'Legado' engancha y entretiene. La serie de Netflix con José Coronado es más que la respuesta española a 'Succession'
Desde el mismo momento en el que Netflix anunció la puesta en marcha de 'Legado', las comparaciones de la serie española protagonizada por José Coronado con 'Succession' fueron constante. No me cae ninguna duda de que esa joya de HBO fue uno de sus principales referentes, algo que se percibe perfectamente en los 8 episodios que dan forma a su primera temporada, pero afortunadamente es más que eso. Obviamente, la historia de 'Legado' es otra, ya que cuenta cómo un gran empresario español de los medios de comunicación regresa a casa tras pasar dos años en Houston recuperándose de un cáncer. Lo que se encuentra no le gusta lo más mínimo y comienza una guerra contra sus propios hijos en la que habrá muchos más implicados. Claro que el aroma de 'Succession' está por ahí, pero estamos ante una obra con voz propia. Eso sí, es muy inferior a la serie creada por Jesse Armstrong. Directa a la yugular Lo primero que llama la atención de 'Legado' es que detrás de ella estén Carlos Montero ('Élite') y el dúo formado por Pablo Alén y Breixo Corral, que ya había colaborado en títulos como 'Anacleto, agente secreto' o 'Mari (dos)'. A priori es una mezcla de talentos inesperada para una propuesta de estas características que invita a pensar en un enfoque más ligero y casi cómico, pero lo cierto es que estamos más ante un thriller que apuesta de forma decidida por los giros de guion para mantener interesado al espectador. Eso es algo que se percibe desde el primer episodio, donde se dedica el tiempo justo a la presentación de personajes -aunque es más que suficiente para conocer de qué pie flojea cada uno de ellos- para meterse lo más rápido posible en el meollo de la cuestión. Ahí es donde ese juego por hacerse con el poder puede recordar más a 'Succession', principalmente por tener mucho de retrato familiar y por la importancia de los medios de comunicación. Sin embargo, el enfoque es radicalmente distinto. En Espinof Las 27 mejores series de la historia de Netflix Mientras que 'Succession' era una serie que se tomaba las cosas con más calma e ibas viendo cómo las diferentes traiciones se desarrollaban o fracasaban, 'Legado' apuesta por el movimiento constante. Aquí lo que importa es ir quemando trama y que todo avance hacia delante de forma constante. Si hay algo que se podría ir guardando para más adelante y dejar que la semilla crezca, no penséis que eso vaya a pasar ni una sola vez. Aquí hay una necesidad de constante de renovar el conflicto al que se enfrentan sus protagonistas. Esa apuesta tiene la cara positiva de que lo tiene más fácil para enganchar al espectador y además que ese dinamismo sirva para que uno esté entretenido y vaya viendo un episodio detrás de otro sin casi ni darse cuenta de ello. Confieso que empecé receloso la serie, pero luego siempre que me la ponía acababa viendo varios episodios del tirón por lo fácil que entraban. A eso hay que sumarle que es cierto que Coronado es el protagonista absoluto, pero se le da suficiente importancia al resto de historias para que tengan interés más allá de en cómo afectan al patriarca. Además se juega constantemente con la forma en la que afecta lo personal a lo profesional para darle un poco más de dimensión humana a 'Legado'. Luego no siempre funciona igual de bien, pero se nota que hay un trabajo detrás para vincularlo todo y conseguir una mayor unidad. En Espinof Las 20 series de Netflix más vistas de toda la historia La parte negativa es que 'Legado' acaba siendo superficial en prácticamente todo. Apenas hay escenas pensadas para dejar poso en el espectador y cuando llegan se sienten como una rareza que no suele encajar demasiado bien en el puzle dramático que se plantea. Pienso por ejemplo en algo relacionado con el personaje de Coronado que tiene sentido y le da un toque claramente distintivo, pero es algo sin continuidad, una especie de isla narrativa. Y es que al final los personajes en 'Legado' se convierten totalmente en piezas de una partida que no parece seguir unas normas establecidas. Aquí hay que tirar del giro y la sorpresa para impulsarlo todo hacia delante, dejando de lado jugosas posibilidades -todo lo relacionado con su acercamiento a la corrupción en España no va más allá de ser una mera prolongación del resto en lugar de convertirse en una base real de la serie- y confiando quizá demasiado en la curiosidad del espectador por saber cómo van a salir ahora de ahí y no tanto en la evolución de sus personajes. Al menos eso se compensa en parte por el buen trabajo del reparto, en especial de Coronado. Al final todo va a depender mucho de las preferencias de cada espectador, pero lo que sí tengo claro es que reducir 'Legado' a ser una especie de réplica española de 'Succession' es un er

Desde el mismo momento en el que Netflix anunció la puesta en marcha de 'Legado', las comparaciones de la serie española protagonizada por José Coronado con 'Succession' fueron constante. No me cae ninguna duda de que esa joya de HBO fue uno de sus principales referentes, algo que se percibe perfectamente en los 8 episodios que dan forma a su primera temporada, pero afortunadamente es más que eso.
Obviamente, la historia de 'Legado' es otra, ya que cuenta cómo un gran empresario español de los medios de comunicación regresa a casa tras pasar dos años en Houston recuperándose de un cáncer. Lo que se encuentra no le gusta lo más mínimo y comienza una guerra contra sus propios hijos en la que habrá muchos más implicados. Claro que el aroma de 'Succession' está por ahí, pero estamos ante una obra con voz propia. Eso sí, es muy inferior a la serie creada por Jesse Armstrong.
Directa a la yugular

Lo primero que llama la atención de 'Legado' es que detrás de ella estén Carlos Montero ('Élite') y el dúo formado por Pablo Alén y Breixo Corral, que ya había colaborado en títulos como 'Anacleto, agente secreto' o 'Mari (dos)'. A priori es una mezcla de talentos inesperada para una propuesta de estas características que invita a pensar en un enfoque más ligero y casi cómico, pero lo cierto es que estamos más ante un thriller que apuesta de forma decidida por los giros de guion para mantener interesado al espectador.
Eso es algo que se percibe desde el primer episodio, donde se dedica el tiempo justo a la presentación de personajes -aunque es más que suficiente para conocer de qué pie flojea cada uno de ellos- para meterse lo más rápido posible en el meollo de la cuestión. Ahí es donde ese juego por hacerse con el poder puede recordar más a 'Succession', principalmente por tener mucho de retrato familiar y por la importancia de los medios de comunicación. Sin embargo, el enfoque es radicalmente distinto.
Mientras que 'Succession' era una serie que se tomaba las cosas con más calma e ibas viendo cómo las diferentes traiciones se desarrollaban o fracasaban, 'Legado' apuesta por el movimiento constante. Aquí lo que importa es ir quemando trama y que todo avance hacia delante de forma constante. Si hay algo que se podría ir guardando para más adelante y dejar que la semilla crezca, no penséis que eso vaya a pasar ni una sola vez. Aquí hay una necesidad de constante de renovar el conflicto al que se enfrentan sus protagonistas.

Esa apuesta tiene la cara positiva de que lo tiene más fácil para enganchar al espectador y además que ese dinamismo sirva para que uno esté entretenido y vaya viendo un episodio detrás de otro sin casi ni darse cuenta de ello. Confieso que empecé receloso la serie, pero luego siempre que me la ponía acababa viendo varios episodios del tirón por lo fácil que entraban.
A eso hay que sumarle que es cierto que Coronado es el protagonista absoluto, pero se le da suficiente importancia al resto de historias para que tengan interés más allá de en cómo afectan al patriarca. Además se juega constantemente con la forma en la que afecta lo personal a lo profesional para darle un poco más de dimensión humana a 'Legado'. Luego no siempre funciona igual de bien, pero se nota que hay un trabajo detrás para vincularlo todo y conseguir una mayor unidad.
La parte negativa es que 'Legado' acaba siendo superficial en prácticamente todo. Apenas hay escenas pensadas para dejar poso en el espectador y cuando llegan se sienten como una rareza que no suele encajar demasiado bien en el puzle dramático que se plantea. Pienso por ejemplo en algo relacionado con el personaje de Coronado que tiene sentido y le da un toque claramente distintivo, pero es algo sin continuidad, una especie de isla narrativa.

Y es que al final los personajes en 'Legado' se convierten totalmente en piezas de una partida que no parece seguir unas normas establecidas. Aquí hay que tirar del giro y la sorpresa para impulsarlo todo hacia delante, dejando de lado jugosas posibilidades -todo lo relacionado con su acercamiento a la corrupción en España no va más allá de ser una mera prolongación del resto en lugar de convertirse en una base real de la serie- y confiando quizá demasiado en la curiosidad del espectador por saber cómo van a salir ahora de ahí y no tanto en la evolución de sus personajes. Al menos eso se compensa en parte por el buen trabajo del reparto, en especial de Coronado.
Al final todo va a depender mucho de las preferencias de cada espectador, pero lo que sí tengo claro es que reducir 'Legado' a ser una especie de réplica española de 'Succession' es un error. De hecho, quizá sería mejor si hubiese optado por acercarse más al tono y enfoque de la serie de HBO, pero tampoco me voy a quejar de haberme encontrado una serie más que funcional dentro de lo que se propone.
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'Legado' engancha y entretiene. La serie de Netflix con José Coronado es más que la respuesta española a 'Succession'
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por
Mikel Zorrilla
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