José “Pepe” Mujica: este fue el legado ambiental del ex presidente de Uruguay
José “Pepe” Mujica no solo fue presidente de Uruguay, también fue uno de los líderes más atípicos y admirados de América Latina. Su estilo de vida austero, sus discursos cargados de filosofía y su honestidad brutal lo convirtieron en una figura emblemática de la política regional. Pero además de su legado político, Mujica dejó un […]

José “Pepe” Mujica no solo fue presidente de Uruguay, también fue uno de los líderes más atípicos y admirados de América Latina. Su estilo de vida austero, sus discursos cargados de filosofía y su honestidad brutal lo convirtieron en una figura emblemática de la política regional. Pero además de su legado político, Mujica dejó un mensaje contundente a los jóvenes: el cambio climático es una crisis de nuestra civilización, y solo un cambio cultural y político puede salvarnos.
Pepe Mujica y su mensaje contra la acumulación
Durante la Cumbre Climática de las Juventudes Latinoamericanas (RCOY) en Costa Rica, Mujica habló a los jóvenes con urgencia. “De seguir como estamos, caminamos a un holocausto ecológico”, advirtió. Criticó la civilización “depredadora” que valora la acumulación por encima de la vida. Señaló la obsolescencia programada, donde los productos se diseñan para fallar, alimentando un consumo insostenible. “La crisis ecológica existe por debilidad política”, afirmó, instando a los jóvenes a exigir responsabilidades al Norte Global, principal emisor de gases de efecto invernadero, y a impulsar una cultura que priorice la felicidad y la vida sobre el dinero.
De guerrillero a presidente: la vida de un líder diferente
Mujica se hizo famoso por rechazar el lujo y vivir en una casa de campo con su esposa, donar gran parte de su salario como presidente y usar un viejo escarabajo celeste como auto oficial. Su forma de vida era coherente con su discurso: lo importante no es acumular, sino vivir con sentido. Esa misma filosofía fue la base de su mensaje ambiental. En su intervención habló de “la civilización depredadora que hemos desarrollado”, esa donde el dinero y el consumo desenfrenado se han vuelto más importantes que la felicidad o la vida misma. Para él, la crisis ecológica es consecuencia directa de una crisis ética y cultural.
“No es que no existan medios para vivir. Tenemos que cambiar los parámetros de nuestra civilización”, dijo, dejando claro que la tecnología y los recursos están ahí, pero lo que falta es voluntad política y un cambio de mentalidad.
El sur global, la deuda ambiental y la justicia climática
Otro punto fuerte en su mensaje fue la necesidad de justicia climática. “El Sur Global debe exigirle al Norte responsabilidades financieras por ser el bloque más contaminante del planeta”, dijo. Esto no es solo una frase retórica: la crisis ambiental no afecta a todos por igual, y los países más vulnerables muchas veces son los que menos han contribuido al problema. Este enfoque fue retomado por activistas y representantes durante la cumbre, especialmente por las juventudes indígenas, quienes exigieron que se respeten sus territorios y derechos para proteger la Amazonía, que actúa como uno de los principales pulmones del planeta.
La lucha contra el cáncer y su despedida
En abril de 2024, Mujica anunció que padecía un tumor maligno en el esófago. Pese al tratamiento, su salud se deterioró, y en enero de 2025 confirmó que se estaba “muriendo”. Falleció dejando un vacío en Uruguay y el mundo. Hasta el final, mantuvo su lucidez, pidiendo a los jóvenes que lucharan por un futuro mejor. En una de sus últimas apariciones dijo: “La esperanza no es fe, es ilusión cierta en nuestra lucha colectiva”. Su muerte no fue solo la pérdida de un líder, sino de un símbolo de coherencia y humanidad.
Pepe Mujica nos dejó un espejo para mirarnos: ¿vivimos para acumular o para ser felices? Su vida, desde la guerrilla hasta la presidencia, mostró que la coherencia es posible. Su muerte no apagó su voz; al contrario, la amplificó. Nos desafió a enfrentar el cambio climático no solo con tecnología, sino con un cambio de valores. Como dijo en la RCOY, “la esperanza está en ustedes”. Tómate un momento para reflexionar: ¿qué haces por el planeta? Mujica ya no está, pero su legado es una antorcha que los jóvenes debemos llevar.