Indiana pone el 3-1 de forma despiadada

La solvencia con la que los Cavaliers se llevaron el tercer partido podía hacer pensar que la serie estaba cambiando de dueño. Los Pacers solo necesitaron medio partido para demostrar que no era así. Los de Carlisle se han quedado a un solo triunfo de volver a las Finales de Conferencia después de pasar por encima de los líderes de la temporada regular, a los que han tumbado con un doloroso 129-109 que vale un 3-1 y pie y medio en la siguiente ronda.

Un rodillo

Por abultado que sea, el marcador final difícilmente resume lo que fue el partido, pues lo cierto que esos 20 puntos de diferencia fueron fruto de la relajación propia de los minutos finales y del deseo de Cleveland por maquillar el marcador. Los Pacers se fueron 41 puntos arriba al descanso y llegaron a ganar por hasta 44 a lo largo de la noche, dejando todo más que resuelto en apenas 24 minutos de puro dominio.

Un pastel y una guinda

No hay un solo pero que poner a la primera mitad de los locales, pero sí un fragmento que destacar por encima del resto: el cierre. Si la cosa estaba ya desequilibrada, los Pacers se encargaron de no dejar a Cleveland soñar con el menor atisbo de remontada con el tramo final, en el que la distancia terminó de dispararse y el pabellón terminó de estallar.

Un parcial de 20-4 en menos de cuatro minutos fue lo que hizo a este choque pasar de paliza a sentencia. Fue una especie de momento de inspiración divina para Indiana, que voló por la pista, robó balones, anotó en cuestión de segundos y convirtió cada tiro que lanzó como si de un glitch de un videojuego se tratase. Porque a veces, un estado de confianza y seguridad como el de este equipo parece esto, trampa. Pero no lo es.

THIS PACERS FLURRY TO END THE 1ST HALF WAS CRAZY Leer Más