Gastón Hernández, el zaguero que superó los golpes y se consolidó (otra vez) en San Lorenzo

Jugó seis de los últimos siete partidos del Apertura y el equipo contabilizó tres vallas invictas; dos lesiones graves y una venta frustrada

May 10, 2025 - 14:09
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Gastón Hernández, el zaguero que superó los golpes y se consolidó (otra vez) en San Lorenzo

El contexto institucional y económico tan complejo hace que San Lorenzo tenga la cabeza puesta más en los acontecimientos que hay más allá de la línea de cal que en el fútbol. Sin embargo, la pelota sigue girando y los protagonistas, al comando de Miguel Ángel Russo, parecen muy por encima de lo que los rodea. A pesar de la cantidad de adversidades que deben sortear a diario.

De hecho, en ese marco se puede recordar la escasez de refuerzos a comienzos de año, toda una complejidad para el entrenador y, a la vez, un desafío que superó las expectativas. Entre otras cosas, porque en el recorrido recibió una nueva “incorporación” que aportó a la solidez de un equipo que tuvo altibajos, pero terminó clasificándose a los octavos de final del Apertura: Gastón Hernández, el zaguero que se recuperó tras casi un año y que forma con Jhohan Romaña el tándem preferido de los hinchas.

Su regreso significó una tranquilidad para los fanáticos, que ya lo habían destacado en el pasado, pero también para un técnico que en su plantel tiene mayoría de juveniles.Hernández fue una especie de refuerzo para Russo, que esperó el momento idóneo para que volviera a la acción tras casi un año y darle el puesto.

Sensaciones que no aparecen porque un joven Daniel Herrera -compañero del colombiano durante buena parte del Torneo Apertura- lo haya hecho mal, pero los vaivenes fueron lógicos en un chico que jugó, de repente, los nueve partidos iniciales del torneo (con sólo cuatro titularidades previas). Reapareció Hernández y con un rendimiento que fue amoldándose de menor a mayor colaboró en el momento justo como para que el equipo finalizara cuarto y ganara la ventaja de la localía para encarar este sábado, desde las 14, los octavos de final ante Tigre.

Porque se consolidó una vez más, empezando a retomar aquellas versiones del pasado que sólo fueron frenadas por las lesiones crueles. Defensor firme, con marcada actitud positiva, buen juego aéreo y mucha decisión para trasladar la pelota desde el fondo, rompiendo líneas y encontrando atajos, acaso lo que también hace muy bien Romaña.

A sus 27 años buscará mantenerse asentado, por lo que el duelo ante el Matador se torna una oportunidad ideal para seguir exponiendo su firmeza y ser visto más allá de nuestro territorio, como ya le ocurrió.

Quizás, por su edad sea complejo que aparezca algún gigante europeo de esos que hace años se acostumbraron a contratar zagueros argentinos, pero nunca es tarde para llamar la atención del exterior y tener la excursión anhelada. También, que la misma le permita hacer una diferencia económica grande, tras haber firmado su primer contrato hace seis años y permanecer en la misma institución, que ostenta deudas con el plantel.

El camino del mendocino fue obstaculizándose. Se formó en Huracán de San Rafael y llegó a San Lorenzo hace diez años, cuando había cumplido 18, para integrarse a las categorías más grandes de las inferiores. Un salto anhelado, pero que llevó su tiempo. Luego de ser campeón en la cuarta división y bicampeón en la reserva, un combo que también se engrosó con la suma de entrenamientos a la par de los profesionales, firmó su primer contrato el 1 de abril de 2019, pero al año siguiente se decidiría su cesión a San Martín, de San Juan.

Y si bien el objetivo en esas etapas es sumar minutos y experiencia, apareció el golpe: el 26 de junio de 2021 se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda y su andar se frenó durante algo más de ocho meses.

De hecho, eso habrá jugado mucho en su cabeza a la hora de plasmar su felicidad al debutar en la primera del “Ciclón” el 16 de abril de 2022: “Después de tantas piedras en el camino…”, posteó en Instagram. En aquel momento estaba Fernando Berón como DT interino, por lo que al conocerlo de la reserva le dio varios partidos: una agradable carta de presentación para los fanáticos azulgranas y para Rubén Darío Insua, que asumió en mayo y no dudó en sacarle más jugo a ese zaguero de 1,85 metro.

Intocable, “Bebo” (como lo apodan en San Rafael) sostuvo en el tiempo sus virtudes y se transformó con los años en una de las figuras indiscutibles. Aportó algunos goles (a Platense, Gimnasia y Central Córdoba, todos en el Nuevo Gasómetro) y fue parte de la gran campaña que dejó al club en el tercer lugar de la Liga Profesional 2023. Todo hacía pensar que su salida al extranjero era próxima. A comienzos de 2024 hubo un interés de Juan Román Riquelme para que arribara a Boca, pero apareció Olympiacos, de Grecia: habían acordado la venta a cambio de unos US$ 4.000.000 por una gran parte de su ficha, pero a último momento la transferencia se frustró.El grito de su último gol, frente a Central Córdoba en 2023, previo a su última lesión.

El destino tenía preparada otra sorpresa amarga: el 9 de marzo del año pasado, durante un encuentro ante Platense en Vicente López, otra vez se rompió el ligamento cruzado, pero de la rodilla derecha. En el medio de su recuperación hubo nuevos rumores sobre el presidente xeneize, que sabía que a fines de 2024 podía llevárselo en condición de libre. Hernández no quiso llegar a eso y firmó la renovación en octubre, hasta 2027.

Casi un año debió esperar para sumar minutos, ya que Russo tardó en devolverlo al campo de juego al notar cierta falta de acondicionamiento físico. Cuando lo vio mejorado, primero, le dio pocos minutos para que vaya agarrando roce, aunque en jornadas de presión en los que se requería aguantar resultados que San Lorenzo había revertido agónicamente: el 13 de febrero ingresó ante Platense (2-1) y el 3 de marzo con Racing (3-2). Además de la clasificación por Copa Argentina ante Sportivo Las Parejas, desde la décima fecha jugó todos los encuentros desde el inicio, a excepción de la visita a San Martín, de San Juan, por su expulsión ante Lanús en una acción final que ayudó a sostener la igualdad 1-1.

Volvió y se ganó el puesto. En los siete compromisos que disputó como titular, el conjunto de Russo recibió tres goles (en ninguno le hicieron más de un tanto), logrando cuatro vallas invictas. A San Lorenzo le cuesta convertir más allá de Andrés Vombergar, que tiene siete y cuatro fueron de penal: Malcom Braida es el que lo sigue, con dos tantos. Sin embargo, en la última línea encuentra solidez por la fuerza de Romaña y la recuperación de Gastón Hernández.