Este nuevo código te avisará si una llamada es spam: así quiere el Gobierno bloquear las llamadas comerciales
El Gobierno de España quiere frenar el spam telefónico obligando a las empresas a usar un prefijo específico en llamadas comerciales. Las operadoras podrán bloquear las que no cumplan y los contratos sin consentimiento serán nulos.

Desde hace meses, el Gobierno de España está impulsando cambios legislativos para mejorar la vida de los consumidores en su relación diaria con empresas y plataformas digitales. Uno de los anuncios más recientes ha sido el de nuevas normas para frenar las renovaciones automáticas de servicios como Netflix, Max, Disney+ o Spotify: las plataformas estarán obligadas a avisar con al menos 15 días de antelación antes de que se renueve una suscripción, y deberán informar claramente de las consecuencias de no cancelarla a tiempo.
Ahora, la siguiente gran medida apunta al enemigo común de millones de usuarios: las llamadas spam. Esas que interrumpen justo cuando estás ocupado, muchas veces desde números ocultos o móviles, y que rara vez has autorizado a recibir. El Gobierno quiere acabar con ellas obligando a las empresas a utilizar un prefijo específico cuando llamen con fines comerciales. Si no lo hacen, las operadoras podrán bloquear esas llamadas automáticamente antes de que suenen en tu móvil.
Así lo ha adelantado el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, en una entrevista esta noche con la Cadena SER, un cambio normativo que afecta a la Ley de Servicios de Atención a la Clientela (SAC).
La idea es sencilla: si se puede identificar una llamada comercial desde el primer dígito, también se puede filtrar. Pero esto va más allá de una simple alerta visual: implica un cambio técnico y normativo que afectará a telecos, call centers y usuarios por igual.
Así funcionará la nueva normativa anti-spam: prefijos únicos, bloqueo automático y móviles que avisan
La medida se ha introducido como enmienda a la Ley de Servicios de Atención a la Clientela y se apoyará en una reforma del Plan Nacional de Numeración, que permitirá crear nuevos prefijos exclusivos para llamadas comerciales.
A nivel técnico, esto supondrá varios cambios:
- Las empresas de telemarketing solo podrán llamar desde números con un prefijo concreto, todavía por determinar.
- Las operadoras podrán identificar y bloquear automáticamente las llamadas que incumplan esta norma.
- El móvil avisará al usuario en pantalla de que se trata de una llamada comercial, sin necesidad de apps externas o filtros de terceros.
Estos cambios tienen un objetivo concreto: que las llamadas no deseadas ni siquiera lleguen a sonar.
Ya estaban prohibidas desde 2023, pero se siguen colándose en nuestro móvil
Estas medidas refuerzan la prohibición general de llamadas comerciales sin consentimiento, vigente desde junio de 2023 tras la reforma de la Ley General de Telecomunicaciones. Desde el 29 de junio de ese año, las llamadas con fines publicitarios no pueden realizarse sin consentimiento previo.
¿Entonces por qué siguen llamando? Muchas empresas se acogen a lagunas o excusas, como que ya fuiste cliente, que has dado tu consentimiento al aceptar cookies de una web o que no has pedido explícitamente que se te retire de los registros.
Con esta reforma, Consumo quiere cerrar ese grifo: si no hay permiso y no se usa el prefijo correcto, la llamada será ilegal y bloqueada.
Esto sucede porque, además, se endurece el marco legal con dos medidas nuevas:
- Cualquier contrato cerrado tras una llamada no consentida será declarado nulo.
- Las empresas deberán renovar cada dos años el consentimiento del usuario para seguir llamando.
Un reto técnico y legal para las operadoras
La medida del prefijo obligatorio no solo plantea un cambio normativo, también implica una transformación tecnológica. Para las operadoras, supone adaptar sus sistemas de red y gestión de llamadas para identificar de forma automática las numeraciones comerciales asignadas, comprobar si cumplen con el formato exigido y, en caso contrario, bloquearlas antes de que lleguen al usuario. Esto requiere aplicar filtros en tiempo real, revisar los sistemas de numeración asociados y desplegar soluciones que, además de efectivas, no interfieran con el funcionamiento habitual del tráfico de llamadas legítimas.
Pero el reto va más allá del plano técnico. Las telecos también asumen una nueva responsabilidad legal: si no filtran correctamente o permiten la entrada de llamadas comerciales que incumplen la normativa, podrían estar incurriendo en negligencia o enfrentarse a reclamaciones.
Hecha la ley, hecha la trampa: ¿pueden esquivar las empresas el nuevo prefijo anti-spam?
Aunque la norma es clara y ambiciosa, en la práctica, las empresas de telemarketing llevan años demostrando que, cuando se trata de sortear restricciones, imaginación no les falta. Y este nuevo sistema de prefijos obligatorios no será una excepción. Una de las formas más evidentes de eludir la norma es trasladar las llamadas al extranjero. Muchos call centers operan desde fuera de España y utilizan numeración internacional o sistemas de telefonía VoIP, lo que les permite enmascarar el origen real de la llamada o simular un número local que no revela su naturaleza comercial. Al no formar parte del plan de numeración nacional, estas llamadas podrían quedar fuera del alcance del nuevo sistema de filtrado.
Sin embargo, el Gobierno también se está anticipando a este tipo de trampas. A partir del 7 de junio, los operadores estarán obligados a bloquear tanto las llamadas como los SMS de origen internacional que aparenten haber sido generados desde un número español —una técnica conocida como spoofing—, salvo que el usuario esté en roaming. Es un paso más para frenar el uso fraudulento de la numeración nacional y evitar que el sistema de prefijos pueda ser esquivado desde fuera de nuestras fronteras.
Otra estrategia habitual es el uso de números enmascarados o rotatorios, generados por software, que cambian constantemente para evitar ser detectados por aplicaciones bloqueadoras o sistemas de filtrado de las operadoras. Si a esto se suma operadoras que tarden en adaptar sus sistemas —o que no prioricen el cumplimiento técnico de la norma—, el resultado es que muchas de estas llamadas seguirían colándose, aunque estén claramente fuera del marco legal.
También es probable que las empresas se escuden en interpretaciones creativas del consentimiento. Ya lo hacen actualmente, alegando que un usuario dio permiso al aceptar cookies en una web, al rellenar un formulario o al participar en una promoción.