'Grand Theft Auto VI' no llegará en 2025 y eso ha descuadrado los planes de medio sector: ¿por qué este retraso es un varapalo tan grande?
Hecatombe - El movimiento de Rockstar obliga a muchas compañías a revisar su hoja de ruta para evitar competir con un lanzamiento tan dominanteRockstar Games pospone el lanzamiento de 'Grand Theft Auto VI' a mayo de 2026 Nunca hubo tanto en juego para un solo videojuego. La industria, que atraviesa uno de sus periodos más inciertos, tenía puesta toda su esperanza en una fecha: otoño de 2025. La previsión era clara y compartida entre estudios, analistas y ejecutivos. Grand Theft Auto VI no era solo un lanzamiento, era el clavo ardiendo al que se aferraban distribuidoras, plataformas y desarrolladores para reactivar un sector castigado. Ahora, ese clavo se ha movido. Y todo lo que estaba agarrado a él ha empezado a tambalearse. Rockstar ha confirmado que el estreno del esperado título se traslada al 26 de mayo de 2026. Esto cambia por completo la hoja de ruta de una industria que había ajustado su calendario para no tener que competir contra él. El retraso afecta directamente al año fiscal 2026-2027 y fuerza a muchas compañías a volver a empezar la partida desde cero. Un cambio de fecha que trastoca todo el calendario previsto Durante meses, el otoño de 2025 fue tratado como un terreno minado. Muchas editoras movieron ficha con tiempo y adelantaron sus juegos al verano. Otras estaban preparadas para posponer lanzamientos según lo que hiciera Take-Two. El calendario lo dejaba claro. Juegos como The Alters, Death Stranding 2 o Metal Gear Solid Delta se habían colocado estratégicamente entre junio y agosto, justo antes del hueco previsto para GTA VI. Según admitieron fuentes del sector, varias compañías tenían planes de contingencia listos para no coincidir con la superproducción de Rockstar. Ahora, con la fecha oficial sobre la mesa, toca reordenar todo otra vez. Hay estudios que confiaban en que GTA VI no solo arrasara en ventas, sino que arrastrara consigo al resto del mercado. Una ola de entusiasmo que pudiera estimular a los inversores y atraer nuevos recursos. De hecho, algunos analistas señalaban que su llegada, combinada con el lanzamiento de la nueva consola de Nintendo, podía reanimar un sector que viene de varios años de ajustes, despidos y cancelaciones. Este optimismo ha recibido un jarro de agua fría. Sony pierde su mejor baza para impulsar la PS5 La magnitud del cambio obliga a mover muchas piezas. Uno de los actores más afectados es PlayStation, que ya había buscado cómo rellenar el hueco que deja GTA VI. En otoño de 2025, su apuesta principal será Ghost of Yotei, que verá la luz el 2 de octubre. Sin embargo, las expectativas internas iban más allá de un título exclusivo. Desde hace generaciones, cada entrega de Grand Theft Auto ha tenido un impacto directo en las ventas de consolas de Sony. Ese patrón de consumo, que vinculaba la llegada de un nuevo GTA con un pico en las ventas descomunal de PlayStation, se rompe con esta decisión. La situación se complica aún más si se tiene en cuenta que la PS5 ha subido de precio en varias regiones. Según fuentes del sector, la estrategia podría haber consistido en mantener el coste actual en Estados Unidos a la espera del impulso que ofreciera el nuevo juego. Ahora que ese empuje no llegará en 2025, no se descarta que Sony revise también el precio en su principal mercado. No es solo un videojuego, es el eje de un sistema entero El retraso, por tanto, no es solo un asunto de fans impacientes. Tiene implicaciones reales en la estrategia comercial de decenas de empresas. Como explicó Mike Ybarra, exdirectivo de Blizzard, al describir la posición de privilegio que ocupa esta saga dentro del sector, “todo el mundo moverá su lanzamiento para apartarse del camino cuando anuncien la fecha de estreno de GTA VI”. Rockstar no tiene ninguna obligación de velar por la salud global de la industria. Su decisión responde a sus propios tiempos y prioridades. Pero la realidad es que su juego es tan grande que incluso su ausencia deja un hueco que afecta a todos. Las consecuencias se verán en forma de lanzamientos recolocados, movimientos de marketing y, sobre todo, cautela financiera. Lo que iba a ser una recuperación empieza a parecer, otra vez, una espera.
Hecatombe - El movimiento de Rockstar obliga a muchas compañías a revisar su hoja de ruta para evitar competir con un lanzamiento tan dominante
Rockstar Games pospone el lanzamiento de 'Grand Theft Auto VI' a mayo de 2026
Nunca hubo tanto en juego para un solo videojuego. La industria, que atraviesa uno de sus periodos más inciertos, tenía puesta toda su esperanza en una fecha: otoño de 2025. La previsión era clara y compartida entre estudios, analistas y ejecutivos. Grand Theft Auto VI no era solo un lanzamiento, era el clavo ardiendo al que se aferraban distribuidoras, plataformas y desarrolladores para reactivar un sector castigado. Ahora, ese clavo se ha movido. Y todo lo que estaba agarrado a él ha empezado a tambalearse.
Rockstar ha confirmado que el estreno del esperado título se traslada al 26 de mayo de 2026. Esto cambia por completo la hoja de ruta de una industria que había ajustado su calendario para no tener que competir contra él. El retraso afecta directamente al año fiscal 2026-2027 y fuerza a muchas compañías a volver a empezar la partida desde cero.
Un cambio de fecha que trastoca todo el calendario previsto
Durante meses, el otoño de 2025 fue tratado como un terreno minado. Muchas editoras movieron ficha con tiempo y adelantaron sus juegos al verano. Otras estaban preparadas para posponer lanzamientos según lo que hiciera Take-Two.
El calendario lo dejaba claro. Juegos como The Alters, Death Stranding 2 o Metal Gear Solid Delta se habían colocado estratégicamente entre junio y agosto, justo antes del hueco previsto para GTA VI. Según admitieron fuentes del sector, varias compañías tenían planes de contingencia listos para no coincidir con la superproducción de Rockstar. Ahora, con la fecha oficial sobre la mesa, toca reordenar todo otra vez.
Hay estudios que confiaban en que GTA VI no solo arrasara en ventas, sino que arrastrara consigo al resto del mercado. Una ola de entusiasmo que pudiera estimular a los inversores y atraer nuevos recursos. De hecho, algunos analistas señalaban que su llegada, combinada con el lanzamiento de la nueva consola de Nintendo, podía reanimar un sector que viene de varios años de ajustes, despidos y cancelaciones. Este optimismo ha recibido un jarro de agua fría.
Sony pierde su mejor baza para impulsar la PS5
La magnitud del cambio obliga a mover muchas piezas. Uno de los actores más afectados es PlayStation, que ya había buscado cómo rellenar el hueco que deja GTA VI. En otoño de 2025, su apuesta principal será Ghost of Yotei, que verá la luz el 2 de octubre. Sin embargo, las expectativas internas iban más allá de un título exclusivo. Desde hace generaciones, cada entrega de Grand Theft Auto ha tenido un impacto directo en las ventas de consolas de Sony.
Ese patrón de consumo, que vinculaba la llegada de un nuevo GTA con un pico en las ventas descomunal de PlayStation, se rompe con esta decisión. La situación se complica aún más si se tiene en cuenta que la PS5 ha subido de precio en varias regiones.
Según fuentes del sector, la estrategia podría haber consistido en mantener el coste actual en Estados Unidos a la espera del impulso que ofreciera el nuevo juego. Ahora que ese empuje no llegará en 2025, no se descarta que Sony revise también el precio en su principal mercado.
No es solo un videojuego, es el eje de un sistema entero
El retraso, por tanto, no es solo un asunto de fans impacientes. Tiene implicaciones reales en la estrategia comercial de decenas de empresas. Como explicó Mike Ybarra, exdirectivo de Blizzard, al describir la posición de privilegio que ocupa esta saga dentro del sector, “todo el mundo moverá su lanzamiento para apartarse del camino cuando anuncien la fecha de estreno de GTA VI”.
Rockstar no tiene ninguna obligación de velar por la salud global de la industria. Su decisión responde a sus propios tiempos y prioridades. Pero la realidad es que su juego es tan grande que incluso su ausencia deja un hueco que afecta a todos. Las consecuencias se verán en forma de lanzamientos recolocados, movimientos de marketing y, sobre todo, cautela financiera. Lo que iba a ser una recuperación empieza a parecer, otra vez, una espera.
