Llegó a Texas en forma legal para trabajar como camionero y ahora el DHS le pide que abandone Estados Unidos
El mensaje para este inmigrante de Texas fue claro: “Es hora de que usted se vaya de Estados Unidos”.

Kevenson Jean llegó a Texas con permiso de trabajo. Había huido de Haití con su esposa y se instaló en Panhandle, un pueblo en la franja norte de Texas. A pesar de cumplir con las normas y trabajar como camionero, hoy enfrenta una posible expulsión de Estados Unidos.
“Es hora de que se vaya”: el mensaje del DHS que desató el miedo en Texas
Jean es uno de los cientos de miles de inmigrantes con estatus legal temporal que recibieron un correo del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés). El mensaje fue claro: “Es hora de que usted se vaya de Estados Unidos”.
La advertencia afecta a más de 500 mil personas originarias de Haití, Cuba, Nicaragua y Venezuela, que perdieron su estatus legal el 24 de abril. Una orden judicial frenó parcialmente la medida, pero la situación de Jean sigue sin resolverse.
La historia del migrante intimado por el DHS: del aula en Haití a la cabina de un camión en EE.UU.
Jean llegó a Estados Unidos en 2023, patrocinado por una organización comunitaria texana. Había sido director de una escuela y comedor infantil en Haití, relata Associated Press (AP). Al llegar, se formó como conductor profesional y comenzó a transportar productos en rutas de todo el país.
Descubrió el frío, el protocolo en paradas de camioneros y aprendió a reconocer los riesgos del viento. También se encariñó con su camión: “Va a ser mi última semana con mi bebé”, dijo ante AP ante la posibilidad de perder su trabajo.
Instalado con su esposa en una casa sencilla con jardín, Jean se aferró a pequeños rituales: cortar el pasto, colgar la bandera haitiana y la estadounidense. Él transporta carne y otros productos. En tanto que ella tiene dos empleos en restaurantes y lee novelas para mejorar su inglés.
“Hicimos todo lo que nos pidieron que hiciéramos, y ahora nos tienen en la mira”, lamentó Jean: “No somos delincuentes. No quitamos empleos. Solo queremos vivir mejor”.
La ofensiva migratoria de Trump: legalidad ya no garantiza protección
La administración de Donald Trump endureció las políticas migratorias, incluso para quienes ingresaron al país por vías legales. Muchas revocaciones se justifican por supuestas fallas en los procesos de revisión o por redefiniciones políticas, relatan en AP. “Respeto lo que dice la Casa Blanca”, dijo Jean: “Pero no todos los inmigrantes son pandilleros. Nosotros trabajamos y cumplimos”.
La orden que inhabilitó el mensaje de la DHS
Poco después de recibir el aviso del Departamento de Seguridad Nacional, Jean fue informado de que podía conservar su empleo, según reportó AP. El permiso de trabajo que lo habilitaba a manejar vencía el 24 de abril, pero una orden judicial emitida casi en simultáneo suspendió temporalmente la medida.
Aun así, la incertidumbre no desapareció. Tal como señaló AP, la suspensión dejó incluso a muchos empleadores sin saber con certeza si sus trabajadores podían seguir sus tareas. “No puedo hacer planes. Cada día puede ser el último”, expresó Jean.
Panhandle y otras ciudades del norte de Texas dependen históricamente del trabajo inmigrante. En Cactus, la planta cárnica de JBS emplea a más de 3700 personas. Se cree que la mitad de los trabajadores en esta industria nacieron fuera del país, informa AP. “Si expulsan a esta gente, volveremos a una rotación constante y sin mano de obra suficiente”, explicó a AP Mark Lauritsen, del Sindicato de Alimentos y Comercio.