El prestigioso Financial Times adelantó el supuesto greenwashing de B Corp que la organización reconoce

El prestigioso medio británico Financial Times fue uno de los primeros medios internacionales en alertar sobre las grietas en el modelo de certificación B Corp. En dos reportajes publicados en 2022 y 2023, el rotativo británico puso sobre la mesa una cuestión incómoda: la etiqueta B Corp, diseñada para distinguir a empresas con un compromiso real con la sostenibilidad, estaba perdiendo credibilidad. La causa principal: la inclusión de grandes corporaciones con trayectorias controvertidas en lo ambiental y lo laboral. Los artículos, titulados Is B Corp certification greenwashing? y Why B Corp is losing its shine, documentaron casos llamativos como el de Nespresso —subsidiaria del gigante Nestlé— o el de agencias vinculadas a Shell. Ambas certificaciones fueron duramente cuestionadas por organizaciones sociales y por integrantes de la propia comunidad B Corp, que vieron en ellas una señal clara de laxitud en los criterios de evaluación. La presión pública no tardó en surtir efecto. B Lab, la organización sin ánimo de lucro que gestiona la certificación ha anunciado una profunda revisión de sus estándares. "La presión es enorme y las nuevas reglas son una respuesta urgente para recuperar la confianza", reconocen desde la entidad, aunque piden mantener el anonimato. A partir de este año, las empresas que aspiren a mantener o conseguir el sello B Corp deberán cumplir con requisitos obligatorios en siete áreas clave: acción climática, derechos laborales, ética corporativa, gobernanza, compromiso con la comunidad, impacto medioambiental y trazabilidad en la cadena de suministro. Ya no será suficiente con obtener una puntuación acumulativa, sino que cada eje deberá ser aprobado de forma independiente. En otras palabras: se acabó el maquillaje de sostenibilidad parcial. Sin embargo, esta evolución normativa no llega sin costes. Según analistas especializados en sostenibilidad, entre el 65% y el 70% de las actuales empresas certificadas no superarían los nuevos filtros si se aplicaran de forma inmediata. El escenario anticipa una posible purga en el ecosistema B Corp, que obligará a muchas compañías a replantear de forma profunda sus prácticas si desean conservar la distinción. A finales de 2021, la comunidad B Corp estaba integrada por unas 4.400 empresas en 77 países, con una facturación global superior a los 125.000 millones de euros. De ese total, más de 5.000 millones correspondían a empresas españolas, que ahora se enfrentan a un proceso de recertificación bajo condiciones mucho más exigentes. "El trabajo del Financial Times fue un punto de inflexión", asegura una fuente del sector ESG (Environmental, Social and Governance). "Obligó a B Lab a asumir que había fallas estructurales y que la promesa de transformación debía ir más allá de lo simbólico. Las nuevas normas son una oportunidad, pero también un test definitivo", apostilla. El movimiento B Corp se encuentra, por tanto, en una encrucijada. Su legitimidad como herramienta para transformar el capitalismo —uno de sus objetivos fundacionales— está en juego. Recuperar la confianza perdida implica demostrar con hechos que el sello es algo más que una estrategia de marketing verde, ya que solo de este modo podrá evitar convertirse...

Abr 22, 2025 - 07:58
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El prestigioso Financial Times adelantó el supuesto greenwashing de B Corp que la organización reconoce
El prestigioso medio británico Financial Times fue uno de los primeros medios internacionales en alertar sobre las grietas en el modelo de certificación B Corp. En dos reportajes publicados en 2022 y 2023, el rotativo británico puso sobre la mesa una cuestión incómoda: la etiqueta B Corp, diseñada para distinguir a empresas con un compromiso real con la sostenibilidad, estaba perdiendo credibilidad. La causa principal: la inclusión de grandes corporaciones con trayectorias controvertidas en lo ambiental y lo laboral. Los artículos, titulados Is B Corp certification greenwashing? y Why B Corp is losing its shine, documentaron casos llamativos como el de Nespresso —subsidiaria del gigante Nestlé— o el de agencias vinculadas a Shell. Ambas certificaciones fueron duramente cuestionadas por organizaciones sociales y por integrantes de la propia comunidad B Corp, que vieron en ellas una señal clara de laxitud en los criterios de evaluación. La presión pública no tardó en surtir efecto. B Lab, la organización sin ánimo de lucro que gestiona la certificación ha anunciado una profunda revisión de sus estándares. "La presión es enorme y las nuevas reglas son una respuesta urgente para recuperar la confianza", reconocen desde la entidad, aunque piden mantener el anonimato. A partir de este año, las empresas que aspiren a mantener o conseguir el sello B Corp deberán cumplir con requisitos obligatorios en siete áreas clave: acción climática, derechos laborales, ética corporativa, gobernanza, compromiso con la comunidad, impacto medioambiental y trazabilidad en la cadena de suministro. Ya no será suficiente con obtener una puntuación acumulativa, sino que cada eje deberá ser aprobado de forma independiente. En otras palabras: se acabó el maquillaje de sostenibilidad parcial. Sin embargo, esta evolución normativa no llega sin costes. Según analistas especializados en sostenibilidad, entre el 65% y el 70% de las actuales empresas certificadas no superarían los nuevos filtros si se aplicaran de forma inmediata. El escenario anticipa una posible purga en el ecosistema B Corp, que obligará a muchas compañías a replantear de forma profunda sus prácticas si desean conservar la distinción. A finales de 2021, la comunidad B Corp estaba integrada por unas 4.400 empresas en 77 países, con una facturación global superior a los 125.000 millones de euros. De ese total, más de 5.000 millones correspondían a empresas españolas, que ahora se enfrentan a un proceso de recertificación bajo condiciones mucho más exigentes. "El trabajo del Financial Times fue un punto de inflexión", asegura una fuente del sector ESG (Environmental, Social and Governance). "Obligó a B Lab a asumir que había fallas estructurales y que la promesa de transformación debía ir más allá de lo simbólico. Las nuevas normas son una oportunidad, pero también un test definitivo", apostilla. El movimiento B Corp se encuentra, por tanto, en una encrucijada. Su legitimidad como herramienta para transformar el capitalismo —uno de sus objetivos fundacionales— está en juego. Recuperar la confianza perdida implica demostrar con hechos que el sello es algo más que una estrategia de marketing verde, ya que solo de este modo podrá evitar convertirse...