José Blanco: El Papa
Escribo desde el asombro y desde el exterior a la Iglesia católica. Soy tan ajeno a esta institución milenaria que no puedo decirme ateo. Esta palabra es activa, una negación. Yo no niego, soy completamente ajeno a cualquier deidad y a cualquier institución religiosa. Unos mil millones de terrícolas son ateos. Una cifra no tan lejana a la de católicos. No sé cuántos seremos los ajenos.
