La mayoría conservadora del Tribunal Supremo permite a Trump aplicar su veto a las personas trans en el Ejército
Una de las primeras medidas que adoptó el presidente tras regresar a la Casa Blanca en enero fue emitir un decreto para que las personas transexuales no puedan servir en el Ejército El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha decidido que el Gobierno de Donald Trump puede aplicar el decreto para vetar a las personas transgénero del servicio militar, mientras se resuelven las disputas legales en torno a esa polémica decisión que adoptó el presidente poco después de llegar a la Casa Blanca. El tribunal ha concedido un recurso de emergencia en contra de una decisión de un tribunal de menor instancia. Como en la mayoría de recursos de emergencia, se trata de una resolución escueta, sin firmar y que no aporta los argumentos. Pero el dictamen se mantendrá en vigor mientras los magistrados adopten una resolución final. Las tres juezas progresistas (Sonia Sotomayor, Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson) se han opuesto, aunque no han aportado tampoco argumentos. La resolución del Supremo surge a raíz del recurso ante la orden ejecutiva que firmó Trump en sus primeros días de gobierno para sacar a las personas trans del ejército. Se trata de una de las muchas acciones que ha tomado la nueva administración en contra de las políticas de diversidad y que especialmente ha puesto el foco en las mujeres trans. En el caso de la orden que incumbe la resolución del alto tribunal, Trump patologizaba a las personas trans y trataba su existencia como una condición mental. “El servicio militar debe reservarse para quienes estén mental y físicamente aptos para el deber”, escribía el mandatario, tirando por tierra años de lucha para acabar con el estigma que sufre el colectivo. No fue hasta 2018 que la OMS dejó de considerar la transexualidad como un trastorno mental. El decreto estigmatiza a las personas trans y cita la premisa del departamento de Defensa que establece que los miembros deben “estar libres de cualquier condición médica o defectos físicos que pueda esperarse razonable que se espera un tiempo excesivo fuera del deber por un tratamiento u hospitalización”. La respuesta de emergencia del Supremo, en cierto modo, avala la cruzada de Trump contra las personas trans y da el visto bueno a una visión estigmatizante sobre su existencia. La secretaria de prensa, Karoline Leavitt, ha celebrado la resolución de emergencia en X. “Otra victoria masiva en la Corte Suprema! El presidente Trump y el secretario Pete Hegseth están restaurando un ejército que está centrado en la preparación y la letalidad - no en políticas DEI o la ideología de género woke”, ha escrito Leavitt. En febrero, el departamento de Defensa ya implementó la orden de Trump, emitiendo una nueva política que requiere que las personas trans sean expulsadas de las tropas. Siete miembros del servicio activo, así como una persona que busca inscribirse y un grupo de defensa, presentaron una demanda para bloquear la política, diciendo, entre otras cosas, que violaba la cláusula de protección igualitaria de la Constitución. Poco después, el tribunal Federal del Distrito de Tacoma (Washington), emitió una orden judicial bloqueando a nivel nacional la prohibición de la presencia de las personas trans en el ejército. “No existe ninguna alegación ni prueba de que ella sea, o haya sido alguna vez, un perjuicio para la cohesión de su unidad, ni para la letalidad o la preparación militar, ni de que sea mental o físicamente incapaz de continuar su servicio”, escribió el juez Settle en la sentencia.

Una de las primeras medidas que adoptó el presidente tras regresar a la Casa Blanca en enero fue emitir un decreto para que las personas transexuales no puedan servir en el Ejército
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha decidido que el Gobierno de Donald Trump puede aplicar el decreto para vetar a las personas transgénero del servicio militar, mientras se resuelven las disputas legales en torno a esa polémica decisión que adoptó el presidente poco después de llegar a la Casa Blanca.
El tribunal ha concedido un recurso de emergencia en contra de una decisión de un tribunal de menor instancia. Como en la mayoría de recursos de emergencia, se trata de una resolución escueta, sin firmar y que no aporta los argumentos. Pero el dictamen se mantendrá en vigor mientras los magistrados adopten una resolución final. Las tres juezas progresistas (Sonia Sotomayor, Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson) se han opuesto, aunque no han aportado tampoco argumentos.
La resolución del Supremo surge a raíz del recurso ante la orden ejecutiva que firmó Trump en sus primeros días de gobierno para sacar a las personas trans del ejército. Se trata de una de las muchas acciones que ha tomado la nueva administración en contra de las políticas de diversidad y que especialmente ha puesto el foco en las mujeres trans. En el caso de la orden que incumbe la resolución del alto tribunal, Trump patologizaba a las personas trans y trataba su existencia como una condición mental.
“El servicio militar debe reservarse para quienes estén mental y físicamente aptos para el deber”, escribía el mandatario, tirando por tierra años de lucha para acabar con el estigma que sufre el colectivo. No fue hasta 2018 que la OMS dejó de considerar la transexualidad como un trastorno mental.
El decreto estigmatiza a las personas trans y cita la premisa del departamento de Defensa que establece que los miembros deben “estar libres de cualquier condición médica o defectos físicos que pueda esperarse razonable que se espera un tiempo excesivo fuera del deber por un tratamiento u hospitalización”. La respuesta de emergencia del Supremo, en cierto modo, avala la cruzada de Trump contra las personas trans y da el visto bueno a una visión estigmatizante sobre su existencia.
La secretaria de prensa, Karoline Leavitt, ha celebrado la resolución de emergencia en X. “Otra victoria masiva en la Corte Suprema! El presidente Trump y el secretario Pete Hegseth están restaurando un ejército que está centrado en la preparación y la letalidad - no en políticas DEI o la ideología de género woke”, ha escrito Leavitt.
En febrero, el departamento de Defensa ya implementó la orden de Trump, emitiendo una nueva política que requiere que las personas trans sean expulsadas de las tropas. Siete miembros del servicio activo, así como una persona que busca inscribirse y un grupo de defensa, presentaron una demanda para bloquear la política, diciendo, entre otras cosas, que violaba la cláusula de protección igualitaria de la Constitución.
Poco después, el tribunal Federal del Distrito de Tacoma (Washington), emitió una orden judicial bloqueando a nivel nacional la prohibición de la presencia de las personas trans en el ejército. “No existe ninguna alegación ni prueba de que ella sea, o haya sido alguna vez, un perjuicio para la cohesión de su unidad, ni para la letalidad o la preparación militar, ni de que sea mental o físicamente incapaz de continuar su servicio”, escribió el juez Settle en la sentencia.