas alcanzarán su maduración, serán cosechadas para culminar en las almazaras para su procesamiento.

Este mar de olivos (90 km al norte de la magnífica Granada), se originó cuando los fenicios y griegos ocuparon la zona y vieron que la tierra y el clima eran una bendición. Ciertamente, más de 3.000 horas de sol al año acarician las ramas de ejemplares nuevos y también centenarios. Sí, centenarios, porque pueden vivir hasta 2.000 años y con el correr de las décadas sus troncos adquieren curiosas formas retorcidas como si fueran regordetas esculturas del artista colombiano Fernando Botero. Olivares jóvenes en tierras jienenses, riqueza y cultura andaluza.El Castillo de Santa Catalina o alcázar nuevo, sobre una colina.

Al charlar con la gente es evidente que el olivo es el alma de Jaén, su naturaleza y su historia, que impregna la cultura gastronómica, impulsa la economía y así nació el oleoturismo. Entre las opciones, todos sugieren hacer degustaciones para disfrutar en olfato y sabor una cata con potes o rodajas de pan rociadas de alguna de las 260 variedades del fruto, si bien la predominante se llama picual.

Desde luego, hay alojamientos confortables en algún “cortijo” (la finca y vivienda tradicional) para quedarse más de un día. También es en este contexto que hasta el 17 de mayo se estará desarrollando la habitual Expoliva, la feria internacional del elixir oleico que reúne a medio millar de expositores de 14 países, de cinco continentes y miles de visitantes.Los jienenses llevan una vida tranquila, que se acentúa al mediodía.

Vale acotar que los quesos artesanales jienenses (otro de los gentilicios) de cabra, oveja y vaca acompañan la fama de los aceites y forman parte de la cocina gourmet por los sabores y texturas, como el “Olavidia”, de leche de cabra de ganadería propia, reconocible por la línea negra de su interior procedente de huesos de oliva carbonizados.

Entre estos productos top, el disfrute crece con los panes y los vinos en los bares y restaurantes donde abundan las tapas y variados menús con embutidos, ajíes, ajos y otros ingredientes de huertas cercanas. La distintiva comida migas ruleras con avíos (básicamente, pan desmenuzado frito en aceite de oliva con panceta, chorizo, ajos y pimiento) o lagarto ibérico a la brasa (un corte de cerdo) tienen sello propio, por ejemplo, en “Sabor Flamenco” (en Calle Colón 2) que sirve platos abundantes, auténticos y a buen precio.

Capital del Santo Reino y fusión de culturas

Jaén a la vez ostenta el histórico título de “Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jaén, Guarda y Defendimiento de los Reinos de Castilla” y es mencionada como la “capital del Santo Reino”, referencias que aluden a un pasado monárquico con territorios y feudos que adherían a la corona.Los baños árabes bajo el Palacio Villardompardo.

A la vez, existe un símbolo de la ciudad, digno del pensamiento mágico: el Lagarto de la Magdalena (o Malena), un mito que surgió hace siglos y que tiene varias versiones. Una sostiene que proviene de la forma geográfica de la ciudadela dado que se asemeja al reptil enroscado alrededor del cerro de Santa Catalina. Otra leyenda cuenta que el animal vivía en una cueva frente al raudal de la Magdalena y que devoraba a quienes querían tomar agua, hasta que un condenado a muerte -a cambio de su libertad- enfrentó al bicho y le metió una bolsa cargada de pólvora que lo explotó.

Incluido dentro del Patrimonio Cultural Inmaterial de España, a los hinchas del club de fútbol Real Jaén los apodan “los lagartos”, diversos productos llevan ese nombre, hay libros de cuentos y hasta refranes populares (como “así revientes como el lagarto Jaén), por decisión del Ayuntamiento el 2 de julio es el Día del Lagarto de La Magdalena, una jornada de fiestas y lo primordial: ¡una plaza de la calle Santo Domingo tiene el Monumento al Lagarto!Sacristía catedralicia, obra maestra de Andrés de Vandelvira.

En cuanto riquezas materiales, impacta llegar a la cumbre de la colina de Santa Catalina, donde los musulmanes levantaron una poderosa fortaleza con una atalaya que domina el horizonte. Cuando Fernando III consagró la conquista cristiana en 1246, se construyó el Castillo y la alcazaba se dividió en tres.

Siglos después, en 1965, las ruinas de las dos primeras partes fueron destinadas a edificar el Parador Nacional de Turismo, de modo tal que un sector, el llamado Alcázar Nuevo, sobrevive bien conservado y disfrutable como para solazarse con los atardeceres inmensos, las torres, una cruz en un extremo y un museo. Es el paseo imperdible por sus dimensiones y los panoramas donde el horizonte se pinta de plantíos de olivares.

Mientras que en el casco histórico son sorprendentes los Baños Arabes, uno de los más grandes del país (450 m2) y que está entre los mejor conservados de Europa. Uno tiene que bajar al subsuelo del Palacio de Villardompardo, edificación que alguna vez fue un banco y un hospicio de mujeres. Aquí se esconden con todo el esplendor del año 1002. Mayólicas en la señalética callejera del casco histórico.El Parque periurbano Monte La Sierra, al sur, para paseos y escalamiento incluyendo cuevas.

Es difícil imaginar qué grado de bienestar vivían aquellos usuarios musulmanes, aunque los detalles constructivos muestran un sabio funcionamiento para los rituales de higiene y salud. Reina una atmósfera sublime gracias a la luz que se filtra por los lucernarios en forma de estrella que están en los techos abovedados.

En tanto que en la Plaza de los Caños se reabrieron en 2021 como centro cultural las instalaciones de los Baños Arabes del Naranjo, construidos en el siglo XI y que ofrecieron sus prestaciones hasta después de la conquista castellana de Jaén en 1246. Después de ser un sitio de molienda pasaron cuatro centurias hasta que el ayuntamiento instaló la pescadería de la comarca, si bien luego fue carnicería hasta que en siglo XVIII se hicieron reformas que se conservan. Está a las puertas de la judería ya que los judíos vivieron y forjaron esta ciudad durante más de doce siglos, vestigios medievales que se ven al caminar por el Barrio de Santa Cruz con sus callejuelas estrechas, retorcidas y laberínticas.

Reliquias, recreos del paisaje y San Martín

De vuelta al cristianismo, en la céntrica Plaza de Santa María se levanta la espléndida y monumental Catedral de la Asunción de la Virgen, joya del barroco en cuya fachada con columnas jónicas es relevante la balaustrada con santos. La concluyó el renombrado arquitecto Andrés de Vandelvira en 1556 para reemplazar al anterior templo gótico.

Más cerca en el tiempo, el Palacio Municipal, sede del Ayuntamiento, atrae por su arquitectura culminada en 1901 con una estructura de tres vanos adintelados en la planta baja y tres arcos ante el balcón principal, mientras que en el medio luce un reloj. Algunos elementos ornamentales geométricos, palmas, acróteras y buherdillas le confieren encanto.El monumento al Lagarto de la Magdalena, tesoro cultural de la región.

A estas reliquias, los circuitos turísticos incluyen la Basílica de San Ildefonso de 1248, el campanario de la Santa Capilla de San Andrés, el claustro del convento de Santo Domingo, las iglesias San Bartolomé y Santa María Magdalena (edificada sobre una aljama musulmana) y algunos palacios de nobles y poderosos, entre ellos del Condestable Iranzo, de estilo mudéjar.

Saliendo del casco, las campiñas y ondulaciones de los caminos son un apreciado entorno con varios parques periurbanos muy concurridos para otras diversiones o actividades. Uno de los principales es el de Santa Catalina (donde está el Castillo), ideal para bicicross, trekking, escalada y la osada (sólo para valientes sin vértigo) vía ferrata.

Mientras que en las estribaciones del portal ambiental Monte la Sierra -un paraíso ecológico, el mayor de Andalucía- la superficie, de unas 2.700 ha, invita a caminar y sacar fotos o sacar los prismáticos para el avistamiento de aves o descubrir ardillas en los árboles. También se hallan cuevas con pinturas rupestres. Olivares en las colinas, el paisaje clásico de Jaén.

Y si el tiempo de estadía alcanza, bien valen las escapadas a dos famosas ciudades Patrimonio Mundial de la Unesco, de gran riqueza renacentista: Úbeda y Baeza. La primera es -además- la de mayor producción de aceite de oliva del mundo y donde nació el cantante Joaquín Sabina.

En tanto que, para los apasionados por la historia, es interesante ir a Bailén (38 km al norte), donde José de San Martín tuvo su bautismo militar el 19 de julio de 1808 en una batalla de casi nueve horas de las tropas españolas contra las napoleónicas, que fueron derrotadas. Por sus méritos recibió el grado de teniente coronel y en la Plaza España bailenensa hay un busto que lo recuerda.

Datos útiles

Paseos

Museo de la Cultura del Olivo. Creado en 1997 en la localidad de Baeza, a unos 40 km del caso histórico de Jaén, el histórico edificio tiene varios espacios para empaparse respecto de variedades de árboles pasando por la producción de aceite con las almazaras de prensado hasta llegar al envasado. La bodega, conocida como Catedral del Aceite, merece tal nombre. Carretera Baeza-Jaén km 8. Hacienda La Laguna. T: (+34 953) 765142.

Peña Flamenca de Jaen. Hablar de Andalucía y no mencionar el flamenco es no tocar el alma regional. Merece una visita la Peña Flamenca de Jaén en la calle Maestra 11, a una cuadra de la Catedral, un restaurante y café que a la vez es espacio de espectáculos de lo más puro de la tradición artística siendo un faro cultural desde hace más medio siglo. Calle Maestra, 11. T: (+34 614) 300257.

Cata en Picualia. Es una almazara siglo XXI que reúne tradición y modernidad. Se trata de una cooperativa, Agrícola de Bailén Virgen de Zocueca, de 1.000 agricultores. Hay visitas guiadas con cata incluida de unos 90 minutos y alternativas con menú dado que tiene un restaurante, Aureum. Hay que reservar por la web. Autovía Madrid-Cádiz KM. 298 Bailén. T: (+34 953) 670565. Bagá, opción para comer exclusivamente con reserva, tiene ocho mesas.

Dónde dormir

Parador de Jaén. Autodefinido como “un histórico mirador a la capital del aceite de oliva”, se encuentra en el mismísimo Castillo de Santa Catalina, con una panorámica hacia Sierra Mágina y Sierra Morena. Las habitaciones reúnen diseño y elegancia en el mobiliario y los detalles, aunados a servicios de primer nivel en confort y parking gratuito. El principesco restaurante ofrece platos gourmet de la cocina jaenesa. T: (+34 953) 230000.

Hotel Condestable Iranzo. Con cuatro estrellas, está sobre la principal avenida de Jaén, a minutos de los lugares de interés. Dispone muy buenas habitaciones y terraza con piscina y vista de la ciudad. El restaurante ofrece platos típicos e internacionales. Combina espacios elegantes, modernas prestaciones y cuidados servicios. Paseo de la Estación, 32. T: (+34 953) 222800.

Donde comer

Restaurante Bagá. Imprescindible reservar porque solo dispone de ocho mesas (unos 12 comensales) en 45 m2 y es famosa la refinada cocina del chef Pedro Sánchez, quien dice que no es un restaurante, que “es otra cosa”. Lo cierto es que ya tiene una estrella Michelin. Los ingredientes son en su totalidad de la región. Hay que llamar de 11 a 13 hs, de martes a sábado. Reja de la Capilla, 3. T: (+34 953) 047450.