¿Juego de tramposos?
Viendo uno de los últimos partidos del Barça con unos amigos y advirtiendo como caían los jugadores del equipo contrario y se retorcían como si se hubieran lesionado gravemente, alguien comentó espontáneamente, el fútbol es un juego de tramposos. Y, en parte, no puedo hacer otra cosa que darle la razón. Para remachar el clavo sólo había que ver el partido de vuelta de semifinales de la Copa entre el Atlético y el Barça.
