Kate Middleton celebra el cumpleaños de su madre en una lujosa isla privada

Según han revelado desde 'Daily Mail', la princesa de Gales disfrutó de unos días con su familia en Mustique.

Mar 3, 2025 - 14:00
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Kate Middleton celebra el cumpleaños de su madre en una lujosa isla privada

Era normal que, después de un annus horribilis como el 2024 que vivió Kate Middleton, hubiese muchas ganas en toda la familia real, pero sobre todo en la suya, de que 2025 fuese diferente a todos los niveles. Y si en los primeros compases del año pasado era prácticamente imposible pensar en ningún festejo, dado que la princesa de Gales acababa de conocer su diagnóstico de cáncer y comenzó un calvario alejada de su agenda pública, este tenía que ser diferente. Y para muestra nada mejor que pensar en su familia y en lo que necesitaban volver a reconectar y sentirse felices todos juntos.

Por ello, para el 70º cumpleaños de su madre, Carole Middleton, el núcleo familiar decidió que la mejor forma de celebrarlo era marcharse lejos de cámaras, focos, posibles paparazzis y cualquier parafernalia derivada del futuro como reina consorte de Kate y marcharse a un lugar remoto y apartado de todas esas distracciones, sin que ello significase que no pudiese ser un emplazamiento con un encanto particular que les hiciera reconectar con la vida a todos los niveles dado su carácter paradisíaco y edénico.

De ahí que, tal y como han desvelado desde el periódico Daily Mail, se decidieron por Mustique, una pequeña isla privada del Caribe, en las Antillas Menores, que pertenece al estado de San Vicente y las Granadinas. Allí se había tenido que desplazar Kate junto a su marido, el príncipe heredero Guillermo de Inglaterra, y sus tres hijos, George, Charlotte y Louis, durante unas pequeñas vacaciones escolares de estos, y fueron llegando poco a poco el resto de invitados: sus padres y sus hermanos.

Cuentan desde el citado medio que todos los miembros de los Middleton, incluyendo a James Matthews, marido de Pippa Middleton, como Alizée Thevenet, esposa de James Middleton y madre del único hijo de la pareja, Íñigo, de año y medio y que también fue a la celebración, se alojaron en la conocida y lujosa villa de cinco habitaciones del lugar, Les Jolies Eaux, en el sur de la isla y famosa por la enorme privacidad y todos los servicios que ofrecen, si bien también su precio no es apto para todos los bolsillos, pues tiene un coste semanal de 47.000 dólares, algo más de 45.000 euros, si bien a partir de mayo y hasta diciembre se rebaja hasta unos 30.0000.

La propia distribución de Les Jolies Eaux realza su condición mágica, con un enorme salón desde el que se distribuyen las habitaciones y las suites a los lados, dando todas ellas a un patio central abierto, coronado por la increíble piscina, la cual, así como la propia vivienda, llena de ventanales y cristaleras, poseen unas vistas privilegiadas del mar y de la costa caribeña. Por si fuera poco, desde sus dependencias se puede llegar fácilmente a la escondida pero preciada playa de Gelliceaux.

"La parte delantera de la casa es reconocible al instante y conduce a los amplios jardines que descienden hasta la playa secreta de Gelliceaux, que solo pueden descubrir quienes están "informados" y de la que la casa recibió su nombre", se lee en la página web. Asimismo, se describe cómo el alojamiento está distribuido "en cinco amplias suites", si bien también hay una litera disponible para los más pequeños de la casa —a pesar de que en la página oficial se explicita que el número máximo de huéspedes es de 10 adultos y dos niños, en el caso de la familia Middleton se habrá hecho una excepción—.

"El pabellón comedor, junto a la piscina, está abierto por los cuatro lados, lo que permite que la suave brisa mantenga frescos a los inquilinos mientras estos se relajan y disfrutan de las vistas en constante cambio y de la sensación de que la historia que los rodea", se añade. Y precisamente se trata de una historia que está unida a la de la familia real británica, pues esta comienza hace algo más de medio siglo, en 1958, cuando el millonario aristócrata escocés Colin Tennant compró la isla y, por lo tanto, los terrenos en los que hoy se asienta.

Por aquel entonces, explican desde Daily Mail, no había en la zona ni carreteras ni embarcaciones ni agua corriente, por lo que Tennant empezó pensando que lo ideal para ese lugar era una plantación de algodón, aunque acabó rechazando la idea —tan curiosa es su historia que, en 2010, cuando falleció, saltó a los titulares que había dejado a su familia sin su herencia millonaria y se la había dejado al completo a un lugareño, su sirviente y amigo durante tres décadas, Kent Adonai—.

Finalmente, aquel lugar se lo acabó entregando en propiedad a la princesa Margarita de Inglaterra, hermana pequeña de la reina Isabel II, quien le encargó la construcción de la impresionante villa al diseñador, escenógrafo y artista Oliver Messel, el hombre de quien se dice que puso de moda el Caribe en las mentes de toda una generación. Gracias a su visión, Les Jolies Eaux se convirtió en uno de los destinos vacacionales preferidos de la condesa de Snowdon, que incluso no dudó en declarar sobre ella: "Esta es mi casa y el único centímetro cuadrado que tengo en el mundo".

Ahora, tantos años después, se ha convertido en el lugar idóneo para que Carole Middleton, el pasado 31 de enero, soplase 70 velas mientras su familia realizaba algunas de las excursiones o planes que son famosos en la zona, como el buceo con tortugas en las inmediaciones de los cayos de Tobago, diversos deportes acuáticos, montar a caballo o la simple relajación por la isla de Mustique y sus virtudes.