La canción de Eurovisión que ganó sin mostrarse la actuación en directo en su propio país

En 1969, España fue una de las cuatro ganadoras del Festival, junto con Reino Unido, Francia y Países Bajos, al no existir en ese momento un sistema de desempateEl 'doppelgänger' eurovisivo: cuando varios países mandaron la misma canción con diferente título Pocos momentos en la historia de Eurovisión son tan recordados por la audiencia española como el de Salomé alzándose con la victoria en Madrid 1969, con la canción Vivo cantando. Fue la segunda y última vez —hasta la fecha— que España ganó el festival, y además lo hizo de forma consecutiva. Sin embargo, hay un detalle que muchos desconocen: la actuación de Salomé no se vio en directo en España. Aquel año, Televisión Española, que además organizaba el evento como país anfitrión, interrumpió la retransmisión del festival justo cuando le tocaba actuar a la representante española, en lo que hoy sería considerado un error de proporciones históricas. El motivo: una pausa publicitaria. El público español no vio su propia candidatura en directo. El festival de los empates (y de los cortes) Eurovisión 1969 fue histórico por varios motivos. Primero, porque fue la primera vez que el festival se celebraba en España, tras la victoria de Massiel el año anterior con La, la, la. Segundo, porque acabó con un insólito cuádruple empate entre España, Reino Unido, Francia y Países Bajos, al no existir en ese momento un sistema de desempate. Pero también lo fue por este fallo insólito de realización. TVE, en un momento todavía poco maduro de la televisión en directo y bajo el aparato burocrático del franquismo, aplicaba pausas publicitarias incluso durante emisiones especiales. Cuando tocó el turno de la representante española, la señal fue sustituida por anuncios, probablemente previstos sin considerar la escaleta real del evento. Aunque no existe una grabación pública de la interrupción como tal, el dato fue confirmado por técnicos de RTVE, investigadores y cronistas como José Luis Uribarri, que mencionó este episodio en más de una ocasión como una “anécdota que retrata la televisión de la época”. Una televisión con otras normas Hoy parecería inconcebible que una televisión pública cortara una retransmisión en directo de semejante calibre, y menos aún en el preciso momento de su propia representante. Pero en 1969, la emisión de Eurovisión en España no era tratada aún como un evento de máximo interés nacional, y el criterio de continuidad de emisión en directo no estaba tan consolidado. Además, TVE —todavía bajo control directo del régimen franquista— tenía una lógica interna distinta, donde los bloques publicitarios y los criterios de emisión respondían más a consideraciones administrativas que editoriales. Un error que no empañó la victoria A pesar del desconcierto del público español, el triunfo de Salomé se convirtió en un motivo de orgullo. Su actuación fue repetida esa misma noche y ampliamente difundida en los días siguientes, incluyendo en los noticiarios del NO-DO. Con los años, Vivo cantando se consolidó como un clásico del pop eurovisivo, y la imagen de Salomé bailando con su vestido de flecos metálicos es una de las más recordadas de la historia del certamen. La curiosidad de que España ganó sin que su propia actuación fuera emitida añade una capa más de surrealismo —y ternura histórica— al ya excéntrico legado eurovisivo del país. Memoria televisiva La historia de Eurovisión está llena de errores técnicos, boicots y decisiones inexplicables, pero este caso ocupa un lugar especial: no por escandaloso, sino por lo entrañablemente absurdo. Una televisión nacional que no muestra su momento de gloria en directo es casi una parábola involuntaria sobre cómo España, durante años, participaba en Europa sin terminar de mirarse a sí misma. Décadas después, Eurovisión sigue siendo uno de los programas más vistos del año, y TVE lo trata como una prioridad absoluta. Lo aprendido en 1969 —aunque tarde— sirvió de lección: hay cosas que solo pasan una vez… y hay que asegurarse de emitirlas.

May 13, 2025 - 14:26
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La canción de Eurovisión que ganó sin mostrarse la actuación en directo en su propio país

La canción de Eurovisión que ganó sin mostrarse la actuación en directo en su propio país

En 1969, España fue una de las cuatro ganadoras del Festival, junto con Reino Unido, Francia y Países Bajos, al no existir en ese momento un sistema de desempate

El 'doppelgänger' eurovisivo: cuando varios países mandaron la misma canción con diferente título

Pocos momentos en la historia de Eurovisión son tan recordados por la audiencia española como el de Salomé alzándose con la victoria en Madrid 1969, con la canción Vivo cantando. Fue la segunda y última vez —hasta la fecha— que España ganó el festival, y además lo hizo de forma consecutiva. Sin embargo, hay un detalle que muchos desconocen: la actuación de Salomé no se vio en directo en España.

Aquel año, Televisión Española, que además organizaba el evento como país anfitrión, interrumpió la retransmisión del festival justo cuando le tocaba actuar a la representante española, en lo que hoy sería considerado un error de proporciones históricas. El motivo: una pausa publicitaria. El público español no vio su propia candidatura en directo.

El festival de los empates (y de los cortes)

Eurovisión 1969 fue histórico por varios motivos. Primero, porque fue la primera vez que el festival se celebraba en España, tras la victoria de Massiel el año anterior con La, la, la. Segundo, porque acabó con un insólito cuádruple empate entre España, Reino Unido, Francia y Países Bajos, al no existir en ese momento un sistema de desempate.

Pero también lo fue por este fallo insólito de realización. TVE, en un momento todavía poco maduro de la televisión en directo y bajo el aparato burocrático del franquismo, aplicaba pausas publicitarias incluso durante emisiones especiales. Cuando tocó el turno de la representante española, la señal fue sustituida por anuncios, probablemente previstos sin considerar la escaleta real del evento.

Aunque no existe una grabación pública de la interrupción como tal, el dato fue confirmado por técnicos de RTVE, investigadores y cronistas como José Luis Uribarri, que mencionó este episodio en más de una ocasión como una “anécdota que retrata la televisión de la época”.

Una televisión con otras normas

Hoy parecería inconcebible que una televisión pública cortara una retransmisión en directo de semejante calibre, y menos aún en el preciso momento de su propia representante. Pero en 1969, la emisión de Eurovisión en España no era tratada aún como un evento de máximo interés nacional, y el criterio de continuidad de emisión en directo no estaba tan consolidado.

Además, TVE —todavía bajo control directo del régimen franquista— tenía una lógica interna distinta, donde los bloques publicitarios y los criterios de emisión respondían más a consideraciones administrativas que editoriales.

Un error que no empañó la victoria

A pesar del desconcierto del público español, el triunfo de Salomé se convirtió en un motivo de orgullo. Su actuación fue repetida esa misma noche y ampliamente difundida en los días siguientes, incluyendo en los noticiarios del NO-DO. Con los años, Vivo cantando se consolidó como un clásico del pop eurovisivo, y la imagen de Salomé bailando con su vestido de flecos metálicos es una de las más recordadas de la historia del certamen. La curiosidad de que España ganó sin que su propia actuación fuera emitida añade una capa más de surrealismo —y ternura histórica— al ya excéntrico legado eurovisivo del país.

Memoria televisiva

La historia de Eurovisión está llena de errores técnicos, boicots y decisiones inexplicables, pero este caso ocupa un lugar especial: no por escandaloso, sino por lo entrañablemente absurdo. Una televisión nacional que no muestra su momento de gloria en directo es casi una parábola involuntaria sobre cómo España, durante años, participaba en Europa sin terminar de mirarse a sí misma. Décadas después, Eurovisión sigue siendo uno de los programas más vistos del año, y TVE lo trata como una prioridad absoluta. Lo aprendido en 1969 —aunque tarde— sirvió de lección: hay cosas que solo pasan una vez… y hay que asegurarse de emitirlas.

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