Gráfica del día: El futuro de la moda online
La moda online se encuentra en una etapa de expansión acelerada. Las cifras proyectadas son un reflejo de la transformación que está viviendo el sector

La industria de la moda, como muchas otras, vivió grandes transformaciones durante la pandemia, enfrentando retos inesperados que cambiaron la forma en que los consumidores interactúan con las marcas. Sin embargo, lejos de debilitarse, el sector encontró en el comercio electrónico una herramienta poderosa para seguir operando y expandiéndose a nivel global. Con el auge del consumo digital, las marcas de moda han logrado conectar con sus clientes de manera más directa, personalizada y eficiente, abriendo un abanico de posibilidades que no solo sostienen la industria, sino que prometen un futuro más digitalizado y accesible.
El comercio electrónico ha sido un aliado fundamental para que las marcas de moda sigan creciendo, incluso cuando las tiendas físicas tuvieron que cerrar sus puertas. La comodidad de comprar desde casa, la disponibilidad 24/7 y las innovadoras opciones de pago han cambiado la experiencia de compra, ofreciendo a los consumidores una forma más rápida y segura de acceder a sus productos favoritos. Este cambio de paradigma ha logrado que el comercio online se convierta en una de las principales fuentes de ingresos de la industria de la moda, y las proyecciones de crecimiento parecen no tener freno.
Según los datos de Statista, se espera que los ingresos generados por las ventas online en el sector de la moda alcancen los 880.900 millones de euros en 2025. De este total, una gran parte provendrá de la venta de ropa, con casi 523 millones de euros en facturación. Estos números reflejan la creciente preferencia por las compras online, un fenómeno que no solo está impulsado por la conveniencia, sino también por la globalización y el acceso a una mayor variedad de productos.
Lo que está claro es que el comercio electrónico no solo ha permitido la supervivencia de muchas marcas durante momentos de crisis, sino que ha abierto nuevos caminos para el crecimiento y la expansión internacional. En lugar de depender únicamente de las tiendas físicas, muchas marcas han logrado establecer una sólida presencia digital, diversificando sus canales de venta y llegando a mercados que antes parecían inaccesibles.
Mirando hacia el futuro, las proyecciones para los próximos años siguen siendo positivas. En 2029, se espera que los ingresos derivados del comercio electrónico en la moda asciendan a aproximadamente 1.183 millones de euros. Este incremento, que representa un notable crecimiento respecto a los valores actuales, se debe a varios factores: el avance de la tecnología, la mejora en las plataformas de compra online, y la integración de soluciones como la inteligencia artificial y la realidad aumentada para hacer las compras más interactivas y personalizadas.
Además, el comportamiento de los consumidores está cambiando. Los compradores de moda están cada vez más dispuestos a realizar compras impulsivas y a experimentar con nuevas formas de comprar. Por ejemplo, la incorporación de modelos de suscripción y las ventas flash están ganando popularidad, ofreciendo a los consumidores acceso exclusivo a productos y descuentos especiales.
A medida que las marcas de moda siguen adoptando nuevas tecnologías, el futuro del comercio online promete ser aún más dinámico. Las empresas que logren integrar la sostenibilidad, la personalización y la innovación tecnológica en su estrategia de ventas online tendrán una ventaja significativa en el mercado. En este sentido, el ecommerce en la moda no solo está creciendo en volumen, sino que también está cambiando las reglas del juego, poniendo al consumidor en el centro de la experiencia y ofreciendo opciones más inteligentes y adaptadas a sus necesidades.
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