Las rutas de senderismo de un pueblo de León para disfrutar de los cerezos en flor
Aunque el Valle del Jerte sea el lugar más conocido de España para contemplar este auténtico espectáculo de la naturaleza, la realidad es que en el noroeste de Castilla y León también se puede vivir en su máximo esplendor.

La llegada de la primavera también trae consigo uno de los mayores espectáculos de la naturaleza que se pueden contemplar en España, la floración de los cerezos. El lugar por antonomasia en la Península Ibérica para ser testigo de cómo los árboles frutales comienzan a llenarse de color es sin duda el Valle del Jerte, en Extremadura, aunque hay otras muchas zonas del país en las que también es posible ver esta maravilla; ese es el caso de Corullón, un pueblo de la provincia de León.
Esta localidad de poco más de 800 habitantes está situada en la parte más occidental del territorio leonés, muy cerca de la 'frontera' con Galicia, y aunque a menudo quede eclipsado por otras joyas de la fantástica comarca de El Bierzo, como Las Médulas, lo cierto es que es uno de los pocos puntos de esta zona de España en la que se puede ver cómo los cerezos comienzan a florecer. Además, hay varias rutas de senderismo para ver de cerca esta absoluta maravilla.
Los senderos de Corullón para ver los cerezos en flor
Desde el propio portal turístico de Corullón se proponen dos itinerarios ideales para ver los árboles en flor de la localidad. La primera de ellas, la Ruta de los cerezos de San Juan, es un sendero circular de apenas tres kilómetros que se tarda en completar solo 45 minutos. Arranca en la calle Antonio González Guerrero nº66 y atraviesa diversas fuentes (entre ellas la que da nombre al camino, la de Naranjos o la de Traida de Rebodaos). Con una elevación máxima de 190 metros y una dificultad mínima, es una opción perfecta para completar con toda la familia.
El otro itinerario que es la Ruta de los cerezos de San Martín, un sendero circular que tiene un poco más de dificultad a pesar de tener solo dos kilómetros. Se tarda en completar apenas media hora desde la Plaza del Ayuntamiento de Corullón, y además también discurre por varias fuentes. Sin duda, es otra gran opción para contemplar de cerca cómo florecen los cerezos, algo que se da solo durante dos semanas al año (por lo general, la última de marzo y la primera de abril).
Además, en Corullón también se pueden hacer otros recorridos que, aunque no pasen por los cerezos florecidos, si atraviesan por parajes naturales increíbles como la Peña del Seo, así como edificios sublimes como el Convento Cabeza de Alba. Por ello, hacer una escapada a este pueblo leonés es una opción extraordinaria para pasar un fin de semana inolvidable en primavera.