La 'desextinción' del lobo huargo reabre el debate sobre la ética de los experimentos científicos

Algunos expertos critican que "no se buscaba ningún beneficio" para los animales.

Abr 12, 2025 - 08:56
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La 'desextinción' del lobo huargo reabre el debate sobre la ética de los experimentos científicos

La 'resurrección' del lobo huargo, dada a conocer esta semana por parte de la empresa Colossal Biosciences, ha recuperado el debate de la desextinción de especies que vivieron hace decenas de miles de años. Varios expertos ya han explicado a 20minutos que no se trata de una desextinción pura, sino de "una recreación de ciertos caracteres extintos de lo que se esperaría que fuera la especie cuando existía hace 10.000 años".

Ello, porque para el nacimiento de Rómulo, Remo y Khaleesi Colossal ha editado 20 genes de lobos grises con este ADN antiguo —procedente de un diente de 13.000 años y un cráneo de 72.000— para incluir en los cachorros algunas características de esta extinta especie. Después, crearon embriones a partir de las células modificadas del lobo gris y los implantaron en perras que gestaron y parieron a los animales en octubre.

Se trata, en cualquier caso, de un hito científico, jamás se había logrado introducir caracteres fenotípicos de una especie extinta en una actual. Con todo, aunque por ahora se desconozcan objetivos y aplicaciones prácticas de estos procesos, Colossal afirma que en un futuro podrían evitar que animales actuales, pero en peligro de extinción, desaparezcan.

El lobo terrible no es el único animal que la empresa, fundada en 2021, quiere recuperar. También el mamut lanudo, el dodo y el tilacino. Así, la compañía dice que, por ejemplo, lo que aprenda de la 'resurrección' del mamut podría ayudarle a diseñar elefantes más robustos que puedan sobrevivir mejor a los estragos climáticos.

No obstante, en este punto cabe hacerse una pregunta: ¿es ético modificar una especie viva para cambiar o preservar el ecosistema que la mano humana está destruyendo? Para Emilio Mármol, investigador en paleogenómica en la Universidad de Copenhague, es fundamental preservar los animales que existen hoy y, aunque el escenario planteado por Colossal se asienta sobre un terreno "no muy explorado", puede llegar a ser "interesante".

"Quizás no tanto introducir características fenotípicas de especies extintas, sino en hacerlas a ellas más resistentes a enfermedades o al cambio climáticos", relata a 20minutos. Mármol dice que conviene diferenciar entre diversas especies extintas y que incluso el ser humano puede llegar a tener la responsabilidad de recuperar algunas de ellas. El mamut o el lobo huargo desaparecieron hace decenas de miles de años, pero el tilacino y el dodo hace 100 y 400, respectivamente.

"Con el mamut no se sabe muy bien cuál fue la causa final de su extinción, si fue una combinación entre el cambio climático y la caza o solamente debido al cambio climático. En el caso del tilacino o del dodo fueron los humanos los que los exterminaron. Creo que tenemos una responsabilidad mayor en cuanto a intentar no tanto revivirlos como tal, sino a tratar de reintroducir alguna alguna especie que pueda cubrir ese nicho", opina.

En todo caso, Mármol dice que este proceso "es muy complejo y no está exento de riesgos", aunque "la respuesta de si es posible o no todavía no la tenemos".

"El objetivo no es que los lobos tengan una vida mejor"

Al contrario que Mármol, Eze Paez, filósofo del Centro de Estudios de Ética Animal de la Universidad Pompeu Fabra, no se sitúa en las medianías. "Cuando alguien decide llevar a cabo una intervención genética en un individuo, la cuestión más importante es: ¿Va a ser beneficiosa para este individuo? ¿Qué riesgos tiene llevarla a cabo? Esto debemos preguntárnoslo tanto con humanos como con animales", defiende.

Así, Paez sostiene que el objetivo de Colossal "no es que los lobos tengan una vida mejor" y que, de hecho, "uno de los cachorros murió a los 10 días". "Los científicos dicen que la causa de la muerte fue una perforación intestinal que nada tiene que ver con la modificación genética, de acuerdo, pero por culpa de este experimento nació un individuo que sufrió y murió", lamenta.

Diferente es, considera, el supuesto que plantea Colossal: que, por ejemplo, con el intento de 'revivir' al mamut se encuentren herramientas para robustecer a los elefantes. En ese caso, dice, "sí se busca el beneficio" de los animales, aunque insiste en que la modificación genética "estará justificada si los riesgos para ellos son suficientemente bajos".

Paez admite que "puede ser" que para llegar a este escenario haya sido necesario primero el proceso llevado a cabo por la empresa con el lobo huargo, pero avisa: "En este caso debemos preguntarnos: ¿Cuándo está éticamente justificado causar daños a animales para el avance de la ciencia?, ¿estaríamos dispuestos a hacer estos experimentos con seres humanos? Si la respuesta es sí, entonces estamos siendo coherentes al decir que también estaríamos dispuestos a hacerlos con animales", concluye.