La hermana de Freddie Mercury recupera, de incógnito, recuerdos del cantante que se subastaban
Mary Austin, expareja del cantante, los había sacado a la venta y Kashmira Bulsara ha pagado más de tres millones de euros.

De un tiempo a esta parte, cada pocos meses salen a subasta nuevos objetos que pertenecieron, que fueron utilizados o que a día de hoy integran la amplia colección de recuerdos sobre la vida y obra de Freddie Mercury. Así, entre 2023 y 2024 se puso en venta memorabilia del cantante del grupo Queen como su cepillo para el bigote, las pinturas de artistas españoles que poseía (Goya, Picasso, Dalí, Miró...), su última casa en Londres, el piano con el que interpretó algunos de sus más reconocidos temas y otros lotes que incluían desde borradores de canciones a algunos de sus trajes o cartas autografiadas.
Casi siempre han sido gracias a la participación de la casa de subastas Sotheby's y, en concreto, a la buena relación que mantienen con Mary Austin, exnovia y mejor amiga de Mercury, a quien le dedicó celebradas composiciones como Love of my Life, y que había ido guardando como un tesoro —no solo para coleccionistas, sino también para ella misma— todo ese volumen de enseres y efectos personales que heredó del artista tras su muerte hace ya cerca de 35 años, el 24 de noviembre de 1991, a causa de una bronconeumonía complicada por el sida.
Sin embargo, tal y como explican desde el diario británico The Sun, hay una persona que no estaba de acuerdo en que todos esos lotes acabasen repartidos en manos de coleccionistas, melómanos y ricos de todas partes del mundo ansiosos por acaparar un trozo de vida de la voz del genio nacido en Zanzíbar en septiembre de 1946: su hermana pequeña, Kashmira Bulsara, que ha adquirido sin ningún tipo de publicidad y de incógnito alrededor de 40 de dichos objetos personales.
Según el citado medio, la mujer de 73 años se ha gastado algo más de 2,5 millones de libras, alrededor de los tres millones de euros, en pertenencias de su hermano, entre las que destacan varias prendas de ropa, algunos dibujos y mobiliario y menaje de su casa, puesto que no hay que olvidar que Mary Austin ha vivido en Garden Lodge, en Kensington, la casa de Mercury, hasta el año pasado, ya que fue parte de la herencia que le dejó el artista, así como la mayoría de los bienes que estuviesen en su interior en el momento de su muerte —amén de gran parte de los derechos de autor sobre sus canciones—.
The Sun puntualiza que Kashmira, que se sentía, a tenor de lo que dice sobre ella una fuente cercana, "enfadada y dolida" por lo que podía suceder con el legado de su hermano si la espiral de subastas no cesaba, realizó una visita privada a Sotheby's junto a su hijo, Jamal, antes del día fijado para la puja "para ver qué piezas iba a querer" y, la jornada en la que esta tenía lugar, envió a uno de sus asistentes personales para que hiciera las veces de ella, pujando por lo que consideraba indispensable que quedara dentro de la familia. Mientras tanto, ella estaba al tanto de lo que iba sucediendo dentro de la casa de subastas de manera online y se comunicaba con su asistente por teléfono.
Su intención con ello no era otra que la de no levantar sospechas, en especial la de Austin, plan que le salió a la perfección, pues habían "reservado un presupuesto considerable" para ganar diversas pujas. "Por supuesto que ella aprecia la manera en la que se adora a Freddie en todos los rincones del mundo, pero la idea de que ciertos objetos llenos de recuerdos pudieran dispersarse por el planeta en lugar de que se los conserven sus seres queridos le provocó una profunda tristeza", ha añadido la susodicha fuente.
La compra más cara, con un precio de 457.200 libras (unos 540.000 euros) fue una chaqueta de estilo militar confeccionada para el 39º cumpleaños de Freddie. También pagó 406.400 libras (475.000 euros) por una gramola Wurlitzer Modelo 850, así como 139.700 libras, unos 165.000 euros, por un chaleco bordado con imágenes de los seis gatos del cantante que el artista, seis meses antes de morir, lució en el videoclip de la canción These Are the Days of Our Lives.
Otras compras importantes fueron ocho páginas manuscritas del borrador de la letra de su éxito de 1974, Killer Queen (279.400 libras, unos 330.000 euros), un jarrón Daum Persimmons reconvertido en lámpara por el propio Mercury que le costó 22.860 libras, una hielera de diseño por 19.000 libras o una sudadera de la marca Nike por la que acabó pagando 40.640 libras, casi 50.000 euros.
Por ahora, ni Mary Austin ni la propia Kashmira Bulsara han hecho declaraciones al respecto de la información de The Sun, pero todo apunta a que la hermana del músico no está nada contenta con la forma en la que la expareja de Freddie Mercury haya consentido que se esté desperdigando por el mundo la herencia y el legado material del artista, que ella prefiere utilizar, con sus ganancias, para apoyar organizaciones benéficas como la Mercury Phoenix Trust, una organización benéfica contra el SIDA que crearon los otros componentes de Queen y su manager, Jim Beach, así como a la Elton John Aids Foundation.