La grave lesión que sufrió Stallone y obligó a cambiar el guion de 'Rocky II'
Una de las estrategias pugilísticas más atinadas de Mickey, el entrenador de Rocky Balboa, es en realidad producto de una terrorífica lesión sufrida por Sylvester Stallone.

En el cuerpo de Sylvester Stallone hay tantas cicatrices como éxitos de taquilla. Y eso que de los segundos, ha tenido muchos. El creador de Rocky y Rambo, flamante embajador en Hollywood de la administración Trump, lleva en primera fila de Hollywood desde la década de los setenta. Las anécdotas que Sylvester Stallone ha protagonizado superan lo asumible en varios libros, pero hay una que vale la pena rescatar. Y tiene relación con Rocky II, disponible en España para alquilar en Apple TV+.
Para Tarantino, ninguna película en la carrera de Sylvester Stallone tuvo la dificultad de Rocky II, verdadero punto de partida de la balboamanía. Como todas las secuelas, esta obligaba a su creador a mantenerse a la altura sin repetir fórmulas. Sylvester Stallone se encargaba de la dirección de Rocky II, además de protagonizarla y escribirla, lo que lo convirtió en el único responsable cuando todo se desmoronó.
Una lesión que pudo acabar con Rocky Balboa
Rocky Balboa no es un don nadie y Apollo Creed ha olido el peligro en un joven venido de las calles. Y ahora, ¿qué? Eso se preguntaba el público y el propio Stallone cuando escribió Rocky II. Y, aunque solo sea por reconocer la cintura que demostró para solucionar el siguiente problema, habría que darle muchos méritos a su triple papel como actor, guionista y director en esta película.
A finales de lo setenta, Sylvester Stallone dominaba la industria como quizá ninguna estrella del cine de acción había hecho ni volvió a hacer. Lo pletórico de su estado se aliaba con una forma física extraordinaria, de la que hacía gala ante cualquier cámara que le pusieran delante. Como aquellos músculos no estaban de adorno, Stallone midió su fuerza con el culturista Franco Columbu, por entonces Mister Olympia.
Stallone y Columbu se retaron para saber quién era capaz de levantar más peso en banca. El actor estadounidense, que quería dar un golpe sobre la mesa, “calentó” con un peso de más de 100 kilos y, como contó en una entrevista, supo que algo no iba bien al escuchar un desgarro. Acto y seguido, Stallone cayó al suelo y Columbu, acostumbrado a las lesiones, se lanzó sobre él para examinarlo. Su diagnóstico lo ratificó, más tarde, un especialista: el pectoral se le había desprendido del hueso.
Cuando Stallone volvió en sí, tuvo que hacer frente a un problema con el que no contaba: tenía el brazo izquierdo petrificado. Y Rocky, como él, era zurdo. Así que, para sacar adelante la película, le escribió a su personaje unos defectos de visión en el lado izquierdo que lo obligaban a boxear con el brazo derecho, el único que medianamente podía articular Stallone. Esto, además, se convierte en un arma triunfal contra Apollo Creed, ya que el campeón de los pesados no esperaba que Rocky Balboa lo atacase por su flanco izquierdo.
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