Este es el peor sitio para guardar el pan en la cocina: cómo almacenarlo correctamente
Cuando se trata de almacenar el pan, hay varias opciones. Algunas personas lo guardan en cajones, otras lo dejan en la encimera de la cocina, y algunas incluso eligen el frigorífico. Quienes optan por el refrigerador suelen pensar que el pan se conservará por más tiempo al mantenerse frío. Sin embargo, esto puede ser un grave error. Kaisa Mensonen, directora ejecutiva de Brødinformation, ha trabajado durante mucho tiempo informando sobre la correcta conservación del pan. Según Mensonen, muchas personas cometen un error crítico al colocar el pan en la nevera: "El pan no debe almacenarse en el refrigerador. A temperaturas de refrigeración, los cambios en la estructura del almidón se aceleran en relación con el envejecimiento del pan, lo que hace que parezca más viejo", declaró. La mejor forma de guardar el pan En su lugar, se recomienda la temperatura ambiente como la mejor solución. Así, el pan se mantiene fresco por más tiempo, especialmente si se almacena envolviéndolo adecuadamente. Una bolsa de papel es una opción ideal, ya que permite que la humedad se evapore y, al mismo tiempo, mantiene la corteza crujiente. "La bolsa de plástico evita que la humedad se evapore, pero la corteza pierde su textura crujiente. Sin embargo, el pan no se endurece ni se seca demasiado rápido. La bolsa perforada mantiene la corteza crujiente y conserva mejor el pan", añade Mensonen. Un almacenamiento adecuado para evitar moho Si se forma humedad dentro de la bolsa, es importante secarla bien para evitar la aparición de moho. En caso de que el pan desarrolle moho, debe desecharse por completo. "Si hay una mancha o varias manchas de moho en el pan, debe tirarse todo el pan. El hongo es invisible y puede haberse extendido por toda la pieza", añade. Para quienes deseen prolongar aún más la vida útil del pan, el congelador puede ser una buena solución. El pan conserva tanto su sabor como su valor nutricional si se congela rápidamente y en porciones pequeñas. Con simples ajustes en los hábitos de almacenamiento, es posible mantener el pan fresco y delicioso por más tiempo, evitando al mismo tiempo el desperdicio innecesario de alimentos.
Cuando se trata de almacenar el pan, hay varias opciones. Algunas personas lo guardan en cajones, otras lo dejan en la encimera de la cocina, y algunas incluso eligen el frigorífico. Quienes optan por el refrigerador suelen pensar que el pan se conservará por más tiempo al mantenerse frío. Sin embargo, esto puede ser un grave error. Kaisa Mensonen, directora ejecutiva de Brødinformation, ha trabajado durante mucho tiempo informando sobre la correcta conservación del pan. Según Mensonen, muchas personas cometen un error crítico al colocar el pan en la nevera: "El pan no debe almacenarse en el refrigerador. A temperaturas de refrigeración, los cambios en la estructura del almidón se aceleran en relación con el envejecimiento del pan, lo que hace que parezca más viejo", declaró. La mejor forma de guardar el pan En su lugar, se recomienda la temperatura ambiente como la mejor solución. Así, el pan se mantiene fresco por más tiempo, especialmente si se almacena envolviéndolo adecuadamente. Una bolsa de papel es una opción ideal, ya que permite que la humedad se evapore y, al mismo tiempo, mantiene la corteza crujiente. "La bolsa de plástico evita que la humedad se evapore, pero la corteza pierde su textura crujiente. Sin embargo, el pan no se endurece ni se seca demasiado rápido. La bolsa perforada mantiene la corteza crujiente y conserva mejor el pan", añade Mensonen. Un almacenamiento adecuado para evitar moho Si se forma humedad dentro de la bolsa, es importante secarla bien para evitar la aparición de moho. En caso de que el pan desarrolle moho, debe desecharse por completo. "Si hay una mancha o varias manchas de moho en el pan, debe tirarse todo el pan. El hongo es invisible y puede haberse extendido por toda la pieza", añade. Para quienes deseen prolongar aún más la vida útil del pan, el congelador puede ser una buena solución. El pan conserva tanto su sabor como su valor nutricional si se congela rápidamente y en porciones pequeñas. Con simples ajustes en los hábitos de almacenamiento, es posible mantener el pan fresco y delicioso por más tiempo, evitando al mismo tiempo el desperdicio innecesario de alimentos.
